La gente no puede dejar de hablar de estas ocho cosas de los Oscar 2017
Un final chapucero, Denzel Washington de mal humor, una lluvia de chuches... Esto es lo que todos comentan de la gala
"?Que la vida es decepcionante? ?Olv¨ªdelo! Aqu¨ª, la vida es hermosa". Esta letra de Cabaret fue la doctrina de la ceremonia de entrega de los premios Oscar. Todo gir¨® en torno al poder del cine para hacernos so?ar. El compositor de La La Land conoci¨® al director, Damien Chazelle, cuando compart¨ªan habitaci¨®n en la universidad. Ahora tiene dos Oscars.
Javier Bardem se emocion¨® con Los puentes de Madison en un cine de Madrid en 1995 y ahora presenta Oscars del brazo de Meryl Streep. El montador de sonido Kevin O'Connell ha tardado 21 nominaciones en subir al escenario. Puede que en el mundo real est¨¦ cayendo un chaparr¨®n, pero el sol ha salido (una y otra vez) en el Dolby Theater de Los ?ngeles. Y media Espa?a, entre cabezadas, ha compartido la f¨¢bula en redes sociales. Estas han sido las melod¨ªas m¨¢s pegadizas de la noche.
Del "qu¨¦ sue?o, que se acabe ya" al "qu¨¦ verg¨¹enza, que se acabe ya"
Si Warren Beatty fuese capaz de pesta?ear, lo habr¨ªa hecho varias veces al leer que dentro del sobre de mejor pel¨ªcula estaba por error la tarjeta de mejor actriz. En su lugar, prefiri¨® dejarle el marr¨®n a Faye Dunaway, que recit¨® obediente La La Land. La gran favorita, qu¨¦ alegr¨ªa, la pel¨ªcula del a?o. Pues claro que ha ganado La La Land. Excepto porque no ha sido as¨ª. Todo estaba saliendo demasiado bien, todos estaban demasiado contentos. Cuando la mitad del equipo de La La Land ya hab¨ªa agradecido a todo el mundo que conocen, el escenario se llen¨® de se?ores con pinganillos que aclararon el error. La ganadora era Moonlight. Mientras Taraji P. Henson lo grababa todo con su m¨®vil, los espectadores pasaron del "qu¨¦ sue?o, que se acabe ya" al "qu¨¦ verg¨¹enza, que se acabe ya".
A partir de hoy, existen personas que han dado un discurso durante una ceremonia de los Oscar por un premio que nunca tendr¨¢n en su casa. Gan¨® la pel¨ªcula con mejores cr¨ªticas del a?o, la pel¨ªcula de la que el presentador se ri¨® al principio de la gala porque "en realidad no la ha visto nadie". Pero tambi¨¦n ha ganado el bochorno.
La primera victoria de una pel¨ªcula sobre gais, y la segunda para una sobre negros ser¨¢ para siempre recordada por la chapuza. Resulta que s¨ª, en ese lugar de permanente felicidad que tanto se esforzaron en construir durante cuatro horas tambi¨¦n puede llover. Y menudo chaparr¨®n. Nos vamos a la cama (o peor, a trabajar) con cara de sue?o, de confusi¨®n y de pena. Por los que han ganado pero no, y por los que s¨ª han ganado pero nadie ha escuchado. Y un poco de decepci¨®n, tambi¨¦n, porque al final en la f¨¢brica de los sue?os tambi¨¦n existen los finales no-felices. Esa fantas¨ªa se parece m¨¢s a la vida real de lo que nos hab¨ªan prometido. Habr¨¢ que intentarlo otra vez el a?o que viene.
Denzel Washington?no est¨¢ hoy de humor
Como reflejo al entusiasmo de las estrellas, el presentador, Jimmy Kimmel, sorprendi¨® a un grupo de turistas y les hizo un pase¨ªllo para presentarles a sus actores favoritos. Porque Hollywood tiene ese poder para hacer feliz a la gente de a pie. Las pel¨ªculas nos han hecho so?ar, y para este grupo de extras sin frase su sue?o se convirti¨® en realidad, en an¨¦cdotas que contar durante el resto de sus cenas de Navidad y en millones de likes en Instagram.
Entre aturdidos y avergonzados por ir claramente no vestidos para la ocasi¨®n, los turistas se hac¨ªan selfis y besaban las manos de las actrices m¨¢s guapas del mundo. En un gesto de humanidad, ninguna de ellas se agarr¨® las joyas durante la visita. Cuando parec¨ªa que la sinton¨ªa de Sorpresa, sorpresa estaba al caer, Denzel Washington fulmin¨® la fiesta: no parec¨ªa demasiado interesado en participar del espect¨¢culo (¨¦l ya no tiene nada que demostrar). Y ninguno de los visitantes del mundo real se atrevieron a acercarse a Isabelle Huppert. Por si acaso.
?Es Casey Affleck el aparcacoches?
Todos los hombres parec¨ªan maniqu¨ªes cl¨®nicos, con dos excepciones: Terence Howard vestido con un bat¨ªn de esos de levantarse al mediod¨ªa y desayunar dos veces; y Casey Affleck, que luc¨ªa unas pintas desastradas que suger¨ªan que en vez de ducharse se hab¨ªa echado desodorante y a correr. No descartamos que alguna estrella (quiz¨¢ Isabelle Huppert) le diera las llaves de su coche creyendo que Affleck era un aparcacoches.
