Ni pobres, ni pocas, ni peque?as
Las radios comunitarias defienden el derecho a la comunicaci¨®n de los pueblos y son vitales para la promoci¨®n del desarrollo, seg¨²n Francesco Diasio, secretario general de la Asociaci¨®n Mundial
El acceso a las frecuencias, el fortalecimiento de las radios y el impacto social son los tres ejes alrededor de los cuales se desempe?a el trabajo de la Asociaci¨®n Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). Entre las metas de la organizaci¨®n, nacida en Montreal en 1983 y con m¨¢s de 4.000 estaciones afiliadas en 120 pa¨ªses, se encuentra tambi¨¦n la promoci¨®n del desarrollo humano de forma sostenible, democr¨¢tica y participativa, adem¨¢s de la defensa del derecho a la comunicaci¨®n de los pueblos.
Francesco Diasio (Treviso, Italia, 1967), secretario general de la asociaci¨®n desde 2014, desvela una realidad que va mucho m¨¢s all¨¢ de las tres P ¡ªpobres, pocas y peque?as¡ª a las que se suele asociar el concepto de radio comunitaria. Para el experto, pueden jugar un papel crucial en la promoci¨®n de los derechos y la sensibilizaci¨®n sobre algunos temas, desde prevenci¨®n del VIH a la erradicaci¨®n de las violencias hacia las mujeres.
Pregunta. ?Qu¨¦ importancia tiene la promoci¨®n del desarrollo para la AMARC?
Respuesta. Formamos parte de un movimiento que incluye distintas radios: en medios urbanos, en el campo, en situaciones de postconflicto. Buscamos dar voz a diversas comunidades, brindar informaci¨®n y dialogar sobre temas que afectan a las personas. Tambi¨¦n trabajamos de forma estrecha con agencias internacionales y organismos no gubernamentales que se centran en temas de desarrollo. Nos preocupamos por los derechos fundamentales, pero insistimos mucho tambi¨¦n sobre los de comunicaci¨®n. En la AMARC, tenemos tres grandes ejes de trabajo: el acceso a las frecuencias, el fortalecimiento de las radios y el impacto social. Los tres son primordiales. La gran funci¨®n de las radios comunitarias es ofrecer un servicio local de inter¨¦s p¨²blico. Abordamos muchos temas que no son de inter¨¦s para las radios comerciales o que se cubren de manera poco amplia en la radio p¨²blica. En esto contamos con la ventaja de llegar a sectores espec¨ªficos y de hacerlo en muchos casos por medio de lenguas minoritarias. Esto tiene un impacto considerable en la difusi¨®n.
P. AMARC ha organizado y participado en diversas campa?as sobre temas vinculados con el desarrollo. ?C¨®mo ha sido este proceso?
R. Las campa?as son un componente de nuestro trabajo entre otros m¨¢s. Por ejemplo, tenemos una agencia de noticias llamada Pulsar que opera desde Brasil. En el caso de las campa?as, nos movemos en dos direcciones. Si nos percatamos de que nuestros miembros expresan inter¨¦s o preocupaci¨®n por un tema espec¨ªfico y nos damos cuenta que es transversal, sabemos que una campa?a puede llevarse a cabo. La otra forma es apoyar desde la radio a un tema que est¨¦ siendo promovido por agencias o instituciones. En algunos casos proponemos que las estaciones participantes difundan un anuncio. Tambi¨¦n ocurre que las radios realizan contenidos propios y las apoyamos en la difusi¨®n. La AMARC obtiene financiamiento principalmente de fundaciones privadas y de convenios con agencias y organismos internacionales. Una parte de estos recursos se dirige a un fondo global para campa?as. Nos interesa que las producciones sean de calidad y que las personas involucradas reciban un pago. Tambi¨¦n tenemos contemplada una parte para la capacitaci¨®n. Estamos muy pendientes de todos los elementos vinculados con la comunicaci¨®n para el desarrollo.
P. En 1992, la AMARC cre¨® una red internacional de mujeres. ?Cu¨¢l es su papel hoy en las radios comunitarias?
R. Es fundamental. Nos hemos implicado tambi¨¦n con una campa?a contra la violencia de g¨¦nero. Buscamos actuar a trav¨¦s de contenidos y, de igual manera, en el terreno. Seguimos trabajando sobre un c¨®digo de autorreglamentaci¨®n para radios comunitarias en el norte de ?frica con una perspectiva de g¨¦nero. Estamos tambi¨¦n intentando efectuar un trabajo con las autoridades de regulaci¨®n; elaborando un documento con algunas recomendaciones para que se incluya dentro de sus procedimientos, desde la atribuci¨®n de las frecuencias a una mayor participaci¨®n de las mujeres en los cuadros directivos.
Abordamos muchos temas que no son de inter¨¦s para las radios comerciales o que se cubren de manera poco amplia en la radio p¨²blica Francesco Diasio, secretario general AMARC
P. ?En qu¨¦ campa?as relacionadas con enfermedades se ha implicado la AMARC?
R. Hemos impulsado distintas campa?as con las radios afiliadas a nuestra asociaci¨®n. Desde hace a?os nos implicamos en la prevenci¨®n del VIH. Tambi¨¦n llevamos a cabo una campa?a en 20 pa¨ªses latinoamericanos sobre el zika. Estimamos que el anuncio fue transmitido m¨¢s de 10.000 veces. Esto es mucho m¨¢s de lo que pod¨ªan hacer medios locales o nacionales. Medir el impacto de una campa?a es algo en lo que reflexionamos frecuentemente. Es dif¨ªcil calcularlo. No se puede saber, por ejemplo, cu¨¢ntos contagios se evitaron con esta campa?a, pero hemos hecho un esfuerzo muy grande. Los proyectos de salud se realizan siempre en colaboraci¨®n con otras instituciones, como la Cruz Roja. Tambi¨¦n en ?frica difundimos informaci¨®n sobre el ¨¦bola, pero la capacidad de comunicaci¨®n en ciertas regiones es compleja.
