El precio del activismo
La defensa del medio ambiente se salda con centenares de asesinatos al a?o. Las grandes corporaciones y la pasividad de los Gobiernos son los principales culpables, seg¨²n Greenpeace
En los ¨²ltimos dos a?os, 340 personas perdieron la vida por el medio ambiente. Nada que ver con una cat¨¢strofe o un accidente imprevisto: las asesinaron. Aun hoy, luchar por la protecci¨®n de los bienes naturales puede conllevar riesgo de muerte. La voracidad de las grandes corporaciones o la pasividad de los Gobiernos son las principales culpables, seg¨²n Greenpeace. Y el papel de todos, desde los pa¨ªses europeos hasta aquellos que sufren in situ la devastaci¨®n, pasa por se?alarles. Por ¡°sacarles los colores¡±, sugiere la organizaci¨®n.
Estas son algunas de las conclusiones que resalta el informe El precio del activismo, de Greenpeace, repartido en Madrid el pasado viernes y que se discutir¨¢ este mi¨¦rcoles en el Palacio de la Prensa. Son tambi¨¦n algunas de las proclamas que enarbol¨® con vehemencia durante la presentaci¨®n Laura Z¨²?iga, hija de la activista hondure?a Berta C¨¢ceres, a quien un sicario dispar¨® hace un a?o por alzar la voz contra las multinacionales que esquilman la selva de su pa¨ªs, Honduras. Z¨²?iga recogi¨® el testigo de su "mami" para continuar con esa convicci¨®n "del derecho a vivir y ser felices¡± que tanto le inculc¨®, e insisti¨® en el planteamiento expresado en una carta abierta de su hermana: que ¡°el dolor sirva de motor para la acci¨®n¡±.
¡°Cuando luchar es parte de la vida, la forma de paliar el dolor es actuar sobre la realidad¡±, expres¨® antes de recoger el premio Artemio Precioso otorgado por la agrupaci¨®n ecologista a su madre. ¡°Hay varios enemigos del medio ambiente, pero el peor es el poder de las compa?¨ªas transnacionales que provocan el cambio clim¨¢tico¡±, aleg¨®. ¡°Y es importante pensar en las responsabilidades que tiene cada uno, ya que nuestro papel individual tiene consecuencias universales. El asesinato de mi madre nos incumbe a todos, porque cada vez que se mata a un luchador por la tierra sale a relucir la impunidad ante estos sucesos¡±, destac¨®.
En este sentido, tanto Z¨²?iga como sus compa?eros de mesa ¨CLaura Furones, portavoz de la ONG Global Witness; Azahara Peralta, ingeniera que denunci¨® a la operadora p¨²blica de infraestructuras hidr¨¢ulicas Acuamed; Mario Rodr¨ªguez, director ejecutivo de Greenpeace Espa?a; y Gustavo Castro, ambientalista mexicano y testigo del asesinato de Berta C¨¢ceres)¨C denunciaron la pasividad de entidades y pol¨ªticos a la hora de perseguir estos cr¨ªmenes.
¡°La demanda continua de recursos naturales como el agua, diversos minerales, el aceite de palma o la madera se han convertido en objeto preciado para empresas y Gobiernos a cualquier precio, Sin tener en cuenta los derechos humanos y sobre el territorio de aquellas comunidades donde se hallan dichos recursos. Como consecuencia, la violencia ejercida sobre las poblaciones afectadas no ha dejado de crecer¡±, subraya en el dossier. Greenpeace se?ala a Honduras, segundo pa¨ªs m¨¢s pobre de Latinoam¨¦rica (tras Hait¨ª), como el m¨¢s peligroso para los defensores del medio ambiente junto a sus vecinos Guatemala y El Salvador. Tambi¨¦n menciona Filipinas, Brasil y el largo historial de masacres en el continente africano.
