Puigdemont arrasa en Harvard, Anna Gabriel arrasa en el PP

Hay una costumbre muy arraigada en el periodismo espa?ol, central y de provincias: que un cineasta estrena en Nueva York, "Fulano arrasa en Nueva York", aunque hayan acudido cuatro gatos al estreno. Los mismos gatos van a la inauguraci¨®n de una exposici¨®n de un espa?ol proclive a salir en los medios y el titular ya est¨¢ hecho: "Fulano arrasa en Par¨ªs", y as¨ª sucesivamente.

A Puigdemont lo fueron a ver cuatro gatos en Harvard, a Anna Gabriel la siguieron cincuenta en la tarea de ocupar el PP en Barcelona

He celebrado mucho como lector de EL PA?S que esa tentaci¨®n nos haya abandonado en el tratamiento informativo que recibe aqu¨ª la presencia del presidente catal¨¢n Carles Puigdemont en la Universidad de Harvard. Desde el principio de su cr¨®nica, Joan Faus, enviado al evento, deja dicho que el alto ejecutivo del independentismo catal¨¢n hab¨ªa hablado "en una peque?a sala", a la que hab¨ªan concurrido "unos noventa estudiantes", por lo que se ve insuficientes para inculcar, en la tan celebrada universidad, la voluntad que animaba a Puigdemont: "internacionalizar su causa".

Es evidente que Puigdemont no ha arrasado. Pero, aunque no arrasen, a veces se dice eso de otros activistas que tienen similar repercusi¨®n de audiencia: arrasar es una manera de decir que estuvo.

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A la misma hora, en Barcelona, Anna Gabriel y cincuenta de su partido pol¨ªtico, la CUP, aliada del viajero Puigdemont, organizaba un asalto a la sede del PP en Barcelona. Con tocar a la puerta hubieran tenido suficiente. "Que somos de la CUP, que abran". Si hubieran hablado as¨ª, como Gila, hubieran entrado sin problemas, se puede suponer. "Vendr¨¢n a hablar", dir¨ªa alguno del PP. Pero es que iban a arrasar; iban, dice la cr¨®nica de Anton Rosa, provistos de pancartas, como esta que reza La organizaci¨®n es la llave de la victoria. He escuchado en otros sitios que, adem¨¢s, los compa?eros de Gabriel exig¨ªan la expulsi¨®n de "las fuerzas de ocupaci¨®n". Vaya por Dios, ese lenguaje. Fuerzas, ocupaci¨®n, fuera. Nos matan a palabras.

La explicaci¨®n del asalto, que quieren refer¨¦ndum "S¨ª o S¨ª". La palabra S¨ª ha cogido mucho protagonismo ¨²ltimamente; deber¨ªan saber que, como dec¨ªa un famoso editor, No es tambi¨¦n una respuesta. Y eso que fueron a decir se puede decir por otros instrumentos. Asaltar se dice para asaltar los cielos. Qu¨¦ palabra asaltar, suena a arrasar. La odio.

El mismo d¨ªa, en Madrid, dirigentes de Podemos abonaban la tesis de que en la red todo debe estar permitido. Como si no lo estuviera. Pero despu¨¦s viene la ley y dice "No a esto" y "S¨ª a lo otro". Pero por lo que dec¨ªan los citados l¨ªderes pol¨ªticos alentando el todo est¨¢ permitido. Que arrase Twitter, con sus chistes y sus soflamas. Pieles muy finas hay entre quienes quieren que otros tengan la piel gruesa o insensible. No parece que haya arrasado Podemos con esta bravata de "Libertad para el Chiste Diga lo que Diga", pero no importa.

En alg¨²n sitio alguien titular¨¢ "Arrasa Podemos con su lucha a favor del Twitter totalmente Liberado", y ya habr¨¢ triunfado. A Puigdemont lo fueron a ver cuatro gatos en Harvard, a Anna Gabriel la siguieron cincuenta en la tarea de ocupar el PP en Barcelona y Podemos arrasa (al menos en Twitter) con esa iniciativa sobre el humor libre.

Se trata de estar, de hacer y de decir. El resto que lo pongan los titulares. Y siempre hay quienes pican. O picamos.