P. ?C¨®mo se ha implicado la AMARC en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y en la seguridad alimentaria?
Seg¨²n la Unesco, el 93% de las agresiones contra periodistas se dan por el trabajo en medios locales
R. La AMARC tiene un acuerdo con la FAO desde hace ocho a?os para abordar temas relacionados con alimentos. Cooperamos igualmente con la Unesco. Tenemos una estrategia a largo plazo para fomentar con estas instituciones plataformas de comunicaci¨®n en ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina. En noviembre pasado, la AMARC organiz¨® una cobertura de la Cumbre de Naciones Unidas para el Cambio Clim¨¢tico de Marrakech, la COP 22, gracias a un equipo transnacional. Elaboramos mucho material informativo en distintos idiomas y, por primera vez en Marruecos, utilizamos una frecuencia de radio FM.
P. ?Cu¨¢l es el papel de las radios comunitarias en situaciones de desastre?
R. Tenemos experiencia en la AMARC en distintas situaciones de este tipo. El papel de la radio en estas tragedias es fundamental. Puedo comentar dos ejemplos: el terremoto en Hait¨ª en 2010 y el de Nepal en 2015. Nos concentramos en dos asuntos puntuales: el apoyo t¨¦cnico y la programaci¨®n. Sobre el primero, hablamos de la reconstrucci¨®n de estudios, de conseguir equipos, de establecer contactos con periodistas y voluntarios, de una reorganizaci¨®n de actividades. Despu¨¦s est¨¢ la programaci¨®n. La producci¨®n de informaci¨®n es sumamente valiosa. Hay que suministrar a la gente todo un paquete de informaci¨®n. Hablo por ejemplo de c¨®mo pueden tramitar documentos extraviados, mencionar el suministro de alimentos, alertar sobre brotes de enfermedades.
P. ?Por qu¨¦ la AMARC ha mostrado preocupaci¨®n por la seguridad de los periodistas locales?
R. Es una batalla muy importante. Las cifras muestran que no son los periodistas de los grandes medios los que m¨¢s est¨¢n en riesgo. Seg¨²n la Unesco, el 93% de las agresiones contra periodistas se dan por el trabajo en medios locales. Es un escenario muy duro: hablamos de mafias, de conflictos civiles, de problemas incluso con algunas autoridades. Los periodistas locales son el blanco de distintos grupos. Es dif¨ªcil actuar, porque no queremos que con ello los periodistas sufran las consecuencias. La situaci¨®n es grave por ejemplo en Am¨¦rica Latina y hay colegas en Egipto con muchos problemas. En marzo estaremos con otros grupos en Washington, en la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, para presentar un reporte que hemos elaborado sobre la impunidad. Es mejor hacer presiones desde instancias internacionales. Se podr¨ªa hacer m¨¢s, pero es un tema muy sensible.
P. ?Cu¨¢l el trabajo de las radios comunitarias en los pa¨ªses desarrollados?
R. Es muy frecuente que al pensar en las radios comunitarias se haga referencia a las tres P: pobres, pocas y peque?as. Muchos de nuestros proyectos est¨¢n concentrados en Am¨¦rica Latina, ?frica y Asia, pero trabajamos tambi¨¦n en iniciativas con estaciones en Europa y Norteam¨¦rica. Varias de estas estaciones tienen una audiencia muy grande. Pienso, por ejemplo, en mi pa¨ªs y puedo citar a la Radio Popolare de Mil¨¢n, que naci¨® en 1975. Tiene cerca de 150.000 radioescuchas por d¨ªa. Hay tambi¨¦n estaciones de peso en Alemania y Francia. Canad¨¢ cuenta con una red de radios comunitarias muy s¨®lida. Son radios que abordan temas de inter¨¦s para la vida de la gente de las ciudades y hay igualmente estaciones para el p¨²blico en peque?as poblaciones. Estas radios tambi¨¦n participan en campa?as sobre temas globales y representan una gran ventana, al igual que emisoras en otras zonas del mundo, para la promoci¨®n de lenguas y culturas. Tienen una fuerza informativa muy grande. Varias de estas radios van m¨¢s all¨¢ de la informaci¨®n local. Tambi¨¦n elaboran noticias nacionales e internacionales. Es un punto que a mi parecer debe buscarse: que un oyente no cambie de estaci¨®n para buscar contenidos que no sean locales. Claro, esto tiene que ver en gran medida con los recursos.
P. ?Cu¨¢les son los retos para la AMARC en los pr¨®ximos a?os?
R. Seguiremos trabajando en iniciativas que tengan que ver con los derechos fundamentales. El tema de las mujeres nos parece de gran relevancia, junto con la cuesti¨®n del cambio clim¨¢tico. La posibilidad de abordar tem¨¢ticas de inter¨¦s para las comunidades tiene como primer punto el acceso a la radio, ya sea de forma anal¨®gica o digital. Buscamos el reconocimiento de los derechos de comunicaci¨®n de los pueblos. Nos hemos percatado de que, por desgracia, en algunos pa¨ªses estos derechos no est¨¢n siendo respetados a pesar de que han sido reconocidos. En la AMARC subrayamos, por ejemplo, la importancia de tener acceso a espectros que no se usan. Hay que utilizar estos espacios dejados de lado por la radio comercial y la radio p¨²blica para lograr mayores resultados en t¨¦rminos de comunicaci¨®n comunitaria.
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