Ay, Criptana
Ayer el lar de mis yayos, mi padre, mis t¨ªos, mis primos y mis resobrinos chiquitines, entr¨® en la historia de la infamia
Mis abuelos Nic¨¦foro y Gabina, y los padres de sus padres hasta perder la cuenta, eran de Campo de Criptana de toda la vida. S¨ª, el pueblo de los molinos, el de Sara Montiel, el de los quesos, el de las vi?as, uno de tantos lugares de La Mancha de cuyo nombre no quiso acordarse el Manco. Aunque salieron del pueblo con el hatillo hacia Alicante en los a?os sesenta detr¨¢s de los hijos que se les iban a buscarse las habichuelas en las obras de la playa, la casa de mis yayos fue siempre territorio manchego en el exilio. En todos los a?os de su vida, incluso de viuda, mi abuela jam¨¢s dej¨® de llamar ¡°mi hombre¡± a mi abuelo, ni mi abuelo ¡°madre¡± a mi abuela, en un galimat¨ªas de parentescos y posesivos que nos volv¨ªa tarumbas a los cr¨ªos. Cosas del pueblo, sentenci¨¢bamos con infinita condescendencia los alicantinos, la primera generaci¨®n criada lejos de la Virgen de Criptana, y nos zamp¨¢bamos las galletas de coco y el dedal de mistela con que el Nic¨¦foro y la Gabina nos convidaban los domingos. Bendita inocencia.
Ayer, Campo de Criptana, el lar de mis yayos, mi padre, mis t¨ªos, mis primos y mis resobrinos chiquitines, entr¨® en la historia de la infamia. Manolo Garc¨ªa-Bustamante, el chico de don Manuel, el maestro del Pozohondo, mat¨® presuntamente a su esposa y a sus ni?os y se tir¨® por la ventana. En los corrillos de la plaza, los paisanos se hac¨ªan cruces de c¨®mo un chico tan hermoso y tan de buena familia hubiera tra¨ªdo semejante desgracia. ¡°Pobres criaturas¡±, lloraban, haciendo elipsis de su madre asesinada. Criptana, como Camas, como Cebreros, como Cornell¨¤, ya no son como eran. Hay wifi y hipsters y erasmus, como en las capitales. Puede que respire por la herida, pero para m¨ª que en ese ¡°mi hombre¡± y el ¡°madre¡± con que se refer¨ªan mi abuela a mi abuelo, y viceversa, como si ese fuera el orden inmutable de las cosas, hab¨ªa alguna clave de lo que nos pasa con la violencia machista.
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