?Armas van!

Dos d¨ªas antes de que el plan-ETA errante anunciase la entrega de las armas, nuestro compa?ero de Covite Fernando Altuna se hart¨® de bregar contra las injusticias que agobian a las v¨ªctimas del terrorismo y rompi¨® relaciones con la vida. Ten¨ªa 47 a?os: a los 10, los poli-milis etarras asesinaron a su padre, capit¨¢n de la Polic¨ªa Nacional, en las fiestas de su pueblo alav¨¦s. Doble mala suerte: esa facci¨®n de la banda negociaba dejar la violencia, luego el asesinato no fue realmente investigado y se le dio carpetazo cuanto antes (?en un solo d¨ªa!), para no entorpecer el di¨¢logo. Si Fernando hubiese visto ahora las maniobras etarras para salvar el sucio culo, con su generosidad ante los intransigentesGobiernos de Espa?a y Francia, todo le hubiera sonado a conocido. Igual que esa posverdad de que mataron en defensa propia, contra las torturas y abusos de las fuerzas de seguridad. Objetivo final: una excarcelaci¨®n honrosa para los que a¨²n purgan condena, el cierre de las investigaciones sobre los delitos no juzgados y dar respetabilidad a ETA, que pasar¨¢ de banda de facinerosos a ONG pol¨ªtica y social. Los obsequiosos ¡°artesanos de la paz¡± franceses aportar¨¢n el espaldarazo europe¨ªsta. O si no Marine Le Pen, que se pirra por los h¨¦roes raciales...

Habr¨¢ sokatira el 8 de abril. Quiero imaginarla as¨ª. ¡°Toc, toc. ¡ªBuenas, somos los de ETA. ¡ªAh, pues sin las capuchas y la txapela no les hab¨ªa conocido. ¡ªQue venimos a entregar las armas. ¡ªYa, est¨¢n casi nuevas. D¨¦jenlas por ah¨ª, donde no estorben. ¡ªY de nosotros, ?qu¨¦? ¡ªVayan a esas dos ventanillas. La primera es la judicial, para saber si tienen causas pendientes o pueden ayudar a esclarecer delitos. Y luego vayan a la otra. ¡ª?La cu¨¢la? ¡ªHombre, la del paro¡±.