Un cr¨¢neo agujereado por un martillo hidr¨¢ulico 400.000 a?os despu¨¦s de la muerte
Un equipo hispanoluso encuentra en Portugal el f¨®sil de un humano contempor¨¢neo de la Sima de los Huesos
El 15 de julio de 2014, tres cient¨ªficos excavaban en un yacimiento arqueol¨®gico de Portugal con un martillo hidr¨¢ulico. Esta herramienta que normalmente se usa para levantar el pavimento es indispensable cuando hay que avanzar en la roca en busca de f¨®siles. De repente, entre las piedras salt¨® una esquirla de hueso. Tras dos a?os y medio de cuidadoso trabajo, ese descubrimiento fortuito ha permitido recuperar un cr¨¢neo que ilumina un periodo oscuro de la evoluci¨®n humana.
El f¨®sil estaba pegado a la roca circundante, por lo que los responsables del yacimiento de Aroeira, al sur de Portugal, decidieron sacarlo en un solo bloque. El fragmento se envi¨® al Centro de Evoluci¨®n y Comportamiento Humanos de Madrid, donde se han arrancado los restos de su envoltorio mineral. ¡°Nunca en mi carrera me hab¨ªa enfrentado a un reto de estas caracter¨ªsticas por la importancia del f¨®sil y la dificultad de la extracci¨®n¡±, ha explicado la restauradora Maricruz Ortega, del centro madrile?o. ¡°Fue necesario trabajar muy fino, con un torno de dentista, prestando mucha atenci¨®n a la anatom¨ªa para separar el hueso de la roca sin tocar el cr¨¢neo¡±, detalla en una nota de prensa difundida por la instituci¨®n madrile?a. Despu¨¦s, los restos fueron sometidos a esc¨¢neres m¨¦dicos para poder reconstruir un modelo del cr¨¢neo en tres dimensiones.
Los restos son los m¨¢s occidentales de toda Europa en esta ¨¦poca
El resultado de todo este trabajo se publica hoy en la revista Proceedings, de la Academia de Ciencias de EE UU. Se trata de la mitad derecha del cr¨¢neo de un humano que vivi¨® hace unos 400.000 a?os, seg¨²n las dataciones realizadas en la roca. Aquel humano fue encontrado junto a los smartphones de la ¨¦poca: hachas de doble filo talladas en piedra que caracterizaron la revoluci¨®n tecnol¨®gica conocida como achelense. Tambi¨¦n hab¨ªa huesos quemados, aunque a¨²n no se puede asegurar que estos hom¨ªnidos ya dominasen el fuego. Como recuerdo de la forma en que fue descubierto, la parte superior de la calavera conserva bien visible el agujero del martillo hidr¨¢ulico.
Los restos humanos hallados en Portugal son los m¨¢s occidentales de toda Europa en esta ¨¦poca y corresponden a una de las primeras poblaciones achelenses del continente junto con la de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos) y la de Tautavel (Francia). ¡°Este humano presenta un mosaico de rasgos ¨²nico para esta ¨¦poca, parecido en algunas cosas a los de la Sima y diferente en otros¡±, resalta Jo?o Zilh?o, investigador de la Universidad de Barcelona y director de las excavaciones.
La mezcla de rasgos es tan diferente de todo lo hallado hasta ahora que sus descubridores no lo han asignado a ninguna especie. Es algo parecido a lo que ya sucedi¨® en Atapuerca con los m¨¢s de 6.000 restos humanos de la Sima de los Huesos, a los que se les ha retirado su t¨ªtulo de Homo heidelbergensis y actualmente se les considera neandertales arcaicos, un limbo cient¨ªfico que evidencia cu¨¢nto est¨¢ cambiado la versi¨®n oficial de la evoluci¨®n humana gracias al an¨¢lisis de ADN antiguo. El humano de Portugal pone ahora en el mapa otro grupo humano similar, pero con sus propias caracter¨ªsticas ¨²nicas.
Seg¨²n Zilh?o, estos humanos ser¨ªan descendientes de los Homo erectus, los primeros humanos que salieron de ?frica hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os. En Europa comenzaron a evolucionar dando lugar al Homo antecessor de Atapuerca y, cientos de miles de a?os despu¨¦s, a los neandertales. Para Zilh?o, el hallazgo invita a ¡°dejar de hablar de especies ganadoras y perdedoras o a considerar a los Homo sapiens como si fueran elegidos de Dios¡±.
Lo m¨¢s importante del hallazgo es que est¨¢ junto a sus herramientas y se ha podido datar con exactitud, algo que no ha sido posible en la Sima de los Huesos, resalta Juan Luis Arsuaga, coautor del estudio. ¡°Este humano ten¨ªa una capacidad craneal de unos 1.200 cent¨ªmetros c¨²bicos¡±, explica el investigador, menos que los 1.300 de los humanos actuales y de la capacidad a¨²n mayor que ten¨ªan los neandertales. En esta ¨¦poca Europa era ¡°un mundo muy agitado¡± en el que las poblaciones se eliminaban unas a otras constantemente, se?ala Arsuaga. El nuevo f¨®sil ¡°va a ayudar a conocer mejor esa historia¡±, asegura. Sobre el descubrimiento y extracci¨®n del f¨®sil, el veterano paleoantrop¨®logo destaca: ¡°no conozco un caso similar ni en Europa ni en Asia¡±.
El cr¨¢neo se ha hallado junto a herramientas y huesos quemados
Joan Daura y Montserrat Sanz, del Centro de Evoluci¨®n y Comportamiento Humanos, son dos de los arque¨®logos con los que comenzaba esta historia. ¡°El hallazgo lo hicimos el ¨²ltimo d¨ªa de excavaci¨®n cuando ya est¨¢bamos preparando todo para dejarlo cerrado¡±, recuerda Daura. Tras el descubrimiento ¡°hubo que parar una semana hasta que nos lleg¨® una sierra radial especial de Alemania y poder cortar el bloque¡±, resalta. El trabajo de restauraci¨®n ¡°ha sido una obra de arte¡±, resalta. ¡°Gracias a la precisi¨®n con la que se ha retirado la roca podremos comprobar si hay marcas de vasos sangu¨ªneos en el interior del cr¨¢neo o rastros exteriores que nos digan c¨®mo lleg¨® hasta all¨ª¡±, se?ala.
La paleoantrop¨®loga Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, del University College de Londres, resalta que las diferencias que existen entre el cr¨¢neo de Portugal y otros de cronolog¨ªas similares, como los de la Sima o los de Arago en Francia, "invitan a abandonar definitivamente la idea de que el origen de los neandertales fue una historia lineal y progresiva¡±. La versi¨®n cl¨¢sica dice que estos hom¨ªnidos fueron ganando sus atributos de forma ¡°ordenada¡± a lo largo del tiempo. ¡°Sin embargo, vemos que Europa en el Pleistoceno Medio era un c¨®ctel muy variado, donde los mismos ingredientes se usaban de manera diferente, algo as¨ª como que bajo la Denominaci¨®n de Origen Neandertal en realidad no tenemos uno, sino muchos vinos diferentes, que resultan del ensamblaje de una gran diversidad de cepas¡±, resume la cient¨ªfica. El avance del fr¨ªo y los hielos durante las glaciaciones aislaba a esas poblaciones, con lo que surg¨ªan las diferentes cepas. Cuando el clima tornaba a m¨¢s templado volv¨ªan a encontrarse, y en ocasiones ten¨ªan sexo e hijos. Fruto de esa clase de cruces todos los humanos actuales de fuera de ?frica llevamos ADN neandertal en todas nuestras c¨¦lulas.
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