Machismo en la red

Este a?o finalizar¨¢ con 56 asesinadas, no es una buena marca pero se hizo lo que se pudo, a ver si en 2016 doblamos esa cifra, gracias¡±. Este es uno de los muchos mensajes que Berenguer Jordi Moya Hern¨¢ndez escribi¨® en Twitter entre 2015 y 2016. No solo se dedic¨® el joven de 21 a?os a lanzar diatribas contra las mujeres a sus 2.000 seguidores en la red social. Tambi¨¦n apoy¨® el yihadismo, quej¨¢ndose por ejemplo de que no hubiera m¨¢s atentados como los del 11-S. Esos tuits le han costado la c¨¢rcel. La Audiencia Nacional le ha condenado a dos a?os de prisi¨®n (uno por delitos de odio contra las mujeres y otro por enaltecimiento del terrorismo). Durante el juicio, asegur¨® que lo que intentaba era ¡°sensibilizar¡± sobre la violencia de g¨¦nero. Los jueces no lo consideraron as¨ª, ya que, seg¨²n aseguraron, esta clase de comentarios no se pueden calificar como broma o humor negro. Por diligente que pueda parecer aqu¨ª la justicia, no es habitual que este tipo de tuits que fomentan la violencia machista tengan castigo. De hecho, esta es la primera condena por delitos de odio contra las mujeres en redes sociales, mientras que en 2015 fueron 23 las condenas por delitos de enaltecimiento del terrorismo en Twitter o Facebook. ?Qu¨¦ est¨¢ fallando para que, hasta ahora, comentarios como el de Moya Hern¨¢ndez hayan quedado impunes? ?Por qu¨¦ se castiga con mayor dureza la apolog¨ªa del terrorismo que la de los asesinatos de mujeres?

Las asociaciones feministas luchan a diario contra la difusi¨®n de estos contenidos. En enero pasado, por ejemplo, la Asociaci¨®n de Mujeres Juezas de Espa?a y la Associaci¨® de Dones Juristes se movilizaron contra varios usuarios de las redes sociales que promov¨ªan la violencia contra las mujeres. Consideran que la persecuci¨®n de comentarios que vejan a la mujer y que promueven la violencia contra ella pasan inadvertidos. Pese a los esfuerzos, solo han logrado el cierre de las cuentas de Twitter implicadas. Este limitado castigo contrasta con otro caso muy debatido estos d¨ªas: las bromas lanzadas por la tuitera Cassandra (su alias en la red social) en relaci¨®n con el asesinato de Carrero Blanco, por las que se enfrenta a dos a?os y seis meses de c¨¢rcel. Hasta la propia familia del militar considera la petici¨®n de la Fiscal¨ªa ¡°un disparate¡±. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que los comentarios machistas animan a cometer un delito, mientras que la muerte de Carrero Blanco es un hecho que sucedi¨® hace 43 a?os.

En ambos casos, la duda siempre es hasta qu¨¦ punto se trata de libertad de expresi¨®n o apolog¨ªa de la violencia. Las condenas por este tipo de delitos est¨¢n recogidas en el art¨ªculo 510 del C¨®digo Penal, que requiere de la interpretaci¨®n judicial para dilucidar si los comentarios son constitutivos de delito o si quedan amparados en la libertad de expresi¨®n. En 2015, el Tribunal Supremo dej¨® claro que son delito en la medida en que ¡°puedan ser considerados una manifestaci¨®n del discurso del odio por propiciar o alentar, aunque sea de manera indirecta, una situaci¨®n de riesgo para las personas o derechos de terceros o para el propio sistema de libertades¡±. ?Bromear sobre los asesinatos de mujeres no siempre lo es?