Si el hombre cobra por donar semen, ?por qu¨¦ la mujer no puede alquilar su vientre?
A nadie molesta que las cl¨ªnicas gratifiquen a quienes ceden su esperma, pero la gestaci¨®n subrogada levanta ampollas por su mercantilizaci¨®n. Cuestiones inc¨®modas para posicionarse en el debate de una pr¨¢ctica que se extiende en Espa?a
La gestaci¨®n subrogada, conocida tambi¨¦n como vientre de alquiler, es una realidad en Espa?a, cuyas cifras delatan una situaci¨®n llamativa. ¡°Cada vez son m¨¢s las personas que recurren a esta t¨¦cnica de reproducci¨®n en pa¨ªses donde s¨ª se puede llevar a cabo. De hecho, actualmente se estima que un millar de ni?os espa?oles nacen cada a?o por gestaci¨®n subrogada en el extranjero¡±, afirma Joan Ortiz, abogado experto en gestaci¨®n subrogada del bufete Global Life Law. Una realidad que, en su opini¨®n, no deber¨ªa obviarse por m¨¢s tiempo, ya que ¡°cada d¨ªa, multitud de parejas con problemas de fertilidad, padres monoparentales y homosexuales acceden a la paternidad a trav¨¦s de esta pr¨¢ctica¡±. Este es uno de los argumentos, que no el ¨²nico, que el jurista arguye en defensa de la legalizaci¨®n de la gestaci¨®n por sustituci¨®n. Y es que Ortiz sostiene que ¡°deber¨ªa producirse un debate profundo y serio por parte de nuestros representantes pol¨ªticos y plasmar en una norma una realidad social, la cual dotar¨ªa de plenas garant¨ªas jur¨ªdicas y m¨¦dicas a todas las partes implicadas en el proceso¡±.
En este sentido, tambi¨¦n Noelia Igareda, profesora de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) e investigadora del grupo Ant¨ªgona, mujeres y derecho en perspectiva de g¨¦nero, defiende que, aunque no siempre se debe legislar aquello que la sociedad desea, s¨ª cree que ¡°el derecho debe dar respuesta a las nuevas realidades y demandas sociales, ya que esta es la manera de garantizar una seguridad jur¨ªdica a todos los intervinientes (sobre todo, a los ni?os y ni?as que nacen de esta forma)¡±. En cambio, para desmontar la tesis de los juristas, Yolanda Besteiro, presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Progresistas, hace referencia a la legalizaci¨®n de la prostituci¨®n en Holanda, donde ¡°su regularizaci¨®n no ha acabado con su pr¨¢ctica, lo que demuestra que la reglamentaci¨®n no es la v¨ªa para acabar con situaciones que vulneran los derechos de la mujer¡±. Aqu¨ª otras cuestiones b¨¢sicas para posicionarse a favor o en contra en este encendido debate.
Si se define como un acto altruista, ?por qu¨¦ se paga?
Adem¨¢s de la libertad de la mujer gestante en la toma de decisiones del proceso, otro de los puntos en el que chocan con m¨¢s virulencia detractores y defensores es el supuesto car¨¢cter mercantilista de la gestaci¨®n subrogada. Y es que, donde los primeros ven un contrato de compraventa que conduce a la explotaci¨®n de las mujeres, los segundos, consideran que lo que existe en realidad es un pacto libre y consciente entre las partes. As¨ª, Besteiro se?ala que aquellos que est¨¢n a favor de la gestaci¨®n subrogada lo que est¨¢n apoyando es el mercado y el suculento negocio que subyace, mientras que ¡°los que la reprobamos protegemos los derechos fundamentales de la mujer y el ni?o¡±.
