El juez ordena exhumar el cuerpo de Ruiz-Mateos para una prueba de paternidad

El juez ha autorizado la exhumaci¨®n del cuerpo de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, fallecido en septiembre de 2015, para realizar una prueba de paternidad mediante el cotejo de su ADN con el de Adela Montes de Oca, quien dice ser hija suya. Juan Ignacio Gonzalo, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Pozuelo de Alarc¨®n, ha ordenado la exhumaci¨®n en un auto en el que accede a la petici¨®n de la demandante de acuerdo con el criterio del fiscal y en contra del de los hijos del empresario.

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La prueba se har¨¢ garantizando la ¡°integridad, respeto y memoria¡± del fallecido, seg¨²n el auto, que emplaza a la viuda y a los 12 hijos a que manifiesten si desean asistir a la exhumaci¨®n. La familia de Ruiz-Mateos considera que son medidas desproporcionadas e ileg¨ªtimas, y argumenta que ¡°si el fallecido no lleg¨® a ejercitar en vida su derecho a negarse a dicha prueba por no ser requerido al efecto, no puede procederse ahora sin el consentimiento de la viuda y los hijos¡±.

Pero la cuesti¨®n es que el mismo juez orden¨® en octubre de 2014, cuando a¨²n viv¨ªa el empresario, la prueba gen¨¦tica, y lo hizo en un auto que no fue recurrido por ninguna de las partes. El empresario fue citado en tres ocasiones para la extracci¨®n de muestras y en ninguna de ellas se present¨® ni ofreci¨® explicaci¨®n alguna. Posteriormente, pidi¨® el sobreseimiento de la causa como consecuencia de ¡°una enfermedad muy grave con padecimientos incurables¡± que le impedir¨ªa ir a juicio.

El empresario muri¨® poco despu¨¦s, antes de la celebraci¨®n de dicha vista, y el juez orden¨® impedir la incineraci¨®n de sus restos hasta que no terminara el actual procedimiento.

Se trata de un caso ¡°poco frecuente¡±, expone el magistrado en su resoluci¨®n, dado que Ruiz-Mateos, fallecido a los 84 a?os, nunca recurri¨® la decisi¨®n de someterse a la prueba de ADN, sino que se limit¨® a no comparecer cuando fue citado sin dar explicaci¨®n alguna. ¡°No puede afirmarse con seguridad si Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos deseaba o no someterse a la prueba de paternidad, pues no se le efectu¨® por el juzgado un requerimiento formal y personal para que se expusiera su voluntad sobre este extremo¡±, plantea el juez. Pero advierte de que no se puede equiparar el derecho que habr¨ªa tenido a negarse con el que dicen tener su viuda y sus hijos.

Ahora solicita la exhumaci¨®n de su cuerpo porque el magistrado aprecia ¡°indicios serios¡± de la relaci¨®n entre Adela Montes de Oca y Ruiz-Mateos, entre ellos numerosas facturas de hotel, pasaportes con entradas y salidas de Espa?a, ingresos de dinero, la declaraci¨®n del exjefe de seguridad de quien fuera fundador de Nueva Rumasa en la que reconoce esa conversaci¨®n e im¨¢genes de la demandante y el demandado hablando de forma distendida.

Por ello, considera que la exhumaci¨®n ¡°es un fin necesario¡± y que debe de prevalecer, frente a la intimidad familiar de la viuda y los hijos del fallecido, el derecho de la demandante a utilizar los medios de prueba suficientes para garantizar una tutela judicial efectiva, especialmente en un caso de tal relevancia. De confirmarse su paternidad, reclamar¨ªa los derechos de una herencia que tiene parte embargada por los problemas del empresario con la justicia, que le llevaron incluso a prisi¨®n y quien se enfrentaba a las acusaciones de estafa, insolvencia punible y fraude a Hacienda en el momento de su muerte.