A la carta
El est¨®mago podr¨ªa servirle de ejemplo al cerebro. Comer poco, bueno y sano se ha convertido en una moda culinaria, casi en una forma de espiritualidad
Pese a que el est¨®mago moderno se ve condenado a aceptar toda clase de comida basura, no por eso a la hora de digerirla deja de ser muy delicado, exigente y reactivo, cosa que no se puede decir del cerebro humano, un ¨®rgano incre¨ªblemente sofisticado, pero incapaz de rechazar la basura intelectual que recibe cada d¨ªa. El est¨®mago tiene en el olfato y en el gusto dos controles de entrada de los alimentos. Todo va bien si le gustan; en caso contrario el est¨®mago te lo hace saber enseguida. La acidez y la indigesti¨®n constituyen sus primeras formas de rechazo, que pueden llegar al v¨®mito o a la gastroenteritis cuando detecta un grave peligro de intoxicaci¨®n. A su manera el cerebro humano tambi¨¦n recibe gran cantidad de alimento intelectual deteriorado todos los d¨ªas, pero carece de un mecanismo de autodefensa que le proteja del veneno que conllevan algunas ideas. Los m¨²ltiples e infames rebuznos de las redes sociales, las noticias t¨®xicas y manipuladas de los telediarios, la grumosa sociedad ambiental de la corrupci¨®n pol¨ªtica que uno se ve obligado a respirar, los insoportables gallineros de algunas tertulias que llenan el espacio de opiniones est¨²pidas, si toda esa bazofia fuera comida, el est¨®mago la vomitar¨ªa de forma violenta enseguida, pero he aqu¨ª que el cerebro la acepta de buen grado, la amasa con las neuronas, la hace suya y pese a ser tan letal ni siquiera reacciona con una ligera neuralgia o con un leve dolor de cabeza. El est¨®mago podr¨ªa servirle de ejemplo al cerebro. Comer poco, bueno y sano se ha convertido en una moda culinaria, casi en una forma de espiritualidad. Tambi¨¦n se puede aplicar al cerebro la dieta mediterr¨¢nea para desintoxicarlo. He aqu¨ª la carta: una m¨ªnima dosis de noticias imprescindibles, un buen libro en la mesilla de noche, alguna serie de TV, m¨²sica cl¨¢sica y el m¨®vil siempre apagado.
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