Pilot: el traductor instant¨¢neo que nos hace m¨¢s tontos
El aparato, que permite la comunicaci¨®n en todas las lenguas, har¨¢ que todo gire a¨²n m¨¢s en torno a nuestro propio mundo
La estrella del ¨²ltimo sal¨®n del m¨®vil de Barcelona ha sido un auricular que act¨²a como traductor instant¨¢neo. Se llama Pilot y parece un sue?o: te lo pones en la oreja y entiendes casi al instante lo que te dice un extranjero que tienes delante, y ¨¦l lo mismo contigo si se lo pone tambi¨¦n. A¨²n es imperfecto y funciona solo con cinco idiomas (ingl¨¦s, franc¨¦s, italiano, portugu¨¦s y espa?ol), pero que se perfeccione es cuesti¨®n de tiempo. Ya hemos asumido que ocurran cosas que solo hab¨ªamos imaginado en las pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n. En 2001, una odisea del espacio (1968) aparecen dos personas hablando por una pantalla como si fuera algo incre¨ªble, y en Fahrenheit 451 (1966) la gente lee peri¨®dicos que tienen solo im¨¢genes y dibujos, sin texto. El traductor instant¨¢neo ya era un aparatito que usaban en Star Trek para comprender a alien¨ªgenas.
Al mismo tiempo, Google est¨¢ dando pasos agigantados en el desarrollo de su programa de traducci¨®n. Hasta ahora ofrec¨ªa textos pedestres y a veces c¨®micos, serv¨ªa de apa?o de emergencia, pero eso est¨¢ quedando atr¨¢s. En resumen, nos aproximamos a otra revoluci¨®n tecnol¨®gica que tendr¨¢ un gran impacto en nuestras vidas, en c¨®mo pensamos y en c¨®mo vemos el mundo. No s¨¦ si ser¨¢ como la irrupci¨®n de la imprenta en el mundo oral, pero vamos hacia una realidad con doblaje, como las pel¨ªculas, en la que nuestra propia lengua se superpondr¨¢ a las dem¨¢s. Para nosotros quedar¨¢n asfaltadas, silenciadas, bajo una apariencia subjetiva y ficticia de uniformidad y sentido. Otro paso notable en el alejamiento de la realidad.
Hablar varios idiomas es un privilegio del conocimiento y la cultura, una ventaja cognitiva, social y mental, de trabajo del cerebro
Las ventajas son evidentes, podr¨¢s hablar con cualquiera en cualquier parte del mundo. La vida ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil, pero ya sabemos que esta poderosa y entra?able tendencia humana del m¨ªnimo esfuerzo tiene un precio, algo mefistof¨¦lico: no hace falta ser un genio para darse cuenta de que seremos m¨¢s tontos. El d¨ªa que empiezas a usar la calculadora te olvidas de hacer ra¨ªces cuadradas. Ahora ves turistas que no saben d¨®nde han dejado el coche porque se han quedado sin bater¨ªa o llevan todo el d¨ªa con el GPS del m¨®vil sin prestar atenci¨®n al camino que hacen. Igual que ya no sabemos hacer un fuego u orientarnos con las estrellas.
Este avance se inserta en otra tendencia aplastante: las m¨¢quinas quitan cada vez m¨¢s empleos. Es vertiginoso imaginar el futuro. A la porra traductores, int¨¦rpretes y academias de idiomas. Tal vez los dobladores, los gu¨ªas tur¨ªsticos, las asignaturas de otras lenguas en las escuelas, y a lo mejor los colegios privados biling¨¹es dejan de ser tan caros. Para qu¨¦ aprender otro idioma si vas a entender igual a quien hable, sea un chino o un vasco que hable en euskera. Esa es otra: si las lenguas minoritarias ya lo tienen dif¨ªcil, que se olviden de aspirar a ser aprendidas por los dem¨¢s, el que llega siempre les pedir¨¢ que se pongan el aparatito en la oreja. Total, qu¨¦ te cuesta. Y viceversa. Por cierto, para hablar dos personas ambas tendr¨¢n que ponerse el auricular, y si no el turista tendr¨¢ que llevar uno para ¨ªrselo prestando a sus interlocutores, supongo que en una bolsita con un estropajo.
Las comunidades ling¨¹¨ªsticas pueden acabar cerr¨¢ndose en s¨ª mismas. Es coherente con una parad¨®jica pulsi¨®n de la globalizaci¨®n, que en realidad ha ido pareja a un repliegue de cada uno en su burbuja. Ya ser¨¢ todo en nuestra lengua, todo girar¨¢ a¨²n m¨¢s en torno a nuestro propio mundo. Tal vez las identidades se reforzar¨¢n, porque cualquiera que haya tenido que estudiar otra lengua sabe que es transformarse en otro, descubrir otra manera ¨²nica de ver e interpretar el mundo. Sabes una lengua cuando empiezas a pensar en ella, y a so?ar en ella, y a ser capaz de hacer humor con ella. Es decir, abandonas tu castillo y entras en una cultura, te abres al otro, te pones en su lugar. Se necesita una predisposici¨®n a entender al otro, que qui¨¦n sabe si se reducir¨¢ a¨²n m¨¢s.
Quiz¨¢s defender la riqueza de la diversidad ser¨¢ tildado de esnobismo y hablar otra lengua ser¨¢ una sofisticaci¨®n como hablar lat¨ªn
Quien tiene familias y ni?os biling¨¹es, triling¨¹es o incluso m¨¢s sabe que hablar varios idiomas es un privilegio del conocimiento y la cultura. Es una ventaja cognitiva, de habilidad social y mental, de constante trabajo del cerebro. No s¨¦ si esto se seguir¨¢ admirando con envidia en el futuro. Quiz¨¢ defender la riqueza de la diversidad ser¨¢ tildado de esnobismo y hablar otra lengua ser¨¢ una sofisticaci¨®n a¨²n mayor que leer. Como quien ahora sabe lat¨ªn, una lengua llamada muerta. Porque solo prima lo ¨²til. La rueda, el agua corriente, la tortilla de patata fueron inventos maravillosos, hasta dejar de tener que levantarse para cambiar de canal la tele y conducir con la voz de una se?ora que te dice por d¨®nde ir. En el largo camino de la humanidad, hemos pasado de la supervivencia, al progreso, las libertades, el bienestar y ah¨ª andamos rozando el empanamiento regresivo. Este aparatito ser¨¢ estupendo, a d¨®nde nos lleva es un misterio. Evidentemente todo esto es miedo a los cambios, pero es que vaya cambios. Lo pr¨®ximo quiz¨¢ sea entender lo que dicen los animales, si es que realmente nos atrevemos a saber lo que piensan de nosotros.
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