¡°Si Nigeria fracasa, ?frica fracasa¡±

Los delegados van llegando ya este jueves a la cumbre de emergencia de Oslo sobre el norte de Nigeria y la regi¨®n del lago Chad que se celebra este viernes 24, pero ?por qu¨¦ deber¨ªa preocuparse la gente de la UE de personas que viven en lugar tan lejano?

Dejando de lado la moralidad, he aqu¨ª la raz¨®n del por qu¨¦: esta regi¨®n est¨¢ tr¨¢gicamente infestada por enfermedades que devastan el cuerpo y por ideolog¨ªas enfermas que hacen que las personas cometan actos terroristas extremistas. Ebola, zika y malaria se alimentan de los desnutridos; Boko Haram o el Estado isl¨¢mico captan a los que son vulnerables porque carecen de educaci¨®n b¨¢sica o acceso a oportunidades.

Tal vez no est¨¦ usted interesado en estas aflicciones lejanas, pero ellas s¨ª est¨¢n interesadas en usted. Ese fue el mensaje profundo, poderoso y presagioso de Bono y Bill Gates en la Conferencia de Seguridad de Munich la semana pasada, el mismo que debemos llevar a la cumbre de emergencia de esta semana?[Conferencia Humanitaria de Oslo].

Una mordedura de insecto y una bala de Boko Haram podr¨ªa parecer que no tienen relaci¨®n alguna pero pueden tener la misma consecuencia mortal en regiones inestables del mundo. El Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, se encuentra en el epicentro de estos desaf¨ªos y de los "tres extremos": extrema pobreza, clima extremo e ideolog¨ªa extrema.

Este tr¨ªo ha destruido millones de hogares, miles de escuelas, cl¨ªnicas cerradas, carreteras y puentes, destruy¨® granjas y caus¨® el desplazamiento de 2,5 millones de personas. La p¨¦rdida de esta infraestructura vital y su desplazamiento forzoso significa que est¨¢n en riesgo de hambruna. Antes del infierno de Boko Haram y de la resistencia armada en su contra, d¨¦cadas de negligencia y corrupci¨®n desenfrenada ya hab¨ªan empobrecido a los ciudadanos.

La desesperaci¨®n, el descontento y la frustraci¨®n aumentaron gradualmente, especialmente entre los j¨®venes. No hay mejor campa?a de reclutamiento para los extremistas violentos que las comunidades empobrecidas y las ¨¦lites corruptas - y as¨ª Boko Haram aument¨® sus filas con hombres j¨®venes y desesperados. D¨¦bil como era la zona ya antes de la aparici¨®n del extremismo, la batalla por la estabilidad y el desarrollo qued¨® atr¨¢s. Podemos y debemos invertir esta tendencia.

Cuando hace unos meses conoc¨ª en Borno a Amina, de 20 a?os, madre de seis hijos su marido se hab¨ªa perdido con Boko Haram. Cuando Amina necesita ayuda, ?a qui¨¦n se dirige? ?Seremos nosotros, trabajando con la sociedad civil local y con buenos actores en el gobierno, con nuestra promesa de estabilidad, o le dejaremos esta tarea a ellos, a Boko Haram, con su mensaje de extremismo violento?

Esa es la dura elecci¨®n a las que nos enfrentamos. Si Nigeria fracasa, ?frica fracasa. Y si ?frica fracasa, ?podr¨¢ Europa asumirlo? Hemos visto lo sucedido con la guerra civil de Siria, y la poblaci¨®n de Nigeria y del Sahel es 30 veces mayor.

Europa ha luchado para hacer frente a la afluencia de personas. Pero si no actuamos ahora, los extremistas no sufrir¨¢n escasez de reclutas. La poblaci¨®n de la regi¨®n se duplicar¨¢ en las pr¨®ximas d¨¦cadas, y la poblaci¨®n de ?frica en su conjunto se duplicar¨¢ para 2050, de 1.200 millones de habitantes a 2.500 millones.

En lugar de aumentar la miseria y amenazar la estabilidad, este boom de la poblaci¨®n debe, sin embargo, ser una oportunidad para la regi¨®n y el mundo. Los economistas lo llaman un dividendo demogr¨¢fico - crecimiento econ¨®mico acelerado porque hay una mayor proporci¨®n de la poblaci¨®n en edad de trabajar disponible para contribuir al crecimiento de la econom¨ªa.

Sin embargo, para conseguir ese dividendo, las inversiones deben ser en educaci¨®n, empleo y empoderamiento. Actualmente, en regiones como el noreste de Nigeria, estas no existen: millones de ni?os est¨¢n fuera de la escuela, la mayor¨ªa ni?as. Educar a los hijos de Amina no s¨®lo les brindar¨¢ oportunidades para toda la vida, sino que los proteger¨¢ de amenazas como Boko Haram.

Mandarlos a la escuela enviar¨¢ una se?al de la intenci¨®n global de derrotar al terror. Despu¨¦s de todo, traducido, Boko Haram significa "la educaci¨®n occidental est¨¢ prohibida". Pero la educaci¨®n por s¨ª sola no es suficiente. Debe ir acompa?ada de oportunidades de empleo y de empoderamiento de los ciudadanos. Se necesita coordinaci¨®n empresarial, gubernamental y c¨ªvica con un sector de seguridad responsable. El sector privado debe ser incentivado para invertir en infraestructura. Se deben mejorar los servicios b¨¢sicos de salud y nutrici¨®n que los ciudadanos necesitan urgentemente. Importante es que las organizaciones locales de la sociedad civil sean apoyadas para que puedan tener en cuenta a quienes se les promete estas mejoras.

Debemos impulsar las leyes contra la corrupci¨®n, como las que exigen informaci¨®n sobre la propiedad de las compa?¨ªas y fideicomisos an¨®nimos actualmente disponibles. Esto ayudar¨¢ a los excelentes activistas locales y mundiales contra la corrupci¨®n a "seguir el dinero" a trav¨¦s del sistema para asegurar que nuestra ayuda y los impuestos locales aumentan realmente los servicios de salud, nutrici¨®n y educaci¨®n. Todo esto costar¨¢. Pero no hacer estas inversiones costar¨¢ decenas de miles de millones m¨¢s, millones de vidas perdidas, y aumentar¨¢ las amenazas a la seguridad global.

As¨ª que en Oslo los delegados deben aportar su impulso para la financiaci¨®n de un acuerdo que responda a la necesidad humanitaria a corto plazo y al desarrollo a largo plazo. Si a la regi¨®n del Lago Chad se le niegan estos fondos, el mundo tendr¨¢ que lidiar con una tragedia humanitaria mucho peor y con un riesgo para la seguridad mayor de lo que hemos presenciado hasta ahora. Amina vive en esa l¨ªnea del frente que separa la humanidad de la inhumanidad. Debemos asociarnos con ella para criar a sus hijos, o aceptar que esa l¨ªnea se acercar¨¢ cada vez m¨¢s a nosotros, viva usted en Bruselas o en Lagos.

Jamie Drummond es director ejecutivo de estrategia global en ONE Foundation, la ONG co-creada por Bono de U2.