La verdadera riqueza est¨¢ en la lengua materna
Este martes se conmemora su d¨ªa internacional. Este a?o est¨¢ dedicado a la educaci¨®n pluriling¨¹e
En el mundo se hablan aproximadamente 7.000 idiomas, de los cuales, el 50% es probable que desaparezca en unas pocas generaciones. De los idiomas que sobrevivan, el 96% corresponder¨¢ a lenguas que solo ser¨¢n habladas por el 4% de la poblaci¨®n mundial. El resto de la poblaci¨®n hablar¨¢ unos pocos idiomas que se convertir¨¢n en mayoritarios. Este pron¨®stico apremi¨® a que la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco) estableciera en 1999, el 21 de febrero como D¨ªa Internacional de la Lengua Materna. Este a?o, la celebraci¨®n est¨¢ dedicada a la educaci¨®n pluriling¨¹e.
Seg¨²n manifiesta la Unesco, los idiomas, con su compleja imbricaci¨®n con la identidad, la comunicaci¨®n, la integraci¨®n social, la educaci¨®n y el desarrollo, son factores de importancia estrat¨¦gica para las personas y para todo el planeta. Sin embargo, debido a los procesos de mundializaci¨®n que pesan sobre las lenguas existe la amenaza de la desaparici¨®n de muchas de ellas.
Juan Uriagereka, profesor de Ling¨¹¨ªstica de la Universidad de Maryland, asegura que ¡°las lenguas que tienen el futuro asegurado (ingl¨¦s, chino, espa?ol, ¨¢rabe, alem¨¢n o japon¨¦s) pertenecen a tres o cuatro familias ling¨¹¨ªsticas, siendo generosos en el c¨®mputo. Es decir, la mayor¨ªa de la docena y media de familias ling¨¹¨ªsticas existentes hoy en d¨ªa y que han sobrevivido durante miles de a?os est¨¢n abocadas a su desaparici¨®n. Esto es una tragedia que todav¨ªa no hemos comprendido, comparable con la p¨¦rdida de h¨¢bitat salvaje o el calentamiento global.¡±
De la misma opini¨®n es ?ngeles Ruiz de Velasco, doctora en Pedagog¨ªa (UNED) y profesora titular de educaci¨®n infantil en el Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle (Universidad Aut¨®noma de Madrid), quien afirma que la globalizaci¨®n puede convertirse en una amenaza para mantener la diversidad de las lenguas maternas. Fruto de las modas, explica Ruiz de Velasco, ¡°existen familias que, pese a no ser su lengua materna, hablan a sus hijos en ingl¨¦s, convencidos de que as¨ª les costar¨¢ menos aprenderlo. Se olvidan de que el lenguaje, la palabra oral, contiene una carga afectiva, emocional y social, m¨¢s fuerte que la mera instrumentalidad del aprendizaje. ?Se puede consolar a un ni?o cuando se cae o tiene miedo, en un idioma que no sea el que le conecta directamente con la emoci¨®n aut¨¦ntica de la persona en la que busca consuelo o seguridad? Creo que esa es la clave¡±, concluye la pedagoga.
La Unesco considera que la extinci¨®n de los idiomas llevar¨¢ asociado, adem¨¢s, la disminuci¨®n de la diversidad cultural, la p¨¦rdida de posibilidades, tradiciones, recuerdos y modalidades ¨²nicas de pensamiento y expresi¨®n, recursos valiosos y necesarios para lograr un futuro mejor. En este sentido, Pilar Garc¨ªa Mouton, profesora de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), se?ala que ¡°la lengua materna es uno de los bienes fundamentales de las personas. El primer patrimonio que se recibe en la infancia. Llamamos as¨ª a la lengua que se aprende en el entorno familiar, por eso se relaciona con la madre. Lo m¨¢s normal es que tengamos una lengua materna, la primera, la de la familia que, a su vez, suele coincidir con la de la sociedad en la que esa familia vive¡±. Frente a la idea de que la globalizaci¨®n pueda ser una amenaza para mantener la diversidad de las lenguas maternas, Garc¨ªa Mouton opina que ¡°en principio no tendr¨ªa por qu¨¦ serlo, sobre todo en sociedades que han desarrollado una cultura relacionada con su lengua materna¡±. E insiste en que, ¡°aunque es verdad que cada vez se hablan m¨¢s lenguas con gran poder social y econ¨®mico, como el ingl¨¦s o el espa?ol, muchos de sus hablantes no las tienen como lenguas maternas. No expresan en ellas sus emociones y su cultura, solo las utilizan como lenguas vehiculares, es decir, lenguas de relaci¨®n, de negocios o de comunicaci¨®n inmediata¡±.
Asimismo, la Unesco opina que los idiomas desempe?an una funci¨®n vital en el fortalecimiento de la cooperaci¨®n y la consecuci¨®n de la educaci¨®n de calidad para todos, la construcci¨®n de sociedades del conocimiento integradoras y la preservaci¨®n del patrimonio cultural.
Ruiz de Velasco declara que ¡°el mantenimiento de la lengua materna favorece la consecuci¨®n de una educaci¨®n de calidad¡±. Adem¨¢s, expone que ¡°la emoci¨®n de aprender est¨¢ ligada con la lengua materna, que es la que nos conecta directamente con el ¨¢rea cerebral de la emoci¨®n, o con aquellas lenguas que producen en nosotros efectos emocionales¡±. Por ejemplo, afirma Ruiz de Velasco, ¡°un estudiante Erasmus aprende mejor la lengua del pa¨ªs en el que est¨¢ estudiando si hace amigos, se enamora o le gustan las clases a las que asiste¡±.
Asimismo, Garc¨ªa Mouton afirma que ¡°una educaci¨®n de calidad debe basar el aprendizaje, sobre todo el de las primeras etapas, en una ense?anza adecuada de la lengua materna y en la lengua materna. Quien domina su lengua materna desarrolla sus capacidades intelectuales mucho mejor y se expresa y defiende tambi¨¦n mejor. En cambio, quien tenga carencias en su primer aprendizaje ling¨¹¨ªstico tendr¨¢ muchas m¨¢s dificultades para desarrollar sus capacidades, para aprender otras lenguas y ser¨¢ una persona m¨¢s indefensa socialmente¡±.
No obstante, mantener y fomentar las lenguas maternas no est¨¢ en contradicci¨®n con el aprendizaje de idiomas for¨¢neos. As¨ª lo considera Juan Uriagereka, para quien ¡°saber m¨¢s de una lengua es ¨²til por varias razones. Primero, porque te permite conocer m¨¢s gente y sus culturas; segundo, porque ejercitas el cerebro; tercero porque en determinadas circunstancias te puede permitir enrocarte en una identidad, si es que lo necesitas. E incluso, es posible que haya componentes cerebrales que se activen con el aprendizaje de m¨¢s lenguas. Pero, personalmente, no tengo dudas de que fomentar las lenguas, empezando por la materna, es el equivalente a impulsar las humanidades y las artes, junto con las matem¨¢ticas y las ciencias. Todo ello forma parte de la educaci¨®n integral¡±.
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