La vida de color rosa

El rosa fucsia, chicle y pastel inund¨® las calles en la multitudinaria marcha de las mujeres que se celebr¨® el pasado 21 de enero en Washington y en muchas otras ciudades del mundo. Las responsables de ese mar rosa fueron las chicas de?Pussyhat Project, que, parafraseando a Donald Trump y haciendo uso de kil¨®metros y kil¨®metros de lana rosa, animaron a las participantes a ponerse un gorro con orejas de gato. Gracias a la convocatoria, muchas expertas en el arte del punto se ofrecieron para tejer esos miles de gorros. La famosa actriz Cate Blanchett fue una de ellas. Pero m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota, el gesto tiene un significado de mayor trascendencia: la reivindicaci¨®n del rosa como color femenino, poderoso y sin complejos: ¡°El rosa se considera un color muy femenino que representa cari?o, compasi¨®n y amor, cualidades que lo han se?alado como d¨¦bil pero que en realidad son fuertes. Vestir de rosa juntas es un poderoso manifiesto de que sin remordimientos todas somos femeninas y defendemos los derechos de las mujeres¡±, explicaban las chicas del proyecto Pussyhat en su p¨¢gina web.

Si durante a?os el lila ha sido el color del feminismo como s¨ªmbolo de igualdad ¡ªes el tono que surge al unir el azul y el rosa¡ª parece que ahora el rosa busca su sitio para llevar hacia nuevas dimensiones lo cursi o lo infantil. Lo suave como arma lo han venido reivindicando desde los m¨¢rgenes las chicas de la cuarta ola feminista durante los ¨²ltimos a?os, como la sueca Arvida Bystr?m o Lora Mathis. El anuncio en 2016 del rosa cuarzo y el azul serenity como los tonos Pantone del a?o llevaba estos dos favoritos de las subculturas online a la cultura de masas. Aunque lo m¨¢s interesante de esta doble nominaci¨®n fue presentar el rosa y azul pastel como colores que se mezclan pero que tambi¨¦n mantienen sus propias individualidades en un degradado que buscaba integrar a la conversaci¨®n otros temas relevantes como la fluidez de g¨¦nero y sexualidad.

La moda no se ha mantenido ajena al estallido del rosa, de hecho, ha sido la primera en incorporar con gusto y en exceso este color desde hace ya varias temporadas hasta culminar esta pr¨®xima primavera-verano en una explosi¨®n de rosas, tal y como nos lo confirma Pere Ortega Saeta, uno de los integrantes de The Color Community, un colectivo fundado en 2013 en Barcelona que hace predicciones de colores: ¡°No hay duda de que la gran consumidora de tendencias es la moda, despu¨¦s viene el dise?o gr¨¢fico, el producto y, finalmente, el mundo del interiorismo¡±.

Mientras que los tonos m¨¢s diluidos del rosa vistos en las colecciones para la pr¨®xima temporada de Preen by Thornton, Chlo¨¦, Fendi o Blumarine apoyados por otros tonos suaves son ya para Ortega un imprescindible, ¡°casi un b¨¢sico¡±, los rosas fucsias vibrantes son ¡°para romper t¨®picos¡±. No es casual pues que encontremos rosas m¨¢s chillones y contestatarios en las colecciones de C¨¦line, Valentino y Balenciaga.

El uso del rosa en el mundo de la moda femenina ha sido constante. Yves Saint Laurent declar¨® que su color preferido despu¨¦s del negro era el rosa. Schiaparelli ti?¨® su etiqueta de rosa con su llamativo shocking pink, un color que, seg¨²n la creadora: ¡°Te da la vida, como si pusieras juntos a toda la luz, los p¨¢jaros y peces del mundo, un color de China y Per¨²¡±. Crist¨®bal Balenciaga recurr¨ªa a menudo al fucsia para sus creaciones de noche, como por ejemplo en el impactante conjunto de vestido y capa de 1963 inspirado en el traje que luc¨ªan los cardenales. Y Rei Kawakubo regresar¨ªa al rosa, uno de sus colores recurrentes, en algunos de los conjuntos de su pasada colecci¨®n de invierno. Si bien en el pasado el color fue usado, sobre todo, en un ¨¢mbito festivo y nocturno, de un tiempo para aqu¨ª el rosa empieza a introducirse en el uso diario desafiando ideas preconcebidas. Valerie Steele, una de las expertas en moda m¨¢s reputadas y responsable del FIT Museum, se encuentra preparando una gran exposici¨®n para el 2018 sobre este color. Parece que queda rosa para rato.