Contra la moda del 'nesting': salir a la calle es m¨¢s saludable

En los ¨²ltimos tiempos las redes sociales arden. Algo habitual, por otro lado.?Twitter y Facebook?atraen con una fuerza desconocida a una nueva especie de ciberpir¨®manos dispuestos a verter su falsa indignaci¨®n y su farise¨ªsmo de alto octanaje sobre cualquier pol¨¦mica falsa. Esta vez, el motivo est¨¢ en un t¨¦rmino maligno que consideran una nueva trampa del sistema, un plan dise?ado con aviesas intenciones: convertir en tendencia lo de quedarnos en casa y convencernos de que es algo bueno y/o saludable, todo para enmascarar que no tenemos un c¨¦ntimo de euro que gastar en la calle. Hablamos, claro est¨¢, del nesting?(del ingl¨¦s, ¡®nest¡¯, es decir, ¡®nido¡¯), ese fen¨®meno que tan bien han explicado recientemente nuestros compa?eros y expertos de Buenavida: pasarte todo el fin de semana en tu hogar es terap¨¦utico.

De todas formas, lo del nesting no es nada novedoso y, mucho menos, nuevo. Como tantas otras cosas el t¨¦rmino tiene un recorrido bastante largo y ha sufrido algunas alteraciones con el paso de las d¨¦cadas.?Faith Popcorn es la fundadora de la compa?¨ªa Brain Reserve. Desde 1974 su empresa se dedica a adivinar el futuro del mercado y a aconsejar a empresas sobre la apertura de l¨ªneas de producto que satisfagan las necesidades de los consumidores. Con una mezcla de new age, ciencia ficci¨®n, ch¨¢chara de autoayuda y jerga de an¨¢lisis de marketing,?Faith Popcorn, que se declara ¡°futurista¡± (un t¨¦rmino que est¨¢ a medio camino entre la echadora de cartas y la analista de posibles escenarios futuros en el campo del marketing, la antropolog¨ªa social o la pol¨ªtica), conf¨ªa plenamente en lo que llama Talent Bank, el motor de su firma, la herramienta con la que elabora sus informes y emite sus predicciones: la recopilaci¨®n de los datos que 10.000 profesionales de diversos ¨¢mbitos captan para ella analizando medios de comunicaci¨®n, costumbres sociales, derivas pol¨ªticas...

?Se acuerdan de aquel best seller escrito por Rhonda Byrne llamado El secreto? El secreto consist¨ªa en que si pensabas algo con muchas ganas, si lo deseabas mucho, se hac¨ªa realidad. La magia del pensamiento positivo. Pues ahora imaginen a 10.000 personas pensando a la vez sobre algo¡­ ?No se multiplicar¨¢ por 10.000 esa magia? Ahora piensen en otra cosa: ?Es mejor la calidad de los datos o la cantidad de los mismos? ?Cu¨¢l es el porcentaje de profesionales de diversos campos no muy buenos entre esos 10.000?

El caso es que Faith Popcorn (que cambi¨® legalmente su apellido de Plotkin a Popcorn porque, como todo el mundo sabe, no hay nadie que se resista a contratar los servicios de alguien que se apellida ¡®Palomitas de maiz¡¯) se hizo famosa acu?ando el t¨¦rmino cocooning?(del ingl¨¦s ¡®cocoon¡¯ que significa ¡°capullo¡± o ¡°cris¨¢lida¡±) que se refer¨ªa a la tendencia de que los norteamericanos, all¨¢ por 1986 (a?o en el que el t¨¦rmino aparece por primera vez en un art¨ªculo de la revista ¡®The New Yorker¡¯), comenzaban a retraerse en s¨ª mismos, rechazar el contacto social y dedicar el dinero que reservaban para el ocio en reformar sus casas y en diversiones para el hogar.

