Los m¨¢s peque?os tendr¨¢n que esperar para ver ¡®La Bella y la Bestia¡¯

Hace ya 26 a?os, acud¨ª al estreno de La Bella y la Bestia. La producci¨®n de los estudios Walt Disney fue el primer filme de animaci¨®n nominado al Oscar a la Mejor Pel¨ªcula, puesto que entonces a¨²n no exist¨ªa una categor¨ªa espec¨ªfica dentro de los m¨¢s famosos galardones del cine. La semana pasada me encontr¨¦ de nuevo sentada en una butaca para ver la nueva versi¨®n que la compa?¨ªa estadounidense estrena este viernes 17 de marzo en los cines espa?oles. Pero en esta ocasi¨®n, con personajes encarnados por actores de carne y hueso.?

Quienes pudieron disfrutar de la versi¨®n en dibujos animados comprobar¨¢n que en el remake la historia se ci?e, pr¨¢cticamente sin variaciones, a la pel¨ªcula de 1991. La gran novedad son los actores reales que se adaptan a la perfecci¨®n a los personajes dise?ados por Disney. Por ejemplo, la aparici¨®n, en la primera secuencia, de Bella (Emma Watson) saliendo de su casa, me record¨® r¨¢pidamente los gestos, los movimientos y la dulzura que el personaje de dibujos animados transmit¨ªa en la pel¨ªcula original. Los efectos especiales son impecables. Disney consigue dar vida a tazas, muebles o pianos, hasta hacernos olvidar que estamos viendo hablar, re¨ªr, bailar o enfadarse a simples objetos. Adem¨¢s, la compa?¨ªa ha mantenido la excelente y c¨¦lebre banda sonora que en su momento fue galardonada con dos Oscar, uno, al conjunto de la obra musical, y otro, a la Mejor Canci¨®n.

Con todos estos elementos, Disney ha logrado que la nueva versi¨®n de La Bella y la Bestia rescate de mi memoria Mary Poppins, una pel¨ªcula que ya integr¨®, en algunas secuencias, personajes reales con ficticios, de manera magistral. El filme sobre la ni?era fue nominado a trece Premios Oscar, incluyendo Mejor Pel¨ªcula, un r¨¦cord no superado por ninguna otra producci¨®n de The Walt Disney Company.

Pero, pese a que se trata de una pel¨ªcula dirigida a todos los p¨²blicos y en principio especialmente recomendada para la infancia, la nueva versi¨®n podr¨ªa introducir algunos ingredientes que la har¨ªan menos adaptada para el p¨²blico m¨¢s infantil. En primer lugar, el metraje, pues la actual La Bella y la Bestia se extiende, nada m¨¢s y nada menos, que ?129 minutos!, a diferencia de la pel¨ªcula de 1991, cuya duraci¨®n era de 89 minutos. Un tiempo que es quiz¨¢s demasiado para que un ni?o de cuatro, cinco o seis a?os pueda aguantar sentado en una butaca de cine, por muy fascinantes que sean las im¨¢genes que est¨¦n viendo.

Asimismo, la historia se desarrolla en bastantes ocasiones en ambientes oscuros que pueden producir rechazo, o en alg¨²n caso miedo, en los m¨¢s peque?os. Un factor que se encuentra reforzado por el realismo que ha impreso Disney en alguno de los personajes mal¨¦volos, los malos de la historia, como la hechicera, los lobos o la mism¨ªsima Bestia. Adem¨¢s, aunque la historia es la misma, los personajes y sus di¨¢logos tienen ahora m¨¢s matices, abandonando la sencillez de los originales. Esta mayor complejidad puede hacer que la pel¨ªcula vaya a ser mejor entendida por un p¨²blico de m¨¢s edad que el que aclam¨® la versi¨®n de 1991, m¨¢s sencilla, en la que, seg¨²n anunci¨® la propia Disney, la ¨²nica moraleja resid¨ªa en que ¡°la sociedad hace lo bello, pero la belleza no lo es todo¡±.

M¨¢s de 25 a?os despu¨¦s, Disney parece haber querido adaptarse a los nuevos tiempos e intentar atraer a nuevas generaciones, buscando no solo la atenci¨®n de los m¨¢s peque?os sino tambi¨¦n el favor de ni?os y ni?as de la ¨²ltima etapa infantil y preadolescentes que conecten con estos personajes, menos ingenuos y m¨¢s cercanos a la sociedad actual.

Hoy viernes, volver¨¦ de nuevo a sentarme en la butaca del cine para disfrutar de esta rejuvenecida y remozada La Bella y La Bestia en compa?¨ªa de dos de mis sobrinos, Daniel y Mario, de 9 y 12 a?os. Con ellos podr¨¦ hablar y debatir, una vez finalizada la sesi¨®n, sobre las distintas cuestiones que nos plantea la nueva pel¨ªcula. La peque?a Marina, de cuatro a?os, quien no se mostr¨® demasiado atra¨ªda por el tr¨¢iler, tendr¨¢ que esperar.