El material que permite que no quede ni una gota de k¨¦tchup en el bote

?Cu¨¢ntas veces nos hemos sorprendido a nosotros mismos tratando de recuperar una cantidad insignificante de mermelada atrapada en el fondo de un tarro? O lo que es peor, lavando frascos de conserva y vasitos de yogur antes de tirarlos al contenedor de reciclaje. Esos fastidiosos momentos podr¨ªan tener las horas contadas gracias a una nueva tecnolog¨ªa desarrollada en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT por sus siglas en ingl¨¦s).

Cuenta Kripa Varanasi, profesor de ingenier¨ªa mec¨¢nica en el MIT, que estaba un d¨ªa desayunando con su esposa cuando ella comenz¨® su cotidiana batalla con un bote de miel que se resist¨ªa a entregar su contenido. Observ¨¢ndola protestar a medida que se untaba la tostada, Varanasi cay¨® en la cuenta de que en su laboratorio ten¨ªa la soluci¨®n al problema de su mujer. Nunca antes hab¨ªa pensado que la tecnolog¨ªa que llevaba a?os desarrollando para evitar la formaci¨®n de escarcha en superficies met¨¢licas, con vistas a mantener el fuselaje de los aviones libre de hielo, podr¨ªa ser adaptada para que la comida no se pegue a su contenedor.

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Actualmente ya hay muchas formas de conseguir superficies antiadherentes pero o bien son t¨®xicas o bien resultan demasiado caras para un uso masivo, lo que limita su aplicaci¨®n para fines alimentarios. El m¨¦todo de Varanasi consiste en tratar el interior del contenedor con dos sustancias: la primera se adhiere a las paredes del recipiente creando una capa porosa y sobre ella se a?ade un l¨ªquido que rellena los poros y se mantiene en su lugar por efecto de capilaridad. Este l¨ªquido est¨¢ a su vez optimizado para repeler el producto que se va a contener ¡ªsea k¨¦tchup, mayonesa u otra cosa¡ª como si de agua y aceite se tratase. De esta manera, el contenido no tiene a donde adherirse y resbala f¨¢cilmente hasta abandonar el envase.

El gran logro de Varanasi y su equipo es haber ideado un m¨¦todo flexible que puede adaptarse a una gran cantidad de usos. Para ello han desarrollado un sistema basado en simulaciones por ordenador capaz de encontrar r¨¢pidamente la f¨®rmula m¨¢s eficaz para cada combinaci¨®n de envase y producto. As¨ª pues, la f¨®rmula exacta cambia para cada aplicaci¨®n de esta tecnolog¨ªa, ya que las fuerzas que hacen que la capa l¨ªquida se adhiera a la superficie porosa son muy sensibles a los cambios qu¨ªmicos. ¡°Para que la tecnolog¨ªa funcione tenemos que dar con una f¨®rmula para cada aplicaci¨®n y cuando se trata de comida utilizamos solo sustancias que ya est¨¦n aprobadas para su uso alimentario¡±, explica Varanasi. Sin embargo, se reserva explicar qu¨¦ tipo de compuestos se utilizan ya que actualmente est¨¢n tratando de negociar con varias empresas para su explotaci¨®n comercial. ¡°Solo puedo decir que est¨¢n hechos a partir de productos tan seguros que son comestibles¡±, a?ade.

En busca de la patente

Este es un ejemplo de libro del funcionamiento del sistema de innovaci¨®n estadounidense del que el MIT es punta de lanza. Varanasi junto a David Smith, un estudiante de doctorado en su laboratorio, crearon en 2012 una compa?¨ªa para comercializar su tecnolog¨ªa a la que bautizaron como Liquiglide. MIT les proporcion¨® el capital inicial para poner en marcha el proyecto, adem¨¢s de formaci¨®n y ayuda de expertos en creaci¨®n de empresas. ¡°MIT concentra a las mentes m¨¢s brillantes y con las mejores ideas en un entorno colaborativo y es una incubadora de nuevas tecnolog¨ªas con programas de apoyo a emprendedores y cursos para facilitar la transici¨®n al mundo de los negocios¡±, comenta Smith. Asimismo, MIT adelanta el coste de las patentes y negocia con los emprendedores para quedarse con parte de los beneficios y de las acciones de la compa?¨ªa. ¡°Es una situaci¨®n en la que ganamos todos¡±, opina Varanasi.

Durante muchos procesos industriales, sean alimentarios o de otro tipo, se sufren grandes p¨¦rdidas debido a la viscosidad de los materiales pues estos se quedan pegados en contenedores y todo tipo de maquinaria

Poco tiempo despu¨¦s de lanzar su start-up, Varanasi y Smith recibieron un premio en la competici¨®n anual de emprendedores de MIT tras realizar una demostraci¨®n de su producto que inclu¨ªa un v¨ªdeo de una botella de k¨¦tchup vaci¨¢ndose sin esfuerzo. El v¨ªdeo se hizo viral en internet y a partir de ah¨ª les han llovido peticiones de la industria para incorporar Liquiglide a sus f¨¢bricas y productos. El ¨¦xito es tal que si se env¨ªa un correo electr¨®nico a su direcci¨®n de contacto, una respuesta autom¨¢tica informa al remitente de que actualmente est¨¢n saturados de peticiones y que responder¨¢n cuando puedan. ¡°Nuestra p¨¢gina web se cay¨® de la cantidad de visitas que recib¨ªamos, as¨ª que yo dej¨¦ MIT para dirigir la empresa a tiempo completo¡±, dice Smith.

Y es que no se trata solo de la comodidad del usuario final que compra un producto sino que la industria ha visto en esta tecnolog¨ªa una forma de recortar gastos significativamente. Durante muchos procesos industriales, sean alimentarios o de otro tipo, se sufren grandes p¨¦rdidas debido a la viscosidad de los materiales pues estos se quedan pegados en contenedores y todo tipo de maquinaria. Contar con superficies antiadherentes permitir¨ªa generar menos residuos pero tambi¨¦n reducir los costes de limpieza y mantenimiento de dicha maquinaria. Por otra parte, se ahorrar¨ªa energ¨ªa al necesitar menos esfuerzo para bombear los productos de un punto de la f¨¢brica a otro. Seg¨²n Varanasi, la industria petroqu¨ªmica tambi¨¦n ha mostrado enorme inter¨¦s puesto que trabaja con gran cantidad de productos viscosos como son aceites y pinturas y, adem¨¢s, requiere de complejos sistemas de bombeo tales como oleoductos.

Desde que comenzara su andadura en 2012, Liquiglide ya ha anunciado acuerdos con varias compa?¨ªas como el gigante estadounidense del pegamento Elmer¡¯s o la noruega Orkla para las mayonesas que comercializa en media Europa. Smith no quiere desvelar cu¨¢ndo veremos en las estanter¨ªas de los supermercados los primeros recipientes con Liquiglide. Solo indica que es ¡°algo que va a llevar mucho tiempo ya que hay que cambiar todo el sistema de empaquetado lo cual implica una gran inversi¨®n; sin embargo, ya lo estamos aplicando en contenedores y maquinaria industrial¡±.