Las cosas puestas en contexto tienen todo el sentido: en los ¨²ltimos a?os de la Guerra fr¨ªa las cosas se pusieron feas, el mundo parec¨ªa bastante loco y un alto porcentaje de la poblaci¨®n mundial pensaba que todo terminar¨ªa con una guerra nuclear que arrasar¨ªa la humanidad. El bombardeo sobre gente que constru¨ªa refugios o acaparaba alimentos, oro o armas para sobrevivir a la hecatombe era constante pero, en realidad, no era algo tan extendido como los medios hicieron creer en ese momento. Lo que s¨ª era evidente es que algo hab¨ªa cambiado en el ocio: la irrupci¨®n del v¨ªdeo, del walkman, de las primeras consolas y de los primeros ordenadores personales hicieron que la diversi¨®n se individualizara.

En las sucesivas d¨¦cadas Miss Popcorn ha seguido usando el t¨¦rmino en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica como Deep cocooning,?para definir a los preppers o acaparadores de bienes para hacer frente al fin del mundo, y como Digital Cocooning,?para definir a los que ¡®viven¡¯ en redes sociales, compran por Internet, etc. En el ¨¢mbito del marketing Brain Reserve ha seguido advirtiendo de estas tendencias individualistas para apoyar sus predicciones sobre un presunto inter¨¦s en rob¨®tica aplicada a los sentimientos y a hacer compa?¨ªa a gente cada vez m¨¢s solitaria (robots que abrazan, que te arropan, que te dicen que eres guay¡­)

El t¨¦rmino all¨¢ por los 90 fue convenientemente popularizado para definir la presunta moda de quedarse en casa y no salir a la calle para divertirnos. Muchas fueron las publicaciones de tendencias del momento que se hicieron eco de esta moda que, en realidad, nunca pudo ser muy certificada. Entre medias, como ustedes saben, en Jap¨®n aparecieron los primeros hikikomoris. Esos adolescentes que deciden montarse su vidilla en el cuarto de casa de los padres, con su consola, su conexi¨®n a Internet y no salir jam¨¢s.

Al antiguo cocooning se le llama ahora nesting y consiste, b¨¢sicamente, en quedarte en casita disfrutando de tu hogar. No es complicado imaginarse a la gente que hace nesting paseando por sus casas pasando los dedos por los muebles y deteni¨¦ndose en los pasillos pensando "maldita sea, como mola todo esto, qu¨¦ bien decoro, qu¨¦ ojo tengo para la disposici¨®n de rincones ¨ªntimo que invitan a la reflexi¨®n y al placer y para todo lo crom¨¢tico". Fuera de las teor¨ªas sobre si esto es una conspiraci¨®n a gran escala que implica a la ONU y a cientos de agencias gubernamentales secretas que nos quieren convencer de que nuestra vida es estupenda o de si, en realidad, de lo que se trata es de vender muebles y menaje del hogar con la excusa de que como es una moda quedarse en casa tendr¨¢s que acondicionarla de forma coqueta y c¨®moda para que el tiempo se te pase volando, lo cierto es que renunciar a tener vida social es un error que ning¨²n adulto deber¨ªa cometer en su vida.

La crisis econ¨®mica es una realidad con la que convivimos a diario. Es una realidad dolorosa a la que es imposible poner pa?os calientes y con la que es dif¨ªcil conformarse autoconvenci¨¦ndonos de que hacer nesting es una tendencia, de que apalancarnos de viernes por la tarde a lunes por la ma?ana (para salir a trabajar¡­ los que salen a trabajar) es algo intr¨ªnsecamente bueno o positivo.

Es verdad que, en cierto modo, los augurios de Faith Popcorn se han hecho realidad: en la actualidad nuestra conexi¨®n a internet, una cuota en Netflix, HBO, Amazon, Filmin, etc. o una consola (?ni siquiera hace falta que sea de ¨²ltima generaci¨®n!) nos provee de entretenimiento. Invertimos nuestro presupuesto en entretenimiento casero. Nada del otro mundo. Incluso la pirater¨ªa nos puede proveer de m¨¢s libros y m¨¢s discos de los que vamos a poder leer y escuchar en nuestra vida. Nada que reprochar al ser humano que no puede pagarse otra forma de entretenimiento, pero cualquiera que opte por el nesting porque es tendencia tiene que estar informado de los peligros de no salir de casa para tener contacto con otros seres humanos.

