El calent¨®n
En una machada sin precedentes, el presidente de Murcia afirma que no est¨¢ incumpliendo su palabra
En el ¨²ltimo n¨²mero de Letras Libres, Diego Osorno describe la acci¨®n de un alcalde mexicano: d¨ªas antes de dejar el cargo sac¨® a la venta el Ayuntamiento para comprarlo, semanas despu¨¦s, ¨¦l mismo a precio de ganga. Hist¨®ricamente las cosas tienen un valor fuera del poder, y otro distinto dentro.
En Espa?a, por ejemplo, el partido Ciudadanos se present¨® como tutor moral del Partido Popular para corregir sus vicios: una especie de catequista que reconduce por el bien de Espa?a al hijo descarriado poni¨¦ndole hora de llegada y una chapa con los d¨ªas que acumula sin pasar por el juzgado. As¨ª fue c¨®mo el PP accedi¨® a negociar p¨²blicamente el momento en que la mujer del C¨¦sar pod¨ªa seguir si¨¦ndolo y dejar de parecerlo. O hasta d¨®nde se pod¨ªa intoxicar uno sin que afectase al cargo y qu¨¦ delitos se consideraban corrupci¨®n pol¨ªtica, y cu¨¢les pasatiempo.
En Murcia, el candidato del PP amput¨® los miembros gangrenados que le iba se?alando Ciudadanos y acept¨® las cl¨¢usulas por las que ser¨ªa elegido presidente. Una de ellas es conocida: el cargo imputado abandonar¨¢ su puesto. Tras el acuerdo, el candidato Pedro Antonio S¨¢nchez hizo unas declaraciones en las que avis¨® de que si ¨¦l mismo fuera imputado, ¡°dimitir¨ªa¡±. Porque ¡°cumplo lo que firmo y cumplo mi palabra, y no esperar¨ªa que nadie me lo pidiera¡±.
Tras ser imputado, y esperar a que toda la oposici¨®n se lo pidiese, la portavoz del Gobierno de Murcia le dijo ayer a Pepa Bueno que la ¡°l¨ªnea roja es la apertura del juicio oral¡± y, en una machada sin precedentes, que el presidente no est¨¢ incumpliendo su palabra. Es decir: el presidente lo quiere todo. Y esa naturalidad en quererlo no es casual; la atm¨®sfera se presta a nuevas y variadas impunidades, la mayor de ellas la social: no s¨®lo se quiere presentar como respetable incumplir lo firmado, sino que se pretende hacerlo pasar por estricto cumplimiento.
Una de las cosas que m¨¢s r¨¢pido se aprenden en pol¨ªtica es que a la pregunta de ¡°por d¨®nde saldr¨¢¡± siempre aparece una respuesta donde deber¨ªa haber pulcro silencio: los partidos est¨¢n llenos de superagentes consagrados a la entrevista. La diferencia entre ser candidato y ser presidente es parecida al precio del Ayuntamiento mexicano que vendi¨® el alcalde y compr¨® el ciudadano, siendo la misma persona. La verdadera corrupci¨®n espa?ola es que revisando las declaraciones del candidato a la presidencia de Murcia y del presidente, siendo la misma persona, se considera que las primeras, ¨¦sas en las que ¨¦l dice que se ir¨¢ si es imputado porque siempre cumple su palabra, parecen producto de un calent¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.