M¨¢s de 100.000 chinos mueren al a?o por la contaminaci¨®n de las f¨¢bricas que producen para la UE y EE UU
Un estudio calcula por primera vez el brutal impacto sobre la salud del comercio internacional
Comprar productos hechos en China sale muy barato para los ciudadanos de pa¨ªses ricos y terriblemente caro para los chinos. La enorme contaminaci¨®n atmosf¨¦rica generada por la industria china y desplazada por el viento est¨¢ asociada a m¨¢s de 3.100 muertes prematuras al a?o en Europa occidental y Estados Unidos, seg¨²n un nuevo estudio internacional. Sin embargo, el voraz consumo de productos chinos en la UE y EE UU est¨¢ vinculado a casi 110.000 muertes prematuras anuales en China por la contaminaci¨®n del aire provocada en la producci¨®n. Los ciudadanos de los pa¨ªses ricos tienen ordenadores, m¨®viles y juguetes baratos, y las multinacionales ganan m¨¢s dinero, pero a cambio de adelantar cientos de miles de fallecimientos en el pa¨ªs asi¨¢tico.
El nuevo estudio, dirigido por el economista Dabo Guan, es el primero que calcula los impactos sanitarios transfronterizos del comercio internacional y de la poluci¨®n atmosf¨¦rica desplazada. El trabajo, que se publica hoy en la revista Nature, utiliza datos de contaminaci¨®n por part¨ªculas finas (PM2,5) tomados en 2007 en todo el mundo. Estas part¨ªculas, con un tama?o menor a 2,5 mil¨¦simas de mil¨ªmetro, penetran hasta lo m¨¢s profundo de los pulmones, los alveolos, y pueden llegar al torrente sangu¨ªneo, provocando enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
De los 3,45 millones de muertes prematuras relacionadas con esta poluci¨®n en ese a?o, alrededor del 12% (411.000) estaba relacionado con contaminantes atmosf¨¦ricos emitidos en otra regi¨®n del planeta. Y los autores vinculan el 22% de los fallecimientos (762.400) a la producci¨®n de bienes y servicios en una regi¨®n para ser consumidos en otra.
¡°Unas regiones consumen mientras otras producen y sufren los efectos en la salud¡±, lamenta el economista Dabo Guan
¡°Unas regiones consumen mientras otras producen y sufren los efectos en la salud¡±, ha lamentado en una rueda de prensa Guan, investigador de la Universidad de Anglia Oriental, en Norwich (Reino Unido). Por cada mill¨®n de consumidores en Europa occidental hay 416 muertes asociadas a la contaminaci¨®n por PM2,5 en otras regiones del mundo, seg¨²n el estudio. El n¨²mero de estos fallecimientos se reduce a 339 por cada mill¨®n de consumidores en EE UU. En el trabajo participa una veintena de cient¨ªficos de instituciones punteras de China y EE UU, como el Instituto Tecnol¨®gico de California o las universidades de Princeton y Pek¨ªn.
¡°Si el precio de los productos importados es bajo porque en las regiones de producci¨®n las leyes contra la contaminaci¨®n son menos estrictas, entonces los ahorros de los consumidores podr¨ªan estar gener¨¢ndose a expensas de vidas perdidas en otras regiones¡±, afirman sin tapujos los autores en la revista Nature. Estudios anteriores calculan que, en el mundo, el 90% de las muertes prematuras debidas a la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica se deben a las part¨ªculas PM2,5.
¡°Nuestro estudio calcula hasta qu¨¦ punto la contaminaci¨®n del aire es un problema global en una econom¨ªa global¡±, explica Qiang Zhang, un investigador especializado en qu¨ªmica atmosf¨¦rica de la Universidad de Qinghua, en Pek¨ªn. ¡°Los pa¨ªses desarrollados deber¨ªan fomentar un consumo responsable para mitigar los efectos negativos en el medio ambiente. Y los pa¨ªses en desarrollo deber¨ªan mejorar la eficiencia de sus econom¨ªas para reducir sus emisiones locales¡±, propone Zhang.
El f¨ªsico Julio D¨ªaz, autor de numerosos estudios sobre la contaminaci¨®n en Espa?a, aplaude el nuevo estudio, pero alerta de sus ¡°limitaciones propias de un trabajo global¡±. La investigaci¨®n dirigida por Guan, seg¨²n destaca D¨ªaz, no ha calculado la dosis de contaminaci¨®n necesaria para provocar efectos sobre la salud en cada regi¨®n, por ejemplo, en funci¨®n de las diferentes pir¨¢mides de poblaci¨®n. El estudio de Guan extrapola a trav¨¦s de estudios anteriores. ¡°No deja de ser un modelo inform¨¢tico aproximado de emisiones y de carga de enfermedad¡±, advierte D¨ªaz.
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