Isabel Rojas Estap¨¦, psic¨®loga: ¡°Uno de los grandes errores del pasado es que los padres no expresaban sus propias emociones¡±
La tambi¨¦n periodista publica ¡®La neurona exploradora. Necesito un abrazo¡¯, el primero de una serie de cuentos en los que aborda las distintas emociones a las que se tiene que enfrentar un ni?o durante su desarrollo
A poco que se indague en su ¨¢rbol geneal¨®gico se hace evidente que Isabel Rojas Estap¨¦ (Madrid, 33 a?os) estaba predestinada a dedicarse a la mente humana. Con abuelo, t¨ªos, padre (Enrique Rojas) y hermana (Marian) psiquiatras y psic¨®logos, desde el principio se inclin¨® por la salud. Estudi¨® Medicina hasta que, seg¨²n cuenta, entendi¨® que lo importante era ¡°el trato humano y personal con cada uno de los pacientes¡±, as¨ª que se pas¨® a Psicolog¨ªa, carrera que compatibiliz¨® con Periodismo. Sus comienzos profesionales est¨¢n ligados a la televisi¨®n y la radio, pero la pasi¨®n gan¨® la batalla y acab¨® dedic¨¢ndose a lo que m¨¢s le gusta: la psicolog¨ªa. De hecho, trabaja en el Instituto Rojas-Estap¨¦. Adem¨¢s, en 2017 cre¨® Ilussio, una compa?¨ªa dedicada a apoyar a las empresas en la concienciaci¨®n y el acompa?amiento a sus empleados en el ¨¢mbito de la salud mental.
Ahora tambi¨¦n es escritora: acaba de publicar La neurona exploradora. Necesito un abrazo, primero de una serie de cuentos con los que se propone ayudar a ni?os, pero tambi¨¦n a sus padres, a entender y gestionar las emociones que les invaden. Adem¨¢s de la tristeza y la alegr¨ªa (el segundo t¨ªtulo de la psic¨®loga La neurona exploradora: Me baila el coraz¨®n, ya est¨¢ en proceso de producci¨®n), Rojas Estap¨¦ abordar¨¢, en los siguientes cap¨ªtulos, la ira y el miedo.
PREGUNTA. ?Por qu¨¦ ha querido que su primer libro estuviera destinado al p¨²blico infantil?
RESPUESTA. Porque los ni?os son el futuro de la sociedad, la base del ma?ana, los grandes protagonistas de lo que ocurrir¨¢ en el futuro. Por eso siempre me han interesado mucho. Ir¨®nicamente, hoy me dedico a adultos, pero es verdad que muchos de ellos acuden para pedir ayuda de cara a gestionar situaciones y emociones con sus hijos y su familia. Por eso pens¨¦ que ten¨ªa capacidad para hacerlo.
P. El libro se titula Necesito un abrazo. ?Por qu¨¦ es tan importante abrazar a nuestros seres queridos?
R. El abrazo es la forma m¨¢s completa de expresar las emociones. Siempre digo que el abrazo es como el culmen de la corporalidad emocional. Es la forma m¨¢s completa de expresar lo que se siente, porque se emplea todo el cuerpo y no solo los brazos. Por eso creo que es muy importante que volvamos a abrazarnos, no solo que los ni?os abracen a los padres o los padres a los ni?os, sino que haya abrazos entre amigos, conocidos, familiares, hermanos, parejas¡
P. Y a los ni?os, ?qu¨¦ se les transmite con un abrazo?
R. Con un abrazo a los ni?os, adem¨¢s de emociones, se les transmite comprensi¨®n. Porque los ni?os tienen los receptores sensitivos de la piel superactivados. En el momento en que una persona abraza a un ni?o, este se siente comprendido, aceptado, querido¡ De hecho, el abrazo genera esa hermosa hormona, la del v¨ªnculo afectivo, que se llama oxitocina y que en los ni?os se activa de forma m¨¢s r¨¢pida. El abrazo calma, consuela, reconforta. Es ese lugar seguro al que el ni?o siempre puede recurrir.
P. La generaci¨®n anterior ejerc¨ªa un tipo de crianza en la que los progenitores eran mucho m¨¢s fr¨ªos. ?Cree que ahora se abraza lo suficiente a los hijos?
R. En efecto, hemos mejorado mucho en el tema del contacto f¨ªsico con los hijos. Sin embargo, hemos adquirido un patr¨®n por el que solo les abrazamos si hacen algo bueno. Y, sin embargo, hay que dar abrazos diariamente, o casi constantemente. Al llegar a casa les deber¨ªamos dar siempre, por sistema, un beso y un gran abrazo. Hemos mejorado, s¨ª, pero a¨²n hay margen de mejora.
P. ?Se puede abrazar demasiado? Es decir, ?podr¨ªa ser contraproducente?
R. Nunca he visto que nadie abrace demasiado, la realidad es que abrazar es un gustazo, tanto para el que abraza como para el que recibe el abrazo. De hecho, hay abrazos que dan la vida, que reconfortan¡ Sobre todo los de los amigos. Pero en ¨²ltima instancia, si estamos abrazando demasiado es porque hay algo, una emoci¨®n, que no estamos sabiendo gestionar. No olvidemos que el abrazo es una forma de expresar emociones.
P. En el libro, la protagonista est¨¢ triste porque se cambia de ciudad y de colegio. ?C¨®mo deben reaccionar los padres ante la tristeza de los ni?os?
R. Cuando un ni?o est¨¢ triste, por regla general, no llora o, al menos, no de primeras, sino que se evidencia, sobre todo, por su conducta: el ni?o deja de comer su plato favorito, de jugar con sus amigos¡ Cuando empieza a tener estos comportamientos es cuando los padres tenemos que pensar que, probablemente, est¨¢ sufriendo. Es en ese momento cuando el padre tiene que hablar con su hijo, no preguntando, sino dando por hecho que le pasa algo. Es fundamental que empatice y le diga que a ¨¦l tambi¨¦n le pasa o le ha pasado y expresar lo que siente. Y a partir de ah¨ª, tratar de pensar cosas positivas, animar al ni?o a colorear los pensamientos [expresar emociones mediante el dibujo] y, por supuesto, abrazar al peque?o. Este ser¨ªa el recorrido, la pauta psicol¨®gica para poder ayudar a los ni?os a detectar esa emoci¨®n y a poder salir de ella. Es importante ayudarles a que no se queden en esa emoci¨®n, pero tampoco quitarle importancia o decirles que es una tonter¨ªa ponerse triste.
P. ?Por qu¨¦ es relevante que se les apoye y que se respeten sus emociones?
R. Si acallamos las emociones de los hijos, cuando sean mayores, no sabr¨¢n expresarlas. Ense?arles a sentir lo que est¨¢n sintiendo es clave para que sepan gestionar las emociones en el futuro y puedan enfrentarse al miedo, a la frustraci¨®n¡ No hay que quedarse en la emoci¨®n, sino aprender a detectarla para saber sobrellevarla y, por tanto, saber sobreponerse a ella.
P. A menudo se dice que no es bueno que los ni?os nos vean llorar o demostrar tristeza. ?Es correcto?
R. Al contrario. Creo que es un error garrafal. Los ni?os tienen que ver que los padres tambi¨¦n nos emocionamos, sufrimos y sentimos emociones. De hecho, ese ha sido uno de los grandes errores del pasado: como los padres no expresaban sus propias emociones, los ni?os no han sabido hacerlo con las suyas. Los padres tenemos que expresar las emociones y no pasa nada porque nos vean llorar. Al contrario. El ni?o debe saber que los padres tambi¨¦n sufren y que saben sobreponerse.
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