Los internautas cameruneses se revelan ante un apag¨®n de internet
El bloqueo de las redes en dos regiones llega en plena crisis de convivencia y de integraci¨®n en el Estado
La integraci¨®n es uno de los principales retos de Camer¨²n. Los fantasmas del reparto colonial de ?frica se hacen patentes en las tensiones de un territorio desgarrado por las antiguas metr¨®polis. A pesar de que se cifra en m¨¢s de doscientos los grupos ¨¦tnicos del pa¨ªs, con otras tantas lenguas propias, es la divisi¨®n entre la regi¨®n franc¨®fona y la angl¨®fona la que amenaza la paz social y la d¨¦bil cohesi¨®n estatal. De las diez regiones del pa¨ªs, ocho pertenecen al primer ¨¢mbito, es decir, estuvieron bajo control franc¨¦s hasta 1960, y dos al segundo, dominadas por los brit¨¢nicos hasta 1961. El desequilibrio abre la puerta a los recelos. Y desde noviembre de 2016 el desencuentro se ha ido acentuando.
El ¨²ltimo de los episodios de esta nueva crisis ha sido el apag¨®n de internet, precisamente, en las dos regiones angl¨®fonas. El bloqueo de la red ha activado las alertas de los activistas que temen que este tel¨®n medi¨¢tico sirva para reprimir sin miramientos la protesta. #BringBackOurInternet se ha convertido en una movilizaci¨®n que ha superado fronteras y comunidades para exigir transparencia en la gesti¨®n de la crisis.
Interesting! While Minister #Atanga says 'there's No #AnglophoneProblem in #Cameroon', the Prime Minister says there is. (Watch video) pic.twitter.com/jfMXwYqfzm
— Zoneziwoh M. Wondieh (@ZoFem) November 29, 2016
Durante el pasado mes de noviembre, dos colectivos se movilizaron en un primer momento. Profesores y abogados se manifestaron en las calles de Bamenda, la capital de la regi¨®n North-West, una de las dos angl¨®fonas de Camer¨²n. Protestaban por lo que consideraban que era una imposici¨®n del franc¨¦s sobre el ingl¨¦s en sus ¨¢mbitos de trabajo. Escenificaban, en realidad, la percepci¨®n de discriminaci¨®n instalada en una parte de la sociedad de estas regiones de la minor¨ªa ling¨¹¨ªstica. Las reclamaciones se extendieron a otras ciudades, como Buea, la capital de otra regi¨®n angl¨®fona, South-West. Sin embargo, el cambio real se desencaden¨® unos d¨ªas despu¨¦s.
Como ocurre a menudo la respuesta de la polic¨ªa a las protestas no hizo sino alimentar el movimiento. En un primer momento, se hab¨ªa desarrollado una t¨ªmida acci¨®n a trav¨¦s de la etiqueta #anglophoneproblem, pero la din¨¢mica cambi¨® cuando en las redes se compartieron las im¨¢genes de la polic¨ªa humillando estudiantes en la universidad de Buea o reprimiendo las manifestaciones de profesores y abogados, dos colectivos especialmente bien considerados socialmente. La negaci¨®n del problema por parte de las autoridades y las noticias sobre el balance de esa represi¨®n tampoco ayudaron a atemperar los ¨¢nimos.
Organizaciones como Amnist¨ªa Internacional denunciaba un empleo excesivo de la violencia por parte de las fuerzas del orden y exig¨ªan investigaciones serias y profundas con relaci¨®n a las v¨ªctimas de la represi¨®n. Al mismo tiempo, se multiplicaban las etiquetas en las redes sociales que difund¨ªan sin mesura v¨ªdeos de las manifestaciones, los enfrentamientos y las muestras de solidaridad, incluso m¨¢s all¨¢ de las fronteras camerunesas, como en el caso de #FreeSouthernCameroon.
Y entre los ejemplos de actividad en las redes sociales aparecen las muestras de apoyo a las reivindicaciones de la poblaci¨®n angl¨®fona, las cr¨ªticas a las autoridades y la exigencia de mantener abierta la v¨ªa del di¨¢logo compartidas por algunas destacadas personalidades camerunesas de la cultura con repercusi¨®n internacional. Lo hicieron por ejemplo a principios de a?o, el guitarrista Richard Bona y el escritor Patrice Nganang.
NOUS SOMMES ANGLOPHONES! Biya ne peut pas tuer, tuer et tuer quand personne ne sort de chez lui. Exemplaire Consortium,...
Gepostet von Patrice Nganang am Montag, 9. Januar 2017
La ciberactivista camerunesa Anne Marie Befoune recuerda que las redes sociales representan una parte de importante de la contestaci¨®n al gobierno debido a que muchos cameruneses ¡°no tienen la posibilidad de salir a la calle o de manifestarse en el mundo real debido a la represi¨®n¡±. Una destacada activista demuestra estos temores cuando a pesar de su actividad en las redes sociales, prefiere mantener el anonimato cuando se le pregunta directamente su opini¨®n para este reportaje.
Desde ese espacio de sombra, reflexiona sobre el papel de las redes sociales en las protestas. ¡°El #AnglophoneProblem¡±, dice utilizando la misma f¨®rmula que se ha utilizado en la campa?a, ¡°existe desde hace d¨¦cadas y durante estos a?os ha habido manifestaciones muchas veces. Sin embargo, la informaci¨®n no llegaba al resto de Camer¨²n, quedaba como un problema localizado y el gobierno consegu¨ªa controlar las comunicaciones. Desde la llegada del 3G y el 4G todo ha cambiado. Los abusos de la polic¨ªa han sido gravados y difundidos en los medios sociales en tiempo real. El Estado se ha visto sobrepasado y no ha sido capaz de controlar la informaci¨®n¡±. Befoune a?ade en esta l¨ªnea que ¡°lo que de verdad molesta a las autoridades es que el mundo sepa lo que est¨¢ pasando aqu¨ª¡±.
Seguramente, estos an¨¢lisis explican la decisi¨®n tomada por esas mismas autoridades el pasado 17 de enero: bloquear internet en las dos regiones angl¨®fonas. Sin embargo, esta medida orientada a interrumpir ese flujo de informaci¨®n, fundamentalmente hacia el exterior, ha conseguido el efecto contrario y ha sido el desencadenante de una campa?a de solidaridad que se plantea como objetivo evitar que se apaguen los focos que iluminan las regiones de North-West y South-West precisamente en un momento de tensi¨®n social y de contundente respuesta de las autoridades del Estado.
#Internet disruption in #Cameroon reportedly due to govt-directed blackout. @Akamai traffic to the country dropped sharply at ~20:45 UTC. pic.twitter.com/saBto4qyVy
— StateOfTheInternet (@akamai_soti) January 18, 2017
#BringBackOurInternet es la etiqueta bajo la que se desarrolla la campa?a. Adem¨¢s de los ciberactivistas cameruneses y los usuarios an¨®nimos de las redes sociales, las organizaciones que hace solo unos meses desarrollaban la iniciativa #KeepItOn se han implicado activamente en la denuncia de esta situaci¨®n. Internet Sans Fronti¨¨res se ha colocado discretamente a la cabeza de estas movilizaciones. Anunci¨®, en su momento, la operaci¨®n que el gobierno hab¨ªa desarrollado para silenciar internet en las dos regiones angl¨®fonas. Envi¨® despu¨¦s una carta abierta a esas autoridades exigiendo el final del bloqueo. Y m¨¢s recientemente ha cuantificado el coste de ese corte de internet en 443 millones de francos CFA, es decir, 675.000 euros, durante los quince primeros d¨ªas.
A la campa?a se han sumado las principales organizaciones de defensa de la libertad de expresi¨®n de la regi¨®n, como Article 19 ¨C West Africa, y de lucha por la neutralidad de internet, como World Wide Web Foundation o Paradigm Initiative Nigeria. Y adem¨¢s los impulsores han conseguido que algunas personalidades utilicen la etiqueta, ampliando su difusi¨®n. De nuevo, un personaje como el guitarrista Richard Bona no solo ha compartido algunos de los mensajes de la campa?a, sino que adem¨¢s ha tuiteado empleando la etiqueta y ha ayudado a aumentar su impacto.
Aunque sin duda el punto de inflexi¨®n de la campa?a ha llegado con la participaci¨®n del Edward Snowden, el exanalista de seguridad que revel¨® el espionaje masivo al que las autoridades estadounidenses estaban sometiendo a la ciudadan¨ªa y que desde su refugio en Rusia se ha convertido en el adalid de la libertad en Internet.
Snowden se hizo eco de la iniciativa #BringBackOurInternet con un mensaje lanzado el 25 de enero en el que advert¨ªa que ese (el bloqueo de internet) era el futuro de la represi¨®n y que si no se hac¨ªa nada cuando ocurr¨ªa en otros pa¨ªses (en pa¨ªses del sur), acabar¨ªa afectando a los ciudadanos del norte global. La primera reacci¨®n de los impulsores de la campa?a fue de sorpresa. Lo manifestaron con los consiguientes mensajes de agradecimiento. El tuit de Snowden supon¨ªa, al mismo tiempo, un ¨¦xito de la campa?a, al conseguir que llegase hasta o¨ªdos de un referente en el ¨¢mbito de libertad de expresi¨®n en la red y un espaldarazo para la iniciativa. El mensaje del exanalista, que tiene casi tres millones de seguidores en Twitter, lleg¨® a los casi cinco mil retuits y otros tantos ¡°me gusta¡±.
This is the future of repression. If we do not fight it there, it will happen here. #KeepItOn #BringBackOurInternet https://t.co/UCzV1kN2Wx pic.twitter.com/uwzy8uhtpi
— Edward Snowden (@Snowden) January 25, 2017
Pero es que apenas dos d¨ªas despu¨¦s Snowden volvi¨® a la campa?a, en esta ocasi¨®n, para hacerse eco de la denuncia de una campa?a de amenazas que se estaba desarrollando a trav¨¦s de SMS.
Y es que durante el apag¨®n en las dos regiones angl¨®fonas de Camer¨²n muchos usuarios han aprovechado la campa?a #BringBackOurInternet para advertir de una oleada de mensajes de texto intimidatorios. Estos SMS anunciaban duras penas de prisi¨®n, incluso de 20 a?os en algunos casos, para los autores de la difusi¨®n de ¡°falsas informaciones¡± en las redes sociales. Estos mensajes iban supuestamente firmados por el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones.
Esta actitud de las autoridades resulta veros¨ªmil porque han convertido a los medios sociales en uno de los focos de sus iras. Este acoso a las redes sociales se reafirm¨® a partir del descarrilamiento de un tren en Eseka, que provoc¨® la muerte de cerca de ochenta personas y heridas a m¨¢s de medio millar, seg¨²n algunas fuentes. Las redes sociales fueron, en este caso, uno de los canales que vehicul¨® el descontento y las quejas de los cameruneses. Desde entonces el gobierno considera a los medios sociales como enemigos de su autoridad y de la estabilidad del pa¨ªs y no ha escondido su voluntad de controlar las informaciones que se difunden.
En este caso, las organizaciones que han impulsado la campa?a, como Internet Sans Fronti¨¨res, ha asegurado tener pruebas de que el gobierno ha presionado a las operadoras de telefon¨ªa para que ejecutasen el apag¨®n. Algunos medios de comunicaci¨®n se han hecho eco de estas presiones e incluso circulan por las redes sociales documentos en los que pretendidamente autoridades del gobierno comunican esta exigencia a los ejecutivos de las operadoras. La veracidad de estos documentos, sin embargo, siempre es complicada de verificar.
La activista que prefiere no dar a conocer su identidad asegura que las autoridades camerunesas no se preocupan demasiado por lo que ocurre en las redes sociales y que incluso no prestan demasiada atenci¨®n a la gesti¨®n de sus propios perfiles. Sin embargo, seg¨²n esta activista, s¨ª que les preocupa lo que dicen los medios de comunicaci¨®n internacionales y esta campa?a, #BringBackOurInternet ha conseguido colarse en ese panorama medi¨¢tico, desde AlJazeera a Le Monde o RFI, por ejemplo.
Solidarity with people in SW #Cameroon, where Internet has been shutdown since Jan. 17#BringBackOurInternet #Keepiton https://t.co/lzOnUFfEv3
— Julie Owono (@JulieOwono) January 24, 2017
En todo caso, y a pesar de que el inicio de esta crisis est¨¢ en aparente conflicto de convivencia, la campa?a de protesta contra el corte de internet ha sido un¨¢nime. ¡°Bajo #BringBackOurInternet hay un movimiento real de solidaridad. Franc¨®fonos, angl¨®fonos, extranjeros o di¨¢spora, pr¨¢cticamente todo el mundo ha manifestado su adhesi¨®n¡±, concluye esta misma activista. Befoune coincide en esa valoraci¨®n, ¡°desde el corte el 17 de enero, la mayor¨ªa de los cameruneses presentes en Twitter han participado en la campa?a¡±, se?ala la joven activista. Y a?ade: ¡°M¨¢s all¨¢ de las diferencias ¨¦tnicas o de lengua hay un movimiento amplio para conseguir que las regiones angl¨®fonas puedan volver a recuperar la normalidad¡±.
Julie Owono, encargada de la divisi¨®n ?frica de Internet Sans Fronti¨¨res y una de las voces m¨¢s autorizadas de la campa?a #BringBackOurInternet, recuerda el ¡°ataque contra los derechos fundamentales que supone el bloqueo de internet en las dos regiones angl¨®fonas de Camer¨²n¡± y advierte que este tipo de medidas van, habitualmente, asociadas a incremento de la violencia represiva por parte de las autoridades. A priori, los cortes de las redes podr¨ªan pretender detener el flujo de informaci¨®n desde esas zonas inmersas en una seria crisis social hacia el exterior; evitar lo que las activistas han se?alado como el temor del gobierno a que el mundo sepa lo que est¨¢ ocurriendo. Desde luego, si en este caso el gobierno camerun¨¦s pretend¨ªa silenciar la protesta, lo que es evidente es que la campa?a #BringBackOurInternet ha frustrado esos planes y ha conseguido exactamente el efecto contrario: que muchos m¨¢s focos se centren en esas dos regiones, al menos, temporalmente.
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