Ser madre a la edad de ser abuela y los l¨ªmites del deseo
El ¨²ltimo caso de maternidad tard¨ªa plantea la dicotom¨ªa entre la libertad de la mujer y los derechos del menor
Las condiciones sociales y econ¨®micas de nuestro tiempo est¨¢n llevando a una maternidad cada vez m¨¢s tard¨ªa. La edad media en la que las espa?olas tienen su primer hijo es de 30,6 a?os y el 33% de los nacimientos se producen en mujeres de m¨¢s de 35. A partir de esa edad, la fertilidad declina r¨¢pidamente, pero la fecundaci¨®n asistida ha venido al rescate de las mujeres que no han podido o querido satisfacer su deseo de maternidad cuando estaban en las condiciones ¨®ptimas de hacerlo. Y no solo permite contrarrestar el declive biol¨®gico sino que ha roto una barrera que se cre¨ªa infranqueable: la menopausia. La fecundaci¨®n in vitro con ¨®vulos de donante permite ahora que puedan ser madres mujeres que ya no tienen la menstruaci¨®n e incluso mujeres que nunca la han tenido. Pero esa posibilidad ha tra¨ªdo un nuevo paradigma de dif¨ªcil manejo ¨¦tico y social: el de las madres abuelas.
En realidad, el ¨²tero es un ¨®rgano muy vers¨¢til que no envejece. Lo que se pierde con la edad es la reserva de ¨®vulos que cada mujer tiene, y que no puede aumentarse artificialmente. Con un tratamiento hormonal adecuado, el ¨²tero puede albergar un embri¨®n m¨¢s all¨¢ de los 70 a?os, como el caso de la india Daljinder Kaur, que en 2016 tuvo a su hijo cuando iba ya camino de los ochenta. En Espa?a tuvimos ocasi¨®n de discutir la cuesti¨®n en octubre a prop¨®sito de la maternidad tard¨ªa de Lina ?lvarez, m¨¦dica de Lugo, que tuvo una ni?a a los 62. Ahora, otra mujer mayor, Mauricia Ib¨¢?ez, acaba de tener gemelos en Burgos a los 64 a?os. La medicina parece no tener l¨ªmites, pero ?debe ponerlos la sociedad?
Las dos son mujeres mayores que deciden aprovechar los avances m¨¦dicos para satisfacer su deseo de maternidad en solitario. Pero hay diferencias que permiten vislumbrar d¨®nde se sit¨²a el l¨ªmite entre el deseo y la responsabilidad, entre la libertad de la mujer y los derechos y necesidades de la otra parte, la que no decide, es decir, los ni?os. La primera cuesti¨®n que se plantea es la brecha generacional: si una maternidad tan tard¨ªa puede proporcionar la vitalidad y la seguridad que necesita la crianza de un hijo. Y tambi¨¦n el mayor riesgo de que este pueda quedar hu¨¦rfano. Se ha dicho que los hombres tienen hijos a los 60 y los 70 y nadie discute su decisi¨®n. La cuesti¨®n es la misma, pero la paternidad tard¨ªa suele ejercerse en pareja y gracias a una madre casi siempre mucho m¨¢s j¨®ven.
Lina ten¨ªa ya un hijo de 27 a?os y otro de 11, nacido por fecundaci¨®n in vitro. La madre ten¨ªa buena salud y una holgada situaci¨®n econ¨®mica. El caso de Mauricia, en cambio, es bastante m¨¢s problem¨¢tico. En situaci¨®n de incapacidad laboral por un trastorno psicol¨®gico, hab¨ªa tenido ya en 2011 una ni?a por fecundaci¨®n asistida cuya custodia le fue retirada por los servicios sociales en 2014 por considerar que no viv¨ªa en condiciones adecuadas. Las cl¨ªnicas de fertilidad en Espa?a suelen poner como l¨ªmite para intentar un embarazo los 50 a?os, pero Mauricia viaj¨® a EE?UU, donde no tuvo problemas para lograr que le implantaran nada menos que dos embriones. ?En qu¨¦ condiciones se criar¨¢n ahora estos ni?os?
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