El ideal est¨¦tico femenino no es saludable

La teor¨ªa evolutiva sugiere que la atracci¨®n f¨ªsica deber¨ªa ser un modo de identificar a una pareja fuerte y sana para tener descendencia. Sin embargo, hay variantes culturales que pueden separar el atractivo de la salud. Algunos estudios han mostrado que tanto hombres como mujeres son capaces de identificar un ¨ªndice de masa corporal (IMC) vinculado a un mejor estado de salud. Sin embargo, cuando lo que se busca es maximizar el atractivo f¨ªsico en las mujeres, el IMC preferido se encuentra en el l¨ªmite inferior de lo saludable o incluso algo por debajo.

De media, las mujeres tienen un mayor porcentaje de grasa en el cuerpo que los hombres. Los niveles saludables para ellas se encuentran entre el 21% y 33% de su masa y, en ellos, entre el 8% y el 21%. Esta fuente de energ¨ªa es necesaria en las mujeres para la ovulaci¨®n, la gestaci¨®n y la lactancia y cuando los porcentajes de grasa se superan o no se alcanzan, puede fallar la ovulaci¨®n y desaparecer la fertilidad.

Uno de los estudios que han tratado de entender esta relaci¨®n entre los ideales f¨ªsicos y su relaci¨®n con las se?ales de salud se realiz¨® en la Universidad de Macquarie, en Sydney, Australia. All¨ª, se present¨® a 30 mujeres y 33 hombres un programa que les permit¨ªa manipular el aspecto de im¨¢genes masculinas y femeninas. Cuando lo hac¨ªan tambi¨¦n cambiaba el porcentaje de m¨²sculo de los cuerpos, aunque los participantes en el experimento no lo sab¨ªan.

En hombres, un exceso de musculatura puede estar relacionado con un peor sistema inmune

En un art¨ªculo que se publica en PLOS ONE, los autores observaron que la cantidad de grasa preferida por los voluntarios, universitarios australianos, era significativamente inferior a la considerada saludable. La cantidad de m¨²sculo parec¨ªa poco relevante a la hora de valorar el atractivo del cuerpo femenino. En el caso de los hombres, las cantidades de grasa y m¨²sculo ¨®ptimas estaban alineadas con las consideradas saludables. Los responsables del estudio atribuyen estas preferencias a la internalizaci¨®n de ideales que influyen en las preferencias est¨¦ticas, en particular en lo que se refiere a las mujeres.

Los resultados tienen similitudes con otros que reflejan tambi¨¦n c¨®mo la influencia de los medios de comunicaci¨®n puede cambiar las preferencias est¨¦ticas de la poblaci¨®n separando lo que se considera atractivo de lo sano. La grasa de la cara, que sirve para predecir la salud cardiaca o la capacidad para resistir a infecciones, tambi¨¦n ha ido perdiendo inter¨¦s frente a la preferencia por un rostro m¨¢s magro que indique un ¨ªndice de masa corporal bajo. Un estudio reciente mostraba esta tendencia entre las mujeres, que prefer¨ªan caras m¨¢s delgadas, pero no entre los hombres.

En el caso de los hombres, en general, la alineaci¨®n entre atractivo f¨ªsico y salud es mayor. Sin embargo, tambi¨¦n se ha observado cierta tendencia a preferir masas musculares mayores de las saludables. Los niveles de testosterona, asociados a este tipo de f¨ªsico, est¨¢n relacionados con un sistema inmune m¨¢s d¨¦bil. Los investigadores australianos consideran que esto es un indicio de que la influencia medi¨¢tica tambi¨¦n est¨¢ afectando a los ideales masculinos.

Entre las explicaciones para preferir la delgadez que s¨ª pueden tener un sentido desde el punto de vista evolutivo, los autores consideran que puede reflejar una preferencia por mujeres j¨®venes. La juventud est¨¢ asociada con una mayor fertilidad y, sobre todo, con m¨¢s futuro f¨¦rtil. La cantidad de grasa en el cuerpo se incrementa a lo largo de la vida. Entretanto, la masa muscular permanece estable hasta los 45 a?os.