El brutalismo se instala en Instagram
El anta?o denostado estilo arquitect¨®nico es hoy reivindicado gracias a una moderna coalici¨®n: crisis y redes sociales
Si Skepta no es el hombre del momento, lo parece. El ganador del Premio Mercury al mejor disco brit¨¢nico del a?o lleva una racha triunfal que comenz¨® con el v¨ªdeo de Shutdown, que ya ha superado los 25 millones de visionados en YouTube. El ajuste de cuentas con el mundo del rapero negro de Tottenham fue rodado en uno de los complejos brutalistas m¨¢s conocidos de Europa, Barbican Estate.
Y no por casualidad: en 2016, estas colmenas de edificios construidas en los sesenta y setenta en un ¨¢rea de Londres que hab¨ªa sido devastada por los bombardeos alemanes era el escenario perfecto para unas rimas descarnadas y agresivas. Pero no era el primer v¨ªdeo all¨ª grabado. Medio siglo antes, en 1965, Unit 4+2¡¯s, un grupo de pop blanco y encorbatado, fue el primero en hacerlo. Concrete and clay hablaba de parejitas paseando cogidas de la mano sobre aceras brillantes en calles relucientes que hac¨ªan so?ar con un futuro mejor.
De esta an¨¦cdota se pueden sacar varias conclusiones. Una es la omnipresencia del brutalismo en la cultura popular. Otra, que su inclusi¨®n en libros, canciones o pel¨ªculas casi nunca es neutra y expresa no solo un gusto personal, tambi¨¦n nos habla del tiempo en que vivimos. Y la m¨¢s importante: que puede servir para expresar ideas opuestas: Esperanza y desesperanza. Belleza y fealdad.?
La arquitectura brutalista fue creada b¨¢sicamente por el arquitecto suizo Le Corbusier, que se enamor¨® de las posibilidades del hormig¨®n. Barato y abundante, es el segundo material m¨¢s consumido del mundo despu¨¦s del agua. La primera ola de brutalistas lo consideraba la sustancia perfecta para reconstruir un mundo, el de los a?os cincuenta, arrasado tras la Segunda Guerra Mundial. El brutalismo enseguida se convirti¨® en la tendencia arquitect¨®nica reinante.
Pero ese mismo ¨¦xito llevaba consigo su condena. Convertido en el arma del desarrollismo m¨¢s salvaje, el brutalismo se plasm¨® en el imaginario popular en plazas desoladas y edificios monstruosos y sin alma. Su mismo nombre, derivado de b¨¦ton brut, que en franc¨¦s significa 'hormig¨®n crudo', adquiri¨® una connotaci¨®n despectiva que muchos asocian con brutalidad.
Convertido en el sin¨®nimo de todo lo malo de la arquitectura contempor¨¢nea, despertaba un rechazo tan un¨¢nime que entre sus detractores estaban los conservadores, que lo asociaban con el bloque comunista, y la contracultura de izquierdas. ¡°La opini¨®n p¨²blica se puso en contra del brutalismo mucho antes que los neoliberales, cuando la generaci¨®n antisistema de los sesenta lo tach¨® de fascista¡±, explica el profesor de arquitectura Timothy Rohan.
Pero esa concepci¨®n ha cambiado coincidiendo con la llegada de la crisis y el advenimiento de las redes sociales. ¡°El brutalismo hoy ha desarrollado una capacidad ¨²nica de superar las divisiones de clase. Los obreros y los multimillonarios aprecian su encanto. Incluso si a veces se sienten frustrados por su inflexibilidad, tambi¨¦n son atra¨ªdos por su sencillez. Es f¨¢cil ver por qu¨¦ el brutalismo est¨¢ floreciendo en la era de los movimientos okupas. Pero hay otra fuerza que impulsa el resurgimiento, quiz¨¢s menos austera y desinteresada: la fotograf¨ªa en general, e Instagram en particular¡±, dice el periodista brit¨¢nico Felix Salmon.
Una opini¨®n que confirman libros como Un mundo brutal, publicado recientemente por Phaidon, cuyas fotos ilustran este art¨ªculo. O cuentas de Instagram como New Brutalism, Brutal Architecture, Brutopolis o Brut Group.
¡°Quiero reevaluar el t¨¦rmino brutal. Celebrar lo mejor del canon tradicional y traer a la luz tesoros arquitect¨®nicos brutales pr¨¢cticamente desconocidos que he encontrado en mis viajes reales y virtuales. Recordar que el brutalismo vive en la arquitectura contempor¨¢nea de finales del siglo XX y principios del XXI¡±, dice el autor de?Un mundo brutal, el dise?ador brit¨¢nico Peter Chadwick.
Es parte de un movimiento global que valora su aspecto escult¨®rico en el que tambi¨¦n se podr¨ªa incluir p¨¢ginas de Facebook como The Brutalism Appreciation Society, con casi 50.000 miembros tremendamente activos. Es el signo de los tiempos o, como dice Felix Salmon, ¡°el brutalismo puede ser a¨²n un poco austero para el gusto de muchas personas, pero cuando vives en algo tan fotog¨¦nico, no puedes dejar de sentir un poco de glamour por asociaci¨®n¡±.
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