Janelle Monae no se decid¨ªa por qu¨¦ vestido llevar, as¨ª que se puso tres distintos uno encima de otro, en un conjunto que no sabes si te gusta, pero no puedes dejar de mirar. Estaban pasando much¨ªsimas cosas a la vez. Alicia Vikander ten¨ªa aspecto de haberse quedado dormida en la cabina de rayos UVA, y en Madrid Raquel S¨¢nchez Silva opt¨® por un mono de lentejuelas a la altura de las patinadoras sobre hielo. O de Soraya Arnelas en Eurovisi¨®n.
Lluvia de chuches y caras coloradas
Teniendo en cuenta que esa gente lleva, tal y como confes¨® Julianne Moore hace dos a?os, toda la temporada de premios sin comer, esas golosinas ca¨ªdas literalmente del cielo les provisionaron con el az¨²car necesario para aguantar las cuatro horas de gala. A nadie le importaba a cu¨¢ntos terrones de az¨²car equival¨ªa cada bolsita salvavidas. Tras la sobredosis de chucher¨ªas, todos estaban m¨¢s entusiasmados (nos habr¨ªan venido genial a los espectadores en casa), y hasta Andrew Garfield ense?¨® sin pudor su lengua roja. Ser¨ªa lo segundo m¨¢s colorado de la noche, justo por debajo de las caras del equipo de La La Land al final de la ceremonia.
Nicole Kidmann es una se?ora que mola bastante
Su imagen de estirada solo se debe a que es alta y tiene la piel transl¨²cida. Vestida como Cristina Pedroche en la Nochevieja de 2015, la actriz lo dio todo, porque ella ya es una ganadora. Bail¨® como una mam¨¢ sexi achispada durante una boda, se mostr¨® cari?osa con los turistas del autob¨²s, llor¨® al verse a s¨ª misma en el v¨ªdeo de nominadas y aplaudi¨® sin llegar a tocar las palmas de las manos, como si tuviera las u?as reci¨¦n pintadas. Nicole no s¨®lo es la mejor actriz de su generaci¨®n, es una se?ora que mola bastante.
Jimmy Kimmel manda un 'tuit' a Trump
Se daba por hecho que este a?o los discursos ser¨ªan m¨¢s comprometidos pol¨ªticamente que nunca. Pero la mayor¨ªa opt¨® por centrarse en lo que nos une, y no en lo que nos separa. El tuit de Jimmy Kimmel (el presentador) al presidente Donald Trump (destinado a batir r¨¦cords de retuits), pregunt¨¢ndole si estaba despierto y mand¨¢ndole saludos de parte de Meryl Streep, fue el rato m¨¢s largo que la ceremonia dedic¨® a hablar de pol¨ªtica. Sin embargo, las victorias de Moonlight y Zootr¨®polis mandan un mensaje de justicia, igualdad y respeto que realmente no hace falta subrayar. A veces las propias pel¨ªculas calan m¨¢s hondo que cualquier discurso.
?Pero esto qu¨¦ es? ?Los Goya?
Se acabaron las puestas en escena sobrias y funcionales. El escenario del Dolby Theater apost¨® por el brillo, para iluminar el mensaje de alegr¨ªa predicado para todos los feligreses que nos hemos quedado sin dormir para dejarnos cegar. Casi literalmente. Unas cortinas de?Swarovski ca¨ªan desde el techo dibujando (en tonos brillantes y a¨²n m¨¢s brillantes) la silueta del Oscar. Un arco de cristales de plata enmarcaba el escenario.
Los cuerpos de baile eran tan excesivos que la gala se iba convirtiendo en hortera al minuto siguiente de suceder. Los n¨²meros musicales quedaron atestados de gente haciendo cosas: sagas vaporosas en la canci¨®n de Vaiana: Un Mar de Aventuras, gente volando como si estuvieran en el Circo del Sol, mucha confusi¨®n centelleante... ?Pero esto qu¨¦ es? ?Los Goya? La mayor cantidad de pedrer¨ªa, eso s¨ª, estuvo concentrada en los vestidos de las chicas. Todas quer¨ªan parecer un Oscar.
Gente rica que es m¨¢s feliz que nosotros
La gala se esforz¨® mucho en recordarnos que no hay nada tan emocionante como una buena pel¨ªcula. Tampoco hac¨ªa falta, porque si nos hemos quedado despiertos para ver a gente rica ser m¨¢s feliz que nosotros es porque ya estamos convencidos de que el cine es m¨¢gico. Seth Rogen cumpli¨® el sue?o de todos los seres humanos de nuestra generaci¨®n al conducir el DeLorean junto a Michael J Fox. Jimmy Kimmel levant¨® a Sunny Pawar (el ni?o de Lion, y el due?o del mejor pelazo de todo ese teatro) como si fuese Simba en El rey le¨®n. Tambi¨¦n desde el pasado llegaron un pu?ado de estrellas a despertar nuestra ternura: Shirley MacLaine, Faye Dunaway y Warren Beatty. Este ¨²ltimo tambi¨¦n nos despert¨®, literalmente.
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