Destinos de cine para enamorados
Lugares donde intercambiar besos y confidencias
Par¨ªs
"With the whole world crumbling, we pick this time to fall in love" (El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos), le dice Ingrid Bergman a Humphrey Bogart en un momento cumbre de Casablanca.
En fin, siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs, ¡°La cit¨¦ de l'amour¡±. Y no de cualquier amor, sino de L¡¯amour fou, ese arrebato pasional con el que los parisienses venden tan bien sus puentes en el cine: del Pont-Neuf, donde Juliette Binoche y Denis Lavant viven su amargo romance clochard, al puente de Bir-Hakeim, o pont de Passy, donde se cruzan, bajo las v¨ªas del metro, las vidas de Marlon Brando y Mar¨ªa Schneider en El ¨²ltimo tango en Par¨ªs. Los fetichistas ten¨¦is adem¨¢s el Bois de Boulogne, donde Luis Bu?uel at¨® a un ¨¢rbol a Catherine Deneuve en Belle de jour.
Nueva York?
Si hay una ciudad donde caben todos los amores y desamores, sobre todo los cinematogr¨¢ficos, esa es Nueva York. Desde La tentaci¨®n vive arriba y El apartamento, de Billy Wilder, hasta Manhattan, de Woody Allen, pasando por Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's), la maravillosa adaptaci¨®n de Blake Edwards de la novela hom¨®nima de Truman Capote; una obra perfecta con im¨¢genes ic¨®nicas como la de Audrey Hepburn buscando un gato bajo la lluvia, arropada por las notas de Moon River.
Tokio?
En Lost In Translation, de Sophia Coppola, Bill Murray interpreta a un actor en decadencia que viaja a Tokio para rodar un anuncio de whisky. En el hotel, alucinado por el jetlag y las luces de Tokio, Murray conoce a la joven esposa (Scarlett Johansson) de un fot¨®grafo moderno, que tampoco tiene sue?o. Su imposible amor de duermevela coincide en lugares como el New York Bar & Grill, en piso 52 del Park Hyatt, en las alturas del barrio de Shinjuku. Cerca de all¨ª, al norte de la estaci¨®n de Shibuya se encuentra Dogenzaka, zona de ocio nocturno que concentra restaurantes tem¨¢ticos y delirantes love hotels (establecimientos que hospedan a parejas por horas) con la atm¨®sfera m¨¢s kitsh que se pueda imaginar. M¨¢s dif¨ªcil es encontrar el Tokio anterior a la Segunda Guerra Mundial que muestra El imperio de los sentidos. En la tradici¨®n de los grabados er¨®ticos de Utamaro, y bas¨¢ndose en un hecho real ocurrido en 1936, el cineasta japon¨¦s Nagisa ?shima cuenta la historia de Sada y Kichizo, una tragedia de amor, posesi¨®n, sexo y muerte que en su estreno caus¨® revuelo por la franqueza de sus escenas er¨®ticas.
Arezzo (Italia)
"El coraz¨®n es un horno de fuego". Esta frase del libro El paciente ingl¨¦s, de Michael Ondaatje, inspir¨® a Anthony Minghella para rodar una historia de amor incendiario interpretada por Ralph Fiennes, Kristin Scott Thomas, Juliette Binoche y Willem Dafoe. En una iglesia de la Toscana, en Italia, suspendida por un arn¨¦s, Juliette Binoche, la enfermera canadiense que cuida del misterioso y quemado paciente ingl¨¦s (Ralph Fiennes), vuela hasta la b¨®veda sosteniendo una antorcha el¨¦ctrica que desvela rostros, cuerpos, ¨¢ngeles. La secuencia fue rodada en la capilla mayor de la bas¨ªlica de San Francisco de Arezzo, iluminada por la maravillosa serie de 12 frescos que Piero della Francesca pint¨® a mediados del siglo XV con episodios b¨ªblicos y legendarios. Como contrapunto, un flashback del filme muestra a Ralph Fiennes descubriendo las pinturas rupestres escondidas en la Cueva de los Nadadores, en la meseta de Gilf Kebir, en Egipto, la gruta donde tendr¨¢ que dejar a su amante Katharine (Kristin Scott Thomas), herida tras un accidente de avioneta: "Ll¨¦vame al palacio de los vientos...".
Madison (Iowa, EE UU)
¡°Eran buenos sue?os. No se realizaron, pero me alegro de haberlos tenido¡±, le dice Clint Eastwood a Meryl Streep en una conmovedora secuencia de Los puentes de Madison, una de las historias de amor que m¨¢s ha hecho llorar a los espectadores en el cine. El responsable es Robert, fot¨®grafo de National Geographic que, harto de selvas, monta?as y desiertos, encuentra el v¨¦rtigo del amor en una granja familiar de Iowa (EE UU). Por su culpa, a los fot¨®grafos nos corren a gorrazos en Iowa en cuanto ense?amos el zum.
Piedras Negras (M¨¦xico)
¡°Como de costumbre, Tita lloraba mientras picaba la cebolla. Ten¨ªa la vista tan nublada que sin darse cuenta se cort¨® un dedo con el cuchillo. Lanz¨® un grito de rabia y prosigui¨® como si nada con la preparaci¨®n del champandongo. En esos momentos no se pod¨ªa dar ni siquiera un segundo para atenderle la herida. Hoy por la noche vendr¨ªa John a pedir su mano y ten¨ªa que prepararle una buena cena en tan s¨®lo media hora. A Tita no le gustaba cocinar con premura¡±. En Como agua para chocolate, una joven hacendada pasa su vida entre moles, champandogos, huitlacoches, pozoles, chilpacholes y otros deliciosos y enigm¨¢ticos platos de la cocina mexicana. El amor y la pasi¨®n acabar¨¢n ali?ando su coraz¨®n en la adaptaci¨®n al cine de la novela hom¨®nima de Laura Esquivel.
Londres?
En la d¨¦cada de 1990, la capital brit¨¢nica fue escenario de comedias rom¨¢nticas como Notting Hill, de Roger Michell, protagonizada por Hugh Grant, Julia Roberts, o Cuatro bodas y un funeral, de Mike Newell, con Hugh Grant, Andie MacDowell y James Fleet. De talante muy distino es 9 Songs, de Michael Winterbottom, una historia de amour fou ambientada en los conciertos de la noche londinense. En ella, Kieran O'Brien y Margo Stilley se entregan en cuerpo y alma, sobre todo en cuerpo, a sus respectivos papeles. En Londres tambi¨¦n transcurre una de mis pel¨ªculas fetiche: Blow-Up (1966), de Michelangelo Antonioni, traducida en Espa?a como Deseo de una ma?ana de verano. En este filme, Thomas, un fot¨®grafo de moda interpretado por David Hemmings, descubre al revelar las fotos tomadas en un parque londinense (Maryon Park) algo que su ojo hab¨ªa pasado por alto, pero no as¨ª la c¨¢mara. El personaje est¨¢ basado en un fot¨®grafo real: David Bailey. Blow up est¨¢ inspirada en el cuento Las babas del Diablo, del escritor argentino Julio Cort¨¢zar, que aparece como cameo en un plano de la misma.
Roma?
En Vacaciones en Roma, de William Wyler, Audrey Hepburn interpreta a una princesa que baila, se corta el pelo, monta en Vespa y se deja camelar por un periodista con principios llamado Gregory Peck, en la historia en blanco y negro de un breve romance vacacional que da la vuelta al argumento de La Cenicienta. Nada que ver con Cal¨ªgula, un filme er¨®tico del italiano Tinto Brass en el que Malcolm McDowell, Teresa Ann Savoy y Peter O'Toole ponen el talento interpretativo, y un largo elenco de actores desconocidos la carne (de la parte del lomo bajo) en el asador, sobre todo en la escena de la org¨ªa, dirigida e interpretada con mucha entrega.
R¨ªo de Janeiro
Estar¨¦is pensando en sensuales garotas y musculosos mulatos. Pues no. La escena m¨¢s caliente rodada en R¨ªo es el beso en blanco y negro entre Cary Grant e Ingrid Bergman en la pel¨ªcula Encadenados, de Alfred Hitchcock, uno de los m¨¢s largos y sensuales de la historia del cine. Hubo que usar tenazas para separarlos.
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