Pocos saben lo que es estar en el fango como Keith Urban, el marido de Nicole Kidman
Hace unos a?os el m¨²sico estaba aislado en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n. Hoy, es el marido perfecto de Hollywood
"Llevo mucha mierda a cuestas que no se ve". Keith Urban (49 a?os, Nueva Zelanda), marido de Nicole Kidman y m¨²sico, se expresa as¨ª en Rolling Stone sobre los problemas que ha sufrido durante a?os a causa del abuso de alcohol y drogas. Actualmente, Urban proyecta una imagen de marido atento y cari?oso que acompa?a a su mujer a todos los eventos sin birlarle un ¨¢pice de protagonismo. Se pudo comprobar en las ¨²ltimas ceremonias de los Grammy y los Oscar.
Adem¨¢s, Urban ejerce de poli bueno que se ha ganado al p¨²blico con sus entusiastas cr¨ªticas como jurado en American Idol y en la edici¨®n australiana de La Voz. Sin embargo, tras esa imagen de hombre afable y c¨®nyuge entregado se esconde en realidad un ser humano que a¨²n sufre por los excesos del pasado. "Durante mucho tiempo el alcohol y las drogas, sobre todo el ¨¦xtasis y la coca¨ªna, eran lo m¨ªo. Puedo decir que me encantaban", confiesa a la misma publicaci¨®n.
"Durante mucho tiempo el alcohol y las drogas, sobre todo el ¨¦xtasis y la coca¨ªna, eran lo m¨ªo. Puedo decir que me encantaban"
Hace diez a?os el m¨²sico se encontraba muy lejos del ideal que encarna hoy en cada programa o acto p¨²blico donde se deja ver. Hab¨ªa conseguido labrarse una carrera de ¨¦xito como m¨²sico de country, pero tambi¨¦n lidiaba con unas adicciones que controlaban cada aspecto de su vida. Sin embargo, ni en sus a?os m¨¢s turbios encajaba en los t¨®picos del rock and roll. Keith Urban era rockero y no se drogaba poco, pero la imagen de tipo duro aficionado a destrozar habitaciones de hotel nunca ha ido con el m¨²sico. Tampoco la de mujeriego. Antes de casarse con Nicole Kidman estuvo saliendo durante ocho a?os con la asistente de veterinaria Laura Sigler. La pareja lleg¨® a estar prometida durante dos a?os, pero no lleg¨® a casarse.
Aunque en Espa?a Keith Urban es un nombre que no ha calado entre el p¨²blico, se trata de un artista reconocido. Tras veinte a?os en activo, sigue llenando los recintos en los que act¨²a. ?Por qu¨¦ entonces solo conocemos su papel como consorte de Nicole Kidman? El cr¨ªtico musical I?igo L¨®pez Palacios tiene su teor¨ªa: "La gran potencia musical en Europa es el Reino Unido. Casi todo lo estadounidense que llega al continente es porque tiene el visto bueno brit¨¢nico, cuando no es su propia versi¨®n del asunto. Por ejemplo, me da la impresi¨®n de que todav¨ªa hoy hay gente que cree que los Rolling Stones son yanquis. En las islas, el country comercial de Nashville no pasa de marginal. Lo consideran una cosa hortera y folcl¨®rica, y al final ese es el discurso que ha calado en Europa. Y, adem¨¢s, cuando tienes un mercado interno de m¨¢s de 320 millones de personas que dominas perfectamente, como es el caso de EE.UU, no resulta vital matarse por vender unos cientos de miles de discos m¨¢s en un continente separado por un oc¨¦ano".
Para Keith, alternar giras con entradas y salidas de diferentes cl¨ªnicas de rehabilitaci¨®n se convirti¨® en una rutina que, sin embargo, no le impidi¨® hacerse con cuatro premios Grammy y diez Country Music Awards, entre otros premios. Reconocimientos que la industria no ha dudado en otorgarle, a pesar de que el t¨ªtulo con el que Urban se siente realmente c¨®modo es con el de Se?or Kidman. Se hizo con ¨¦l en 2006, cuando Nicole Kidman se present¨® en su vida d¨¢ndole al m¨²sico un motivo vital para atajar la espiral de vicios nocivos en la que llevaba inmerso desde mediados de los a?os noventa.
Nicole se qued¨® a su lado cuando, solo cuatro meses despu¨¦s de su boda, el m¨²sico decidi¨® ingresar en un centro de desintoxicaci¨®n. All¨ª pas¨® tres meses incomunicado, cerrando heridas. "Cuando conoc¨ª a Nicole volv¨ª a nacer. Por primera vez en mi vida sent¨ª que de verdad pod¨ªa deshacerme de los grilletes de la adicci¨®n sin recaer constantemente", ha comentado.
Pero Keith y Nicole han superado algo m¨¢s que los inconvenientes de las adicciones del m¨²sico. Debido a sus profesiones, el matrimonio vive separado por miles de kil¨®metros la mayor parte del a?o. La actriz est¨¢ asentada en Los ?ngeles, donde est¨¢n escolarizadas las dos hijas de la pareja: Sunday Rose (8 a?os) y Faith Margaret (6 a?os). Y el cantante tiene fijada su residencia en la casa familiar de Australia. Esta circunstancia ha terminado por pasarles factura. Una de 10.000 d¨®lares (9.400 euros) exactamente.
Esto es lo que les ha costado el retiro de dos d¨ªas al que acudieron a finales de a?o con el objetivo de evitar divorciarse. Amigos cercanos a la pareja aseguran que llevan a?os sorteando problemas matrimoniales cada vez m¨¢s dif¨ªciles de salvar. Sin embargo, a juzgar por las ¨²ltimas apariciones p¨²blicas de la pareja en las ceremonias de los Grammy y de los Oscar, parece que la terapia ha surtido efecto. Casi resulta imposible dar con una imagen en la que no est¨¦n sori¨¦ndose, bailando juntos o dedic¨¢ndose caranto?as.
"No se puede salvar a alguien que se tiene que salvar a s¨ª mismo", confiesa la actriz a la revista People sobre su marido. Nicole, que lleva junto a Keith diez a?os, ha encontrado en el m¨²sico a un hombre por el que mereci¨® la pena luchar. "Los problemas de Keith fueron algo que me qued¨® muy grande. Es dif¨ªcil aceptar que no puedes cuidar a alguien a quien quieres. Que solo ¨¦l puede salvarse. Llega un momento en el que tienes que decir: 'Te amo y voy a estar aqu¨ª cuando decidas hacer tu trabajo¡ pero tienes que hacerlo t¨²'. Y si no lo hace, eso es todo", revel¨® Nicole. Keith capt¨® el ultimatum, tal y como le confes¨® en el programa de Oprah Winfrey: "El amor que sent¨ªa por Nicole fue lo ¨²nico que me dio fuerzas para cambiar el rumbo autodestructivo que llevaba mi vida".
Quiz¨¢ para recompensarla ahora es el marido m¨¢s entregado de Hollywood.
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