Honduras es el pa¨ªs m¨¢s peligroso para los defensores del medio ambiente, seg¨²n datos de Greenpeace
Son lugares de riesgo, como el tri¨¢ngulo centroamericano, donde se intensifica la extracci¨®n de recursos sin apenas penalizaciones y provocando desplazamiento de campesinos, ind¨ªgenas y poblaci¨®n civil. Z¨²?iga explic¨® la vulnerabilidad en la que se encuentran los activistas en las zonas ¡°donde m¨¢s se han beneficiado muchos, incluso empresas del mundo occidental¡±. Y analiz¨® el proceso silenciado que est¨¢ sufriendo el caso de su madre. ¡°El gobierno hondure?o y las autoridades internacionales han marginado la investigaci¨®n. Hay siete detenidos ¨Calgunos relacionados con DESA, la concesionaria de la represa contra la que protestaba Berta, y otros del Ej¨¦rcito, entrenados por Estados Unidos¨C, pero necesitamos que se haga justicia y se d¨¦ ejemplo, no solo con los actores materiales, sino contra los intelectuales¡±.
Gustavo Castro, compa?ero de C¨¢ceres, record¨® que le toc¨® ser testigo de este ajuste de cuentas por ¡°el destino¡± y denunci¨® c¨®mo el Gobierno de Honduras ¡°se empez¨® a lavar las manos¡± desde el primer instante. ¡°La diligencia est¨¢ llena de inconsistencias y decretaron el secreto de sumario. Los imputados van a un juicio plagado de irregularidades. Hay riesgo de que les liberen si la presi¨®n p¨²blica decrece¡±, protest¨®.
El ambientalista destac¨® c¨®mo la opini¨®n p¨²blica est¨¢ avivando la demanda de justicia, y pidi¨® que no se alargara el proceso. ¡°Se siguen violando los derechos humanos en Honduras", dijo. Y eso, a?adi¨®, a pesar de los cuantiosos fondos que recibe el pa¨ªs desde organismos internacionales para promoverlos. "No hay protecci¨®n ni reglamento para las v¨ªctimas y se criminaliza la lucha social, que ahora ha pasado a considerarse terrorismo¡±, y apunt¨® que muchos activistas se marchan del pa¨ªs mientras las corporaciones se quedan y aprovechan del gas, los puertos, los canales, los oleoductos o hasta el fracking, t¨¦cnica de extracci¨®n de hidrocarburos del subsuelo.
Las empresas o bancos que financian la deforestaci¨®n no quieren que se sepa. Por eso, si les rompes su imagen, se pueden lograr cosas Mario Rodr¨ªguez, director ejecutivo de Greenpeace
¡°Las mujeres est¨¢n siendo la punta de lanza de la resistencia. Muchas se han quedado solas. Los hombres han partido y ellas se hacen cargo de la familia, el patrimonio y la tierra¡±, indic¨® Castro. En este sentido, la hija de Berta C¨¢ceres a?adi¨®: ¡°En una sociedad masculinizada, son ellas a las que m¨¢s se ataca. Se las estigmatiza y se les acusa de locas o brujas resentidas¡±. A su lado, Azahara Peralta, despedida de Acuamed despu¨¦s de negarse a firmar unos sobrecostes inexistentes, asegur¨® que ella est¨¢ en el paro "por hacer lo que ten¨ªa que hacer". Y a?adi¨® que el miedo provoca par¨¢lisis en muchas personas: ¡°Aqu¨ª nos quejamos mucho en el bar, pero no hacemos nada. Y vamos dejando que las grandes empresas sigan acumulando los mayores casos de corrupci¨®n¡±. El juez acaba de reabrir el caso Acuamed por presunto fraude millonario en la adjudicaci¨®n de obras.
Para concluir, Mario Rodr¨ªguez habl¨® de la efectividad de los actos individuales incluso a miles de kil¨®metros de distancia. ¡°Las empresas o bancos que financian la deforestaci¨®n no quieren que se sepa. Por eso, si les rompes su imagen, se pueden lograr cosas¡±. El director ejecutivo de Greenpeace puso como ejemplos el fracaso de un proyecto energ¨¦tico de Endesa en la Patagonia Chilena o la demanda a Mapfre, Siemens e Iberdrola por la intenci¨®n de construir una megapresa en el r¨ªo Tapaj¨®s del Amazonas. La lucha por el medio ambiente, concluy¨®, se reparte entre la presi¨®n a las empresas ¡°desde aqu¨ª¡± y apoyar la protecci¨®n de quien pelea all¨ª. ¡°Se debe promover el cumplimiento de los derechos humanos, el Art¨ªculo 8 de la Convenci¨®n de Diversidad Biol¨®gica ¨Cpreservando las poblaciones ind¨ªgenas- y establecer medidas para investigar imparcialmente el acoso a quienes defienden el medio ambiente¡±, resumi¨®.
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