Al estar prohibido este m¨¦todo en Espa?a, algunas parejas acuden al extranjero; su coste oscila entre 45.000 y 60.000 euros en Ucrania o Rusia, hasta 120.000 que cuesta en California
Del mismo modo, Jaime Mayor Oreja, presidente de la Federaci¨®n Europea One of Us (cuyo objetivo es pedir a las instituciones comunitarias la protecci¨®n del ser humano desde su concepci¨®n, evitar la destrucci¨®n de embriones en los programas de investigaci¨®n financiados por la UE y evitar que en la cooperaci¨®n al desarrollo europeo se produzcan apoyos al aborto, seg¨²n su web), considera que ¡°el car¨¢cter pretendidamente altruista de esta pr¨¢ctica es mentira o, como suele decirse ahora, una posverdad, porque estas actuaciones conducen siempre a la mercantilizaci¨®n del cuerpo de la mujer y del hijo concebido¡±. Para el exministro del Interior, ¡°el propio concepto de ¡®alquilar¡¯ el vientre de una mujer para gestar un hijo y satisfacer los deseos de ser padres de una pareja a cualquier precio, es inaceptable desde un punto de vista moral y ¨¦tico¡±. Del otro lado, Pedro Fuentes, presidente de la asociaci¨®n Son Nuestros Hijos, parte de la base de que las mujeres que se ofrecen como gestantes ¡°lo hacen de un modo absolutamente voluntario. De hecho, en mi larga experiencia en la asociaci¨®n nunca he conocido ning¨²n caso que no fuera as¨ª¡±.
En cuanto a la mercantilizaci¨®n, Fuentes, que es padre junto a su pareja, Javier Gonz¨¢lez, de un ni?o concebido a trav¨¦s de la gestaci¨®n subrogada, no solo aprueba la compensaci¨®n econ¨®mica a la gestante. Apunta, adem¨¢s, que lo que le parecer¨ªa verdaderamente reprochable es que ¡°los futuros padres no se hicieran cargo de los gastos ocasionados por el embarazo¡±.
Si est¨¢ a favor de la donaci¨®n de ¨®vulos, donde hay aportaci¨®n gen¨¦tica, ?por qu¨¦ se opone a la gestaci¨®n subrogada?
En este proceso, Besteiro a?ade otra cr¨ªtica: ¡°La cosificaci¨®n y explotaci¨®n del cuerpo de la mujer¡±, como dos de las principales razones por las que se deber¨ªa estar en contra del vientre de alquiler. Una postura que Anabel Manch¨®n, madre de un ni?o gracias a este tipo de reproducci¨®n, atribuye al desconocimiento. ¡°Estamos ante una forma de concepci¨®n m¨¢s, como puede ser la donaci¨®n de ¨®vulos. La cual, dicho sea de paso, podr¨ªa ser m¨¢s complicada desde el punto de vista ¨¦tico, ya que en este caso s¨ª hay aportaci¨®n gen¨¦tica, mientras que en la gestaci¨®n subrogada no existe ese tipo de v¨ªnculo con la mujer que da a luz a tu hijo¡±.
Si la mujer es due?a de su cuerpo, ?por qu¨¦ no puede 'alquilar' su vientre?
La eliminaci¨®n de todo tipo de presi¨®n, m¨¢s o menos sutil, sobre la mujer gestante pasar¨ªa por su regulaci¨®n legal, al menos, as¨ª lo cree Igareda, quien defiende que legislar este asunto ¡°permitir¨ªa contar con instrumentos jur¨ªdicos que dar¨ªan seguridad sobre la prestaci¨®n de un consentimiento libre de la mujer gestante¡±. De hecho, esta profesora de Derecho va m¨¢s all¨¢ y sugiere que ¡°el hecho de dudar de la capacidad de las mujeres para consentir libremente sobre su cuerpo y autonom¨ªa reproductiva es como cuestionar su madurez para resolver los asuntos relativos a su vida y su cuerpo¡±.
No lo ve del mismo modo Besteiro, tambi¨¦n abogada, quien disiente ostensiblemente de Igareda: ¡°Un acuerdo real entre las partes solo ser¨ªa posible en una sociedad libre y formada por iguales¡±. Sin embargo, para la presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Progresistas, este marco social no existe, ¡°ya que vivimos en un entorno en el que rigen el patriarcado y el neoliberalismo¡±.
Si el derecho a ser padres no existe, ?por qu¨¦ habr¨ªa que legislarlo?
Las motivaciones que llevan a una mujer a gestar el hijo de otras personas es una de las cuestiones que se examinan en Building Families, una agencia de gestaci¨®n subrogada, cuando se inicia un proceso. ¡°La persona candidata debe tomar la decisi¨®n de forma libre y sin ning¨²n tipo de presi¨®n econ¨®mica, familiar o social¡±, sostiene Ana Ucendo, m¨¢nager de Building Families Europe, quien asegura que la estabilidad financiera, legal y emocional son factores decisivos a la hora de aceptar cualquier proposici¨®n que les llega a la agencia. ¡°Solicitamos informes de antecedentes penales, de cr¨¦dito, e incluso consultamos a Tr¨¢fico para asegurarnos de que es una buena conductora¡±, asegura.
Esta retah¨ªla de requisitos se establece con el ¨¢nimo de garantizar, seg¨²n Ucendo, un proceso limpio y carente de cualquier tipo de abuso. Adem¨¢s, en contra de lo que creen desde instituciones como la que encabeza Besteiro, la existencia de una retribuci¨®n econ¨®mica para la gestante contribuye a que as¨ª sea. As¨ª lo argumenta Ucendo: ¡°Con el dinero compensamos la generosidad de la gestante, ya que adem¨¢s de estar exponiendo su salud y compartiendo su casa e intimidad, deber¨¢ dedicar mucho tiempo a las citas m¨¦dicas. Y todo, para ayudar a otros a que puedan tener la familia que desean¡±.
Precisamente este anhelo personal, convertido en demanda social, es otra de las reivindicaciones que muchos enarbolan en este debate. Sin embargo, para Besteiro, ¡°est¨¢n reivindicando un derecho que no pasa de ser un deseo ¨ªntimo¡±. Afirmaci¨®n que desde el ¨¢mbito jur¨ªdico avala la profesora de Filosof¨ªa del Derecho, Igareda: ¡°No existe el derecho a ser padres, ni en el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol, ni en ning¨²n texto jur¨ªdico internacional¡±.
A pesar de que la necesidad de ser padres no est¨¢ reconocida como un derecho en ning¨²n texto legal, existe. Prueba de ello es que la gestaci¨®n subrogada, legal o no, ya es parte de nuestro d¨ªa a d¨ªa. ¡°Aunque el legislador no haya regulado a¨²n esta realidad, estoy seguro de que cuando lo haga, se ver¨¢ como algo cotidiano, como en su momento sucedi¨® con el matrimonio homosexual o la donaci¨®n de ¨®vulos y esperma¡±, vaticina el abogado Ortiz.
Cada a?o vienen al mundo unos 20.000 ni?os mediante este m¨¦todo, seg¨²n la ONG suiza International Social Security. Y entre 800 y 1.000 son hijos de espa?oles, seg¨²n datos de asociaciones de padres y agencias a falta de datos oficiales
El ejemplo m¨¢s claro de que esta normalidad ya se vive en algunas regiones del globo, lo encontramos en California, donde desde hace d¨¦cadas miles de personas recurren con regularidad a esta t¨¦cnica de reproducci¨®n sin tapujos ni temores. Un comportamiento muy alejado de lo que experimentaron Anabel Manch¨®n y Rub¨¦n Garc¨ªa cuando decidieron embarcarse en esta aventura, en la que ¡°lo m¨¢s duro no fue el proceso en s¨ª, sino los obst¨¢culos burocr¨¢ticos y el trato con la Administraci¨®n¡±, asegura Anabel, quien lamenta que ¡°en Espa?a falta mucho camino por recorrer, ya que la sociedad todav¨ªa no entiende en qu¨¦ consiste la gestaci¨®n subrogada. Me gustar¨ªa que la gente aceptara que se trata de una t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida m¨¢s y que si se hace respetando la libertad de las dos partes no tiene por qu¨¦ ser un problema¡±.
El periplo desde la toma de contacto con la agencia hasta que el ni?o entra en casa es, cuando menos, complicado. Por eso, desde la empresa Prepara, de asesoramiento y acompa?amiento para la gestaci¨®n subrogada y la donaci¨®n de ¨®vulos, se ofrece el apoyo de psic¨®logos y trabajadores sociales para ayudarles durante todo el proceso a gestionar miedos e inquietudes. Seg¨²n Mar¨ªa Victoria Molinari, psic¨®loga en Prepara, uno de sus principales objetivos ¡°es lograr que padres y gestantes tengan una visi¨®n del embarazo compatible entre ellos¡±.
Prop¨®sito que, tal y como atestigua Manch¨®n, no es f¨¢cil de cumplir. ¡°Al principio, sent¨ªa cierto rechazo hacia la gestante de mi hijo, ya que, en mi cabeza solo ten¨ªa la idea de que ella iba a hacer algo que todo el mundo puede hacer y que estaba totalmente fuera de mi alcance. Te ves mermada¡±, reconoce. Sin embargo, su actitud fue cambiando, y ¡° a medida que avanzaba el embarazo, me fui dando cuenta de que lo que ella hac¨ªa por m¨ª era impagable¡±, concluye.
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