D¨ªa Internacional de la Mujer: ¡°la conciliaci¨®n no es solo un problema de mujeres¡±
Laura Baena, fundadora de Malasmadres, expone las carencias de un sistema que no favorece ni tener hijos ni repartir las llamadas ¡°tareas invisibles¡± entre hombres y mujeres
La falta de conciliaci¨®n laboral es el principal motivo por el que el 58% de las madres abandona sus carreras profesionales y un 51% de las que a¨²n no tienen hijos asume que, si fueran madres, tendr¨ªan que dejar el trabajo, como pon¨ªa de manifiesto el reciente estudio ¡°Somos Equipo¡±. Se trata de una fuga de talento y de profesionales productivas que no salen del pa¨ªs, sino de las empresas. Pero es que adem¨¢s, un 73% de las espa?olas cree que en nuestro pa¨ªs sencillamente no existe igualdad de g¨¦nero ni de oportunidades para desarrollarse, como acaba de desvelar el informe Feminismo e Igualdad de G¨¦nero en el mundo desarrollado por IPSOS. Unos datos a tener presentes este mi¨¦rcoles jornada en la que se celebra el D¨ªa Internacional de la Mujer.
Con estos datos sobre la mesa, ?qu¨¦ hace la sociedad al respecto? Por el momento, nada. La creadora del Club de MalasMadres y la Asociaci¨®n Yo No Renuncio, Laura Baena, ha acudido a DeMamas&DePapas con motivo del #D¨ªaInternacionaldelaMujer para exponer las carencias de un sistema que no favorece ni tener hijos ni desarrollarse profesionalmente ni repartir las llamadas ¡°tareas invisibles¡± entre hombres y mujeres. La falta de conciliaci¨®n se extiende desde los hogares a las empresas, los pol¨ªticos y la sociedad que no ve el problema como un asunto de todos, sino un problema de madres ajetreadas.
¡°Lo que nos ha permitido el estudio Somos Equipo es romper varios mitos: uno de ellos, que las mujeres dejan sus trabajos cuando son madres por voluntad propia. No es cierto: se ven obligadas a irse, son empujadas por el propio mercado laboral. La percepci¨®n pesimista se basa en datos objetivos; conecta directamente con las conclusiones que hab¨ªamos sacado del primer Informe Concilia #13F, donde un 50,7% de las mujeres admit¨ªa que hab¨ªa sufrido experiencias laborales negativas derivadas de su maternidad¡±, explica Baena.
A este contexto se a?ade la falta de racionalizaci¨®n horaria, la cultura del presentismo y ¡°calentar la silla¡±, pero sobre todo, los pocos alicientes que tienen las PYMES para favorecer esa conciliaci¨®n. La petici¨®n de incentivos fiscales a la jornada continua con flexibilidad horaria sigue sumando firmas en la plataforma Change.org y sigue su particular traves¨ªa por el desierto entre la clase pol¨ªtica, que es quien podr¨ªa impulsarlo. Hasta ahora solo la Comunidad Valenciana ha debatido estos incentivos como propuesta no de ley. ¡°La conciliaci¨®n es un problema de todos, no solo de las madres o las mujeres. Se trata de pedir una conciliaci¨®n para los que tienen o no hijos, los que tienen o no pareja o necesitan salir antes del trabajo para otros usos de tiempo, como ir al gimnasio o cuidar de sus mayores, rol que habitualmente vuelve a recaer en la mujer. Ser¨ªa incoherente y absurdo luchar por una conciliaci¨®n que solo favoreciera a las madres. Porque ahora mismo estamos atrapadas en medidas que no funcionan, que no est¨¢n alejando del mercado laboral, como excedencias o reducciones de jornada que suponen un techo de cristal¡±, a?ade Baena.
En el estudio Somos Equipo se planteaba una hip¨®tesis confirmada con datos objetivos: los roles del hogar se perpet¨²an en el mercado laboral. En este sentido, permanece la falsa creencia de que la mujer debe dejar su trabajo y dedicarse a la familia porque su pareja masculina cobra m¨¢s y aporta el dinero al hogar. De hecho, se comprob¨® que aunque las mujeres tuvieran ingresos altos segu¨ªan encarg¨¢ndose del grueso de las tareas dom¨¦sticas. ¡°Lo que hemos observado es que si en casa no hay una implicaci¨®n real del hombre en las tareas dom¨¦stico-familiares, es muy dif¨ªcil que eso se traslade a medidas en la esfera laboral. Incluso faltan medidas pol¨ªticas, como cambiar los permisos de maternidad y paternidad por unos derechos iguales e intransferibles. Tenemos el ejemplo de pa¨ªses n¨®rdicos donde esto funciona as¨ª y donde se comprueba el cambio de mentalidad. De lo contrario, seguiremos perpetuando esa triple jornada laboral que asumen las mujeres, casi de forma inconsciente: primero la del trabajo, despu¨¦s la del hogar y una tercera, la realizaci¨®n de las ¡°tareas invisibles¡± que se simultanean con otras tareas, como organizar los deberes de los ni?os, llevarles al m¨¦dico o atender los asuntos del colegio. No son tareas cuantificables ni reconocidas por la sociedad, mientras los hombres realizan otro tipo de tareas m¨¢s ¡°visibles¡± -como hacer la compra o la cena o ba?ar a los ni?os-, que son percibidas casi como actos heroicos por la sociedad. ?Por qu¨¦? Est¨¢ claro que todav¨ªa queda mucho camino por recorrer y que es un problema de todos. No solo de la mujer¡±.
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