Moneda social en base a donaci¨®n

El v¨ªdeo sobre este proyecto explica muy bien c¨®mo funcion¨®. Supongamos que una ONG local recibe un proyecto en que se dona al barrio 100.000 € para la construcci¨®n de una guarder¨ªa. Normalmente se contrata a una empresa constructora y le paga 100.000 € en dinero oficial y esta empresa constructora gasta la mayor¨ªa del dinero (por ejemplo, el 80%) para comprar materiales etc. a otras empresas que est¨¢n fuera del barrio, y el resto del 20%, pagado a sus empleados, tambi¨¦n se ir¨¢ pronto del barrio. En este caso el efecto econ¨®mico para el barrio es s¨®lo de 1,2 (efecto de 120.000 € generado por una donaci¨®n de 100.000 €).

Pero la combinaci¨®n de este proyecto con una moneda social y la oferta de microcr¨¦ditos puede beneficiar m¨¢s el barrio. La ONG paga a la constructora el mismo valor, pero en moneda social, mientras que tambi¨¦n ofrece microcr¨¦ditos a comercios locales y permite que estos cr¨¦ditos sean pagados en moneda social. La constructora gasta en los comercios locales esta moneda social que circular¨¢ varias veces (dos veces m¨¢s en el esquema del v¨ªdeo) antes de llegar a aquellas empresas locales con microcr¨¦dito quienes destinan este ingreso para pagar su deuda. En este caso, el efecto econ¨®mico de que gozar¨¢ el barrio ser¨¢ de 300.000 €, mucho m¨¢s que 120.000 € en el primer caso.

La primera ventaja es, sin duda, el aumento de las facturaciones de los comercios locales. Como esta moneda social no se acepta fuera del barrio, tanto esta misma empresa de construcci¨®n como sus empleados que cobran en moneda social necesitan gastar en comercios locales en vez de ir a grandes superficies y/u otros comercios exteriores, frenando la fuga del dinero. Los comercios locales atraen clientes y se impulsa la compra entre estos mismos comercios.

Pero tambi¨¦n es importante prestar atenci¨®n a la otra ventaja: fomento de emprendimientos que llegan a crear m¨¢s empleos. Estos pr¨¦stamos sirven como inversi¨®n comunitaria para que el barrio desarrolle m¨¢s actividades econ¨®micas. Se genera m¨¢s ingreso al barrio con nuevas actividades econ¨®micas y esta prosperidad crea m¨¢s oportunidades de trabajo y/o de mejor salario.

Este esquema abre una gran potencialidad para monedas sociales en Espa?a: en vez de s¨®lo dar ayudas a las personas con poco recurso, se podr¨¢ tambi¨¦n beneficiar al sector empresarial del barrio / municipio con esta nueva financiaci¨®n. Las empresas financiadas aceptar¨¢n con muchas ganas esta moneda social siempre y cuando sirve para cumplir su obligaci¨®n financiera, aunque la moneda oficial devuelta podr¨¢ reciclarse para volver a ofrecer este microcr¨¦dito. Por ejemplo, si los prestatarios pagan 30.000 € en moneda social y 70.000 € en moneda oficial, se podr¨¢ volver a prestar 70.000 € a otros emprendimientos del barrio.

Quiz¨¢ no sea tan f¨¢cil implementar un proyecto similar como he descrito, pero valdr¨ªa la pena que diferentes ayuntamientos y, sobre todo gobiernos auton¨®micos estudien esta posibilidad para maximizar el efecto econ¨®mico del dinero p¨²blico.