?Y si los militantes se divorcian de los votantes?
El mayor riesgo del PSOE y otros socialismos no es la ruptura entre l¨ªderes y militantes, sino entre el partido y los votantes
Los l¨ªderes suelen sentirse muy orgullosos de ganar las primarias, pero no deber¨ªan si con ello no conquistan a los votantes. El dirigente laborista Jeremy Corbyn, aupado por unos militantes m¨¢s a la izquierda que sus l¨ªderes anteriores, sigue cayendo en las encuestas en Reino Unido. Estas son algunas: la realizada por Observer en enero muestra una intenci¨®n de voto de los toriescon el 38% de los votos frente al 30% de los laboristas. La conservadora Theresa May es la preferida por el 47% de los brit¨¢nicos para el puesto de primera ministra frente al 14% que prefiere a Corbyn, que sigue acumulando tasas negativas de aprobaci¨®n en un descenso a los infiernos metrosc¨®picos que no tiene fin.
Las malas noticias para el laborismo no se limitan a la gesti¨®n del Brexit, para el que mayoritariamente los brit¨¢nicos apoyan a May y al Partido Conservador, sino a cuestiones como el sistema sanitario brit¨¢nico: el 43% cree que los tories lo gestionar¨¢n mejor, frente al 31% que apuestan por los laboristas, seg¨²n una encuesta para Independent. Algo est¨¢ fallando cuando hasta la gesti¨®n de un servicio p¨²blico emblem¨¢tico para la izquierda como es la sanidad se conf¨ªa m¨¢s a la derecha. Sobre todo, algo est¨¢ pasando en la sonrisa de Corbyn.
En Francia, Benoit Hamon tambi¨¦n sonri¨® al imponerse al mism¨ªsimo exprimer ministro Manuel Valls en las primarias del Partido Socialista Franc¨¦s, pero las encuestas siguen registrando un lento descenso hasta situarle en quinto lugar entre los candidatos presidenciales, con un 10,5% de intenci¨®n de voto. Podr¨ªamos estar hablando de su propuesta de gravar a los robots o extender el salario social, pero por primera vez en Francia la irrelevancia socialista ha descalabrado los debates y sus temas no se han abierto paso.
En Espa?a, el PSOE se enfrenta a unas primarias complicadas tras la traum¨¢tica salida de Pedro S¨¢nchez. ?ste se arroga el calor de las bases y tal vez lo tenga en cierta medida, pero los votantes le fueron dando la espalda en las citas electorales: consigui¨® 5,4 millones de votos en junio de 2016, frente a 5,5 millones en diciembre de 2015 y los 7 millones que hab¨ªa conseguido el PSOE en 2011. No se puede decir que su estrategia atrajera a m¨¢s votantes.
En Andaluc¨ªa, el PSOE de Susana D¨ªaz en 2015 perdi¨® terreno en 2015 y sum¨® 1,4 millones de votos frente a los 1,5 millones de 2012. La emergencia de Podemos dificult¨® la mayor¨ªa absoluta que sumaba con Izquierda Unida y D¨ªaz gobierna tras un pacto con Ciudadanos.
La situaci¨®n es de alerta para una izquierda europea que parece haberse quedado sin discurso (con la interesante excepci¨®n de Schulz en Alemania). Pero conviene no confundir el mayor riesgo, ya que es doble: el primero es el peligro de divorcio entre los l¨ªderes y las bases; pero el segundo y principal es el riesgo de divorcio entre esas bases y los votantes. Si eso se produce, si los votantes no acompa?an a los militantes en sus decisiones, los socialistas espa?oles, brit¨¢nicos y franceses deber¨¢n hac¨¦rselo mirar.
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