Sorpresas en Boquete
En plena cosecha en Panam¨¢, el caf¨¦ todav¨ªa reposa antes de que las tostadoras empiecen a ponerse en marcha. Hay que darle descanso despu¨¦s del secado para que asiente sus virtudes
Llego a Boquete buscando caf¨¦, como casi siempre que vengo a Panam¨¢. Es el lugar de origen de algunos de los caf¨¦s m¨¢s cotizados y valorados del mundo. Me aparezco en plena cosecha y el producto est¨¢, pero todav¨ªa reposa antes de que las tostadoras empiecen a ponerse en marcha. Hay que darle descanso despu¨¦s del secado para que asiente sus virtudes. Al de aqu¨ª se le suponen las bondades, sobre todo si es un geisha, la variedad que ha convertido este peque?o pueblo en una de las referencias so?adas por el universo cafetero. Paso por el beneficio de Elida Estate a conversar con Wilford Lamastus mientras catamos algunas muestras de la cosecha en marcha ¡ª"todav¨ªa es pronto, pero con esto te puedes ir haciendo una idea de lo que se viene", me avisa¡ª y pruebo un par de geishas y unos t¨ªpica (otra de las variedades a tener en cuenta por esta zona) que est¨¢n para ser recordados. En la pared de la sala han colgado una fotocopia con las cotizaciones alcanzadas por los caf¨¦s de la casa en la subasta concurso del verano pasado. El ganador se pag¨® a 275 d¨®lares la libra ¡ªunos 600 d¨®lares por kilo¡ª y se fue a Tokio. Wilford me ense?a la referencia del precio de venta al p¨²blico en la tienda que lo compr¨®: 24.000 yenes (214,3 d¨®lares) los 100 gramos. Me recupero del mareo sin llegar a saber a cu¨¢nto sale cada sorbo; es imposible establecer una relaci¨®n cuerda con una taza de caf¨¦ cuando tienes esos n¨²meros en la cabeza. El d¨ªa antes paso por Finca Eleta en busca de lo que consiguen con su variedad bourbon, que tampoco se maneja nada mal, y encuentro una escuela con tres aulas y casi un centenar de ni?os. Pertenecen a la etnia gn?be bugl¨¦, son hijos de los cosechadores que hacen la campa?a del caf¨¦ y los acogen los cinco meses que dura la faena.
Estoy en plena cordillera de Talamanca, a 50 kil¨®metros del Pac¨ªfico, y aqu¨ª todo es diferente. Las noches exigen manta y de d¨ªa todo se vuelve primavera. Lo mejor es que esta tierra muestra un dinamismo poco habitual. Veo que Elida Estate aprovecha las bayas que rodean el grano de caf¨¦ secado de forma natural para ofrecer un nuevo producto destinado a infusiones, pura fruta, elegante y sutil, pero la gran novedad es el licor de caf¨¦ geisha que est¨¢ a punto de lanzar Don Pachi Estate. Lo pruebo con su creador, Francisco Serrac¨ªn, y hago lo imposible para distraer la botella y meterla en la maleta. Apetece tenerlo a mano.
Tambi¨¦n visito los dominios de Lourdes Guerra. Le dicen La Granjerita, como la marca que cre¨® hace apenas tres a?os en el patio de su casa. Hoy cultiva dos hect¨¢reas y cosecha la mayor parte de las hortalizas org¨¢nicas que consume ciudad de Panam¨¢. Hay un poco de todo, desde acelga a col china o fresas, pasando por una buena cantidad de hierbas arom¨¢ticas, y unos tomates que devuelven el sabor real de este fruto. Tambi¨¦n cultiva bajo pedido, como una variedad de ma¨ªz rojo que ha tra¨ªdo Mario Castrell¨®n, responsable del restaurante Maito, en Ciudad de Panam¨¢. Despu¨¦s de un par de a?os de b¨²squeda ha encontrado unas panochas y ha pedido que las plante para incorporar el grano a sus men¨²s.
Boquete es un pueblo diferente, y desde alg¨²n punto de vista extra?o. Proporciona los mejores caf¨¦s del pa¨ªs y algunos de los m¨¢s cotizados de Am¨¦rica Latina pero casi es imposible conseguir que te sirvan un caf¨¦ bien hecho. Estoy a punto de rendirme cuando Daniele me ofrece un buen expresso en Colibr¨ª, un cuidado restaurante donde quieren hacer bien las cosas. No hay muchas alternativas, m¨¢s all¨¢ del Big Daddy, un local modesto en el que saben dar buen punto a los pescados. La otra sorpresa es la Boquete Brewing Company, levantada hace unos meses por Jes¨²s S¨¢nchez. Cada d¨ªa propone dos sidras y dos cervezas hechas en la casa, adem¨¢s de lo que llaman cervezas invitadas producidas por otros cerveceros artesanos. La sidra de mel¨®n que sirven hoy es como para ponerle un piso y las cervezas resultan amables y sensatas.
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