S¨ªndrome del beb¨¦ sacudido: las graves consecuencias de perder los nervios
Zarandear a un ni?o tan solo unos segundos puede producir da?os cerebrales e incluso la muerte
En ocasiones, cuando el beb¨¦ llora de forma inconsolable, los padres o cuidadores pueden llegar a perder el control y zarandearle, sin ser conscientes del riesgo que supone. Este comportamiento, aunque solo sea por unos segundos, es muy peligroso. El s¨ªndrome del ni?o sacudido o zarandeado es el conjunto de lesiones cerebrales que se producen cuando se agita bruscamente al peque?o, y puede producir secuelas graves e incluso la muerte, debido a su fr¨¢gil anatom¨ªa. Es la principal causa de fallecimiento de beb¨¦s menores de un a?o, tras un comportamiento agresivo, en Estados Unidos. La Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) califica este s¨ªndrome como relativamente frecuente, con 20-25 casos por cada 100.000 ni?os menores de dos a?os en todo el mundo, mientras que en Espa?a, calcula que lo sufren unos 100 beb¨¦s de los 450.000 que nacen cada a?o (datos de 2014).
Aunque se puede producir hasta los cinco a?os, los casos m¨¢s frecuentes ocurren cuando el ni?o tiene entre seis y ocho semanas, que suele ser cuando este llora de manera m¨¢s descontrolada. Los beb¨¦s con c¨®licos o similares son los que tienen mayor riesgo de sufrirlo. "El motivo m¨¢s frecuente es un llanto inconsolable y prolongado que provoca la frustraci¨®n y el enfado del cuidador, que finalmente zarandea al ni?o. Otra causa es el intento de reanimarlo ante una situaci¨®n que el cuidador entiende como amenazante para su vida (un espasmo del sollozo, un atragantamiento o un ataque de tos)", explica la AEP.?
Si lo movemos con mucha fuerza, si hemos da?ado el cerebro, lo m¨¢s probable es que el ni?o deje de llorar. Adem¨¢s, cuando se agita a un beb¨¦, la cabeza del ni?o rota sin control, debido a que los m¨²sculos de su cuello est¨¢n poco desarrollados y dan muy poco soporte a su cabeza.
S¨ªntomas y consecuencias
Los principales s¨ªntomas de este s¨ªndrome son irritabilidad; dificultad para estar despierto; problemas respiratorios; falta de apetito; v¨®mitos o par¨¢lisis. Aunque hay consecuencias que pueden no ser visibles, como sangrado en el cerebro y ojo o el da?o en m¨¦dula espinal, cuello o rotura de costillas. En casos m¨¢s moderados, el ni?o puede parecer que no ha sufrido da?o, pero a la larga es com¨²n que muestre problemas de salud, aprendizaje y desarrollo.
Las consecuencias pueden ser una afecci¨®n en los huesos o la rotura de los vasos sangu¨ªneos o de los nervios que recorren el tejido cerebral. Si el zarandeo acaba con el impacto del peque?o en una superficie, las consecuencias pueden ser a¨²n peores, llegando a destruir las c¨¦lulas del cerebro, impidiendo que este reciba el suficiente ox¨ªgeno.
Solo unos segundos son suficientes para que se produzca una lesi¨®n irreparable en el cerebro, reiteran los expertos. Las consecuencias m¨¢s frecuentes son ceguera total o parcial; sordera; retraso en el aprendizaje, discapacidad mental y/o mareos. En los casos m¨¢s graves los menores pueden morir. Seg¨²n la AEP, uno de cada 10 menores que lo sufre, fallece.
La importancia de buscar ayuda y de informar
Los expertos se?alan que existen factores psicol¨®gicos que pueden aumentar el riesgo de agitar a nuestro beb¨¦. Estos son las expectativas no realistas sobre c¨®mo debe ser nuestro peque?o; que seamos padres j¨®venes e inexpertos, que suframos estr¨¦s; que abusemos de alcohol y las drogas o padezcamos depresi¨®n, entre otros. Seg¨²n los datos, esta conducta es m¨¢s com¨²n entre los hombres. Asumir que el llanto continuo puede ser normal entre los beb¨¦s, pero que con el tiempo mejora, buscar ayuda cuando perdemos los nervios y educar e informar sobre las graves consecuencias de zarandear a un beb¨¦ a sus cuidadores son las formas de prevenci¨®n m¨¢s efectivas.
Pese a su relativa frecuencia, es un s¨ªndrome del que no se suele informar a los padres primerizos. El caso m¨¢s conocido fue el del famoso alpinista suizo Erhard Loretan, que en 2001 mat¨® a su beb¨¦ de siete meses al zarandearlo durante una rabieta, y que decidi¨® hacer p¨²blico su caso para alertar a los dem¨¢s padres.
Nada justifica zarandear a un ni?o. Los expertos aconsejan que ¡°si est¨¢s teniendo problemas con el control de las emociones que produce la paternidad, busques ayuda, ya que unos segundos son suficientes para que tu beb¨¦ sufra consecuencias irreparables¡±. ¡°Y aseg¨²rate de que todas las personas que cuidan a tu peque?o conozcan los riesgos del s¨ªndrome del ni?o sacudido¡±, concluyen.
*Fuente Cl¨ªnica Mayo, Institutos Nacionales de Salud de EE UU, Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa.
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