El color del Oeste Americano

LA LUZ del Oeste no se parece a la de ning¨²n otro desierto: est¨¢ moldeada por el pl¨¢stico de los neones de los moteles de carretera y por el sonido de los trenes interminables que se pierden en el horizonte, y hace intuir que en alg¨²n lugar, m¨¢s cerca de lo que parece, empieza el m¨¢s misterioso de los mares, el Pac¨ªfico. El fot¨®grafo franc¨¦s Bernard Plossu ha retratado muchos desiertos a lo largo de su carrera, desde el S¨¢hara hasta Almer¨ªa, pero su obra maestra son estas im¨¢genes del Oeste de Estados Unidos recogidas en su libro Western Colours (Thames & Hudson). Reflejan el presente y el futuro, los caballos y las botas, pero tambi¨¦n los coches y las carreteras, una extra?a mezcla entre John Wayne y los lugares que Vlad¨ªmir Nabokov describi¨® en Lolita. Plossu tom¨® sus instant¨¢neas en los setenta y ochenta, pero, salvo los coches, muy pocas cosas han cambiado. Supo captar lo que se esconde detr¨¢s de esos paisajes, que son los mitos que los han forjado, la larga historia de una conquista que ha dejado atr¨¢s un territorio por un lado dominado pero que, por otro, sigue siendo salvaje. El Oeste siempre ser¨¢ un espacio inexplorado. Eso es lo que capt¨® Plossu.