Destinos prohibidos que nunca visitar¨¢s

1.- La isla de las serpientes

Sao Paulo (Brasil)

Salvo que seas un cient¨ªfico valiente y con los permisos en regla, probablemente nunca pondr¨¢s los pies en Queimada Grande, un islote de 40 hect¨¢reas a 30 kil¨®metros de costa oriental de Brasil, frente al estado de Sao Paulo. Su acceso est¨¢ vetado a curiosos y turistas, ya que se trata de uno de los lugares con mayor concentraci¨®n de serpientes venenosas del mundo: entre uno y tres ejemplares por cada metro cuadrado. Todas son de la misma especie: yarar¨¢ dorada (Bothrops insularis) una v¨ªbora de fosetas end¨¦mica de Queimada Grande. Como viven muy apretadas, disponen de poca comida y han de defender su territorio, son muy agresivas. A falta de peque?os mam¨ªferos, se han especializado en cazar aves; como los pajarillos vuelan y pueden escaparse, su veneno es cinco veces m¨¢s potente que el de sus primas continentales las terciopelo (Bothrops asper, Bothrops atrox y Bothrops jararaca). En Queimada Grande tambi¨¦n hay un faro abandonado del que se cuenta una historia espeluznante: una noche, varias yarar¨¢s consiguieron entrar por una ventana rota atacando al farero, a su mujer y a sus tres hijos peque?os. En un desesperado intento por huir, corrieron hasta su barca, amarrada al pie del faro, pero fueron mordidos por las serpientes que colgaban de las ramas de los ¨¢rboles. Semanas despu¨¦s, los encontraron muertos a todos.

2.- El metro fantasma

Mosc¨² (Rusia)

Su existencia nunca ha sido oficialmente reconocida, es probable que se trate de una leyenda urbana nacida al calor de la Guerra Fr¨ªa, pero ?qui¨¦n sabe? Muchos piensan que Metro 2 (l¨ªnea D-6) existe: una red secreta de transporte subterr¨¢neo construida en la ¨¦poca de Stalin para el transporte de la alta jerarqu¨ªa sovi¨¦tica y de veh¨ªculos militares.

3.- Centralia, la ciudad infernal

Pensilvania (EE UU)

Algunos la conocer¨¦is por los videojuegos de Konami; otros habr¨¦is visto las pel¨ªculas, o le¨ªdo los c¨®mics. Hablo de Silent Hill, la colina silenciosa. Christopher Gans y Roger Avary, los guionistas de la saga sobre este pueblo fantasma donde siempre hay niebla y suceden cosas extra?as, se inspiraron en la historia real de Centralia, una peque?a ciudad minera de Pensilvania fundada en 1841 alrededor de una mina de carb¨®n. El 27 de mayo de 1962, mientras un equipo de limpiadores quemaba residuos en el basurero, una veta de m¨¢s de 13 kil¨®metros de largo prendi¨® fuego. El incendio se propag¨® r¨¢pidamente por la superficie y el subsuelo devorando las entra?as del pueblo. Aunque los fuegos exteriores fueron controlados por los bomberos, bajo tierra sigue activo. Y los ingenieros de minas calculan que podr¨ªa seguir ardiendo al menos durante otros 250 a?os m¨¢s. Las emanaciones t¨®xicas obligaron a desalojar Centralia en 1984 y a reubicar a los vecinos en otros lugares. Todd Domboski, un chico de 12 a?os, muri¨® al caer por una grieta que se abri¨® de repente bajo sus pies. Dicen que a¨²n se le ve por all¨ª, paseando por la vieja carretera, entre la niebla.

4.- Archivos mormones de Granite Mountain

Little Cottonwood. Utah (EE UU)

En los t¨²neles excavados en la roca de esta monta?a se guardan los archivos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ?ltimos D¨ªas, tambi¨¦n conocidos como mormones: millones de registros geneal¨®gicos de habitantes de todo el planeta. Los tuyos tambi¨¦n est¨¢n.

5.- Mausoleo del primer emperador

Xian (China)

A 35 kil¨®metros al este de Xian (capital de la provincia de Shaanxi), en el interior de una colina artificial de m¨¢s de 50 metros de altura, se esconde desde hace 2.200 a?os uno de los mayores misterios arqueol¨®gicos: la tumba del emperador Qin Shihuang (259-210 antes de Cristo), el unificador de China. El Gobierno de Pek¨ªn niega el permiso para excavar, argumentando que hoy por hoy, no existe una tecnolog¨ªa que permita conservar lo que pueda encontrarse. Tambi¨¦n hay miedo de las trampas mortales que puede esconder la tumba. ?Qu¨¦ hay dentro? El historiador chino Sima Qian (145-90 antes de Cristo) describe un lugar fant¨¢stico: "los obreros construyeron en la tumba palacios a escala, pabellones y estancias oficiales, y la llenaron de finas vasijas, piedras preciosas y otras rarezas. Los artesanos recibieron orden de instalar ballestas accionadas mec¨¢nicamente para disparar a cualquier intruso. Se reprodujeron las v¨ªas fluviales, los r¨ªos Yangts¨¦ y Amarillo, e incluso el gran oc¨¦ano, y por ellos circulaba mercurio. En el techo se emplearon perlas brillantes para representar las constelaciones, y en el suelo se plasm¨® la tierra con figuras de p¨¢jaros de oro y plata, y ¨¢rboles grabados en jade. Las l¨¢mparas se colmaron con aceite de ballena para que ardieran hasta la eternidad".