El suburbio de los discapacitados
Varias decenas de personas con discapacidad y sus familias sobreviven en un barrio de Bombay desde hace 15 a?os. En 2016, India reform¨® la ley para asistir a un colectivo de entre 30 y 80 millones
Si el mundo est¨¢ patas arriba, quiz¨¢ haya que mirarlo del rev¨¦s para enderezarlo. O eso debi¨® pensar Imran I. Mullah cuando cre¨® un espacio para personas con discapacidad, sin discriminaci¨®n. Bocabajo y caminando sobre sus brazos debido a la polio que le incapacit¨® las piernas cuando a¨²n era un beb¨¦; Imran ha recorrido calles, estaciones de tren y paradas de autob¨²s en busca de los mendigos, limpiabotas y dem¨¢s despose¨ªdos que ahora habitan Viklang Colony ¡ªla Colonia de los Discapacitados¡ª en las cercan¨ªas a la estaci¨®n de Mira Road, al norte de la ciudad de Bombay.
¡°Despu¨¦s de vivir en las calles, entend¨ª que muchos somos expulsados de casa por nuestras discapacidades. Por eso quise hacer de esta colonia un lugar para personas iguales en el que nadie se sintiese marginado¡±, explica Imran, de 39 a?os. Afectado de polio desde los dos a?os, apenas ten¨ªa veinte cuando su familia le ech¨® de casa y vivi¨® de las limosnas hasta que decidi¨® establecerse en este suburbio con su mujer y sus hijos. Pero fue trabajando de limpiabotas en la cercana estaci¨®n de tren de Mira Road, entre otros tullidos betuneros y mendigos ciegos que deambulan por los andenes de Bombay, cuando Imran pens¨® en reclutar al ahora medio centenar de habitantes de Viklang Colony.
Lo que en principio fue un enclave para un grupo de familias, pronto se convirti¨® en el mayor asentamiento de personas con discapacidad conocido en el pa¨ªs. Alrededor de 250 personas procedentes de zonas tan remotas como el estado sure?o de Tamil Nadul llegaron a vivir en el espacio creado por Imran. ¡°Lo primero era reunir al mayor n¨²mero de discapacitados de las calles. Pero mi mayor sue?o a¨²n no se ha realizado porque las condiciones no son las que uno espera: sin agua corriente, material apropiado para nuestras casas...¡±, dice el ahora conductor de rickshaw (triciclo p¨²blico de motor t¨ªpico de India).
Tan sorprendente es ver a Imran bajando y subiendo de su rickshaw y movi¨¦ndose sobre sus manos calzadas en las sandalias, como a otros afectados de polio y ciegos trastabillarse seguros por los estrechos pasillos entre las chabolas. ¡°Nuestros padres nos ayudan cuando somos ni?os. Antes la poliomielitis no era una enfermedad reconocida... Las familias se hacen cargo de nosotros durante un tiempo, pero despu¨¦s tenemos que independizarnos¡±, explica Suvarna Prem Lal, enferma de polio tambi¨¦n rescatada por Imran. Tras ser repudiada por su familia, dar a luz en las calles y perder a su hijo, Suvarna, de 35 a?os, casi acepta el desamparo familiar e institucional que al medio centenar de familias del suburbio de los discapacitados como algo irreversible en India.
El 2,1% de la poblaci¨®n (m¨¢s de 21 millones de individuos) sufre alg¨²n tipo de disfunci¨®n f¨ªsica o psicol¨®gica seg¨²n el Gobierno
El gigante asi¨¢tico es, sin duda, el pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de personas con diversidad funcional. Pero las cifras concretas de este colectivo var¨ªan entre unas fuentes y otras. El ¨²ltimo censo nacional de 2011 establece que el 2,1% de la poblaci¨®n (m¨¢s de 21 millones de individuos) sufre alg¨²n tipo de disfunci¨®n f¨ªsica o psicol¨®gica. Mientras que el Banco Mundial estima que el n¨²mero de discapacitados puede llegar hasta los 80 millones. La ra¨ªz de tan anormal disparidad est¨¢ en la ley vigente hasta el pasado mes de diciembre de 2016.
La antigua Ley de Personas con Discapacidad (1995) solo reconoc¨ªa siete tipos de estas; excluyendo, por ejemplo, muchas de las discapacidades intelectuales. Tan siquiera ten¨ªa una definici¨®n concreta de diversidad funcional o discapacidad, por lo que las cifras manejadas tanto por las instituciones nacionales como por los organismos internacionales nunca se han ajustado a la realidad. M¨¢s all¨¢ de la imprecisi¨®n burocr¨¢tica, el problema se deriva en la ausencia de ayudas para un colectivo, ya de por s¨ª, desprovisto de eficientes apoyos gubernamentales en India.
La nueva ley, aprobada a finales de 2016 tras m¨¢s de un lustro de espera, extiende el t¨¦rmino discapacidad del plano m¨¦dico a un ¨¢mbito m¨¢s social. El nuevo marco legal aumenta la cuota del 3 al 4% de trabajos gubernamentales; concede un m¨¢ximo de dos a?os para que el Gobierno acabe con las barreras f¨ªsicas en infraestructuras y transportes; estipula lo que constituye discriminaci¨®n; y subraya la responsabilidad de empresas privadas en la creaci¨®n de espacios accesibles.
M¨¢s all¨¢ de la escasa probabilidad de crear una India accesible en ese tiempo ¡ªteniendo en cuenta que muchas zonas del pa¨ªs ni tienen alcantarillado¡ª, los activistas han subrayado lagunas existentes en el aspecto punitivo. La nueva ley acepta la discriminaci¨®n hacia una persona con discapacidad si se trata de un ¡°medio proporcionado para alcanzar una finalidad leg¨ªtima¡±, y tampoco establece una penalizaci¨®n ejemplar para aquellos que transgreden la norma (un m¨¢ximo de 7.000 euros).
Han instalado un par de retretