Tel¨¦fonos tontos y coches inteligentes
Los l¨ªmites de la tecnolog¨ªa aplicada a la vida cotidiana son casi inimaginables, como se ha visto en el Mobile World Congress
Si los c¨¢lculos no fallan, a mediados de este a?o unos 5.000 millones de personas tendr¨¢n un tel¨¦fono m¨®vil y tres cuartas partes de la poblaci¨®n estar¨¢ conectada a finales de la d¨¦cada. El smartphone es el emblema de la cuarta revoluci¨®n, el rey de lo que el profesor de Harvard Business School Clayton M. Christensen denomin¨® ¡°tecnolog¨ªa disruptiva¡±. Abandera un cambio social de extraordinarias dimensiones que ya se est¨¢ materializando en aspectos como la realidad virtual, los coches aut¨®nomos, la rob¨®tica o el Internet de las cosas.
A lo largo de esta semana, el Mobile World Congress de Barcelona ha sido el escaparate de las m¨¢s avanzadas propuestas en el sector de la telefon¨ªa m¨®vil. Los ¨²ltimos modelos de LG o Huawei exhibidos en la feria tecnol¨®gica contribuir¨¢n a hacerle la vida m¨¢s feliz a los adictos a Internet, los febriles usuarios del WhatsApp o los forofos de las redes sociales. Pero junto a esta tendencia, que impone estar permanentemente en l¨ªnea, comienza a tomar fuerza esa otra corriente que aboga por darle al off y descolgarse de Internet.
Para ellos, el Mobile les invita a reencontrarse con el legendario Nokia 3310. Revivido tras su jubilaci¨®n en 2005, este terminal recupera la esencia b¨¢sica de un tel¨¦fono (hablar con otra persona). Su reencarnaci¨®n ha sido un acontecimiento. Entre tantos m¨®viles superinteligentes, el Nokia 3310 pertenece a esa generaci¨®n de dumphones o m¨®viles tontos, in¨²tiles para leer los diarios, chatear, ver una serie de televisi¨®n o subir fotos a Facebook. Por si esto no fuera suficiente, tiene fama de ser indestructible: soporta todo tipo de accidentes, ya sea la ca¨ªda desde un rascacielos o un balazo.
Es dif¨ªcil pensar que la legi¨®n de adolescentes y j¨®venes que viven pegados al m¨®vil abracen con entusiasmo el ic¨®nico Nokia 3310, pero es probable que enganche a ese 47% de adultos que, seg¨²n una encuesta de la asociaci¨®n GSM, ¨²nicamente utilizan el m¨®vil para llamar y enviar mensajes SMS.
Aunque parezca raro, el Mobile ha mostrado tambi¨¦n los cambios que se avecinan en el ¨¢mbito de la automoci¨®n. El smartauto y el smartphone est¨¢n llamados a entenderse. Los coches del futuro estar¨¢n conectados a la nube, tendr¨¢n wifi y asistente de voz, la llave no ser¨¢ f¨ªsica sino digital y ser¨¢ posible envi¨¢rsela por tel¨¦fono, como si fuera un simple mensaje, a otro conductor. Frenar¨¢n autom¨¢ticamente si detectan un objeto fijo o en movimiento, ya sea un ciclista o un rebeco, estar¨¢n dise?ados para cruzar los sem¨¢foros solo en verde y se podr¨¢n estacionar con las teclas del tel¨¦fono.
Los l¨ªmites de la tecnolog¨ªa aplicada a la vida cotidiana son casi inimaginables. En Suecia, los inquilinos de un edificio inteligente se han incrustado bajo la piel de la mano un chip que les permite ahorrar algunas tareas vulgares como sacar las llaves para abrir la puerta de casa o pagar un bocadillo con un pu?ado de coronas. Un chip de identificaci¨®n por radiofrecuencia, del tama?o de un grano de arroz, lo hace todo.
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