Ramonc¨ªn, el rock de la lenteja castellana
SOBRAN las presentaciones. Ya se le reconoce en el retrato de esta misma p¨¢gina, en el que luce una estrecha cazadora pegada a sus costillas, vaqueros de pitillo, con su gesto rudo de chulo madrile?o, sus cuatro pendientes en la oreja derecha (¡°por cada cabo que dobl¨¦, como los piratas¡±) y su fina figura que rara vez supera los 63 kilos. Ramonc¨ªn ha dejado colgados a sus colegas del Comando Chulet¨®n, con los que ten¨ªa previsto degustar este mediod¨ªa de febrero un cocido gallego, para ense?arme a hacer unas lentejas.
Quedamos en un estudio de grabaci¨®n de las oficinas de Warner Music en Madrid y montamos una cocina encima de un estuche vac¨ªo de instrumentos. Sentado en un sof¨¢ de cuero marr¨®n, el compositor cuenta que fue su abuelo Ram¨®n, un onubense que dej¨® las minas de Riotinto para buscarse la vida en la capital, el que le ense?¨® a preparar este potaje de invierno. ¡°Eran otros tiempos, macho. La cocina eran momentos que pasabas con la familia. Y si no te gustaba lo que hab¨ªa hecho tu vieja, te ibas a casa de la vecina porque te hab¨ªa llegado un olor exquisito. Ahora apenas hablamos con los que viven en nuestro edificio¡±, cuenta con esa continua mezcla en su discurso que va del clamor melanc¨®lico a la rebeld¨ªa constante, una explosiva combinaci¨®n de palabras que no todo el mundo puede (o sabe) digerir. Pero que a ¨¦l le importa un comino, esa especia que siempre le gusta a?adir a las lentejas.
Han pasado 40 a?os desde que el joven Jos¨¦ Ram¨®n Julio M¨¢rquez Mart¨ªnez (Madrid, 1955) saltara a los escenarios setenteros y sigue aqu¨ª, a punto de estrenar el pack musical Quemando el tiempo, que incluye un documental sobre su vida, un disco de grandes ¨¦xitos y otro con temas ¡°despojados de instrumentaci¨®n. Ser¨¢ Ramonc¨ªn en los huesos¡±. Un Ramonc¨ªn en crudo, como el tocino que tanto le gusta llevarse a la boca y que luego qui¨¦n sabe d¨®nde demonios se pierde por su esquel¨¦tica figura.
A este ¡°punky que lee a Balzac¡± (como le contest¨® una vez Paco Umbral a su peluquero cuando Ramonc¨ªn se acerc¨® a ver a su amigo y el se?or que regentaba el lugar brome¨®: ¡°Oye, don Francisco, ?el punky este no se nos ir¨¢ a mear en las jardineras?¡±) le encanta acompa?ar las comidas con un buen pan. ¡°Mira qu¨¦ caldito se nos est¨¢ quedando. Qu¨¦ ganas me est¨¢n entrando de mojar unas sopas¡±, dice cuando levanta la tapa de la olla y se escapa un fuerte olor a hueso de jam¨®n, chorizo, morcilla, laurel¡ ¡°Me saldr¨¢n bien, mal o regular, pero son mis lentejas y me encantan, huelen a mi casa, a mi abuelo, a mi vieja¡±. El m¨²sico prefiere las castellanas, ¡°m¨¢s salvajes, duras¡±. Cuando cocina en casa lo hace ¡°para un batall¨®n¡±. Pero cada vez le resulta m¨¢s complicado: ¡°Tengo un hijo vegano, otra que analiza todo lo que come¡ Muchas veces les acabo soltando: ¡®Esto es lo que hay. Si os gusta, bien, y si no, pues a cocinar a vuestra casa¡±, asevera con su voz cascada.
El m¨²sico ha mantenido as¨ª las tradicionales charlas al calor de una buena comida, como le ense?¨® su familia en aquel piso de la calle de Canarias, cerca de la madrile?a plaza de Legaz?pi. Cuando habla de su vieja se refiere a su t¨ªa materna, la mujer que le cuid¨® desde peque?o. Ella muri¨® en diciembre, con 90 a?os y rodeada de su familia. ¡°Un d¨ªa antes de que nos dejara, le dije: ¡®?De verdad vieja que te vas a ir y no me vas a dar la receta de las chirlas? ?Y la de los calamares en salsa? Te estoy pidiendo que me hagas de comer¡¯. Entonces abri¨® los ojos. Ya no dijo m¨¢s¡±. Una historia que podr¨ªa ser cantada. A Ramonc¨ªn la m¨²sica siempre le acompa?a. Desde primera hora de la ma?ana, su despertador suena como una guitarra el¨¦ctrica. Sin olvidar esa chuler¨ªa ca?¨ª de sabor castizo que le perseguir¨¢ hasta el final, en su hipot¨¦tico epitafio, que rezar¨¢ as¨ª: ¡°Mi vida es libre y secreta¡±.
Las lentejas de Ramonc¨ªn
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Para 4 comensales 1,80 euros por persona
Ingredientes: ?Medio kilo de lentejas castellana,?1 chorizo,?1 morcilla, tocino,?1 cebolla,?1 tomate,?1 cabeza de ajos,?1 hueso de jam¨®n,?1 punta de jam¨®n, piment¨®n dulce,?1 hoja de laurel, aceite,?1 copa de vino tinto, aceite de oliva virgen extra, comino y sal.
1. Poner a remojo las lentejas el d¨ªa ?anterior.
2. Escurrir el agua antes de comenzar a cocinarlas.
3. Colocar en una olla las lentejas y cubrirlas sobradamente de agua fr¨ªa a fuego lento.
4. Cuando comience a hervir, incorporar el hueso y la punta de jam¨®n, el tocino, el chorizo, la morcilla y una hoja ??
de?laurel.
5. Dejar media hora a fuego lento. Pasado ese tiempo, a?adir la cebolla, el tomate y una cabeza de ajos entera.
6. Pasada otra media hora, comprobar el punto de las lentejas. Si est¨¢n tiernas y caldosas, espolvorear una cuchara peque?a de piment¨®n dulce, sal y un poco de aceite de oliva.
7. Dejar tres minutos al fuego para ?terminar con el truco de Ramonc¨ªn, que consiste en verter un chorro de vino y unos granos de comino a la olla. Dejar reposar.
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