1. ?Barato?

?Es barato quedarse en casa? Echa un vistazo a las tarifas de la luz y preg¨²ntate si es barato tener encendida la tele, la consola, el port¨¢til, la luz del sal¨®n, el cargador del m¨®vil, el aire acondicionado o la calefacci¨®n¡­ Recuerda que si vives en pareja, seguramente, la otra persona tambi¨¦n tendr¨¢ encendidos otros aparatos o estar¨¢ en otra habitaci¨®n. Reduce tu huella ecol¨®gica y la factura, por favor.

2. Vida en pareja

Las discusiones comienzan, muchas veces, por memeces. Evita pasar el s¨¢bado enfurru?ado por qui¨¦n domina el mando de la tele, por qu¨¦ se come y cu¨¢ndo, por qui¨¦n pone la lavadora o qui¨¦n hace la cama. La monoton¨ªa atrae las broncas y no hay nada m¨¢s mon¨®tono que estar en casa intentando hacer pensar a los dem¨¢s que mola todo. Salir y airearse es siempre saludable.

3. A la europea

?No eres de los que te quejas todo el rato de que nuestra Espa?a no es como la civilizada Europa? Pues apl¨ªcate el cuento de esa gente y opta por planes como ir a leer a un parque, jugar al ajedrez o ir a echar la manta a cualquier lado. Mira lo contentos que parecen vivir todos esos n¨®rdicos y esos teutones en cuanto les cae un poco de sol en la cara y pueden dedicarse a perder el tiempo.

4. Picnic

Con el buen tiempo es m¨¢s f¨¢cil preparar una cesta con v¨ªveres e ir a disfrutar de una comida campestre a cualquier p¨¢ramo natural o parque p¨²blico. ¡®Ir al campo¡¯ era una tendencia muy de nuestros papis hasta que todo se llen¨® de centros comerciales.

5. Busca la ganga

Ha llegado el momento de buscar cosas gratis que hacer. Todos los museos tienen horarios gratuitos, siempre hay conferencias a las que acceder de ga?ote, exposiciones de arte tambi¨¦n por la cara y eventos y estrenos en los que se sortean entradas gratuitas o que tienen acceso libre hasta completar aforo. Prueba un poco el sabor de ¡®lo gratis¡¯.

6. Aficiones

Monta un grupo de m¨²sica, cose, teje, haz macram¨¦, busca en redes sociales cursos gratuitos en centros culturales o m¨®ntatelo por tu cuenta. ?T¨² puedes!

7. Nocturnidad

Pues s¨ª, salir por la noche no tiene nada de malo. Frente a la satanizaci¨®n del ocio nocturno lo cierto es que solo hay que responder que tenemos derecho a la fiesta, como dec¨ªan Beastie Boys. ?Qu¨¦ hay de malo en crapulear un poco si se respeta el descanso de los vecinos y no se falta a la autoridad a grito pelado? ?Es ilegal ir a un concierto? ?Es malo cruzarse con amigos? ?Alguien ha prohibido autoenga?arse con la posibilidad de encontrar el amor y la aventura al lado de la m¨¢quina de dardos del pub? Por dios, este es un pa¨ªs que se ha hecho famoso por ofertar fiesta sandunguera, no llevemos la contraria a todo el dinero que nos gastamos en promoci¨®n tur¨ªstica que lo pagamos entre todos.

8. Compras compulsivas

Si eres vago para salir a la calle, ser¨¢s vago para cocinar y el dinero que pretend¨ªas ahorrar acabar¨¢ en manos de un avispado hostelero que oferta comida a domicilio o, peor, intentar¨¢s matar el aburrimiento y el vac¨ªo existencial ech¨¢ndole un vistazo a cualquier portal de compras online y gast¨¢ndote el precio de dos rondas de ca?as en cualquier cosa que no necesitas.

En definitiva, es posible que el nesting sea tendencia pero, la verdad, en este caso es mejor aferrarse a la pretendidamente aborrecible y vieja costumbre de salir a la calle que, en definitiva, es un lujo que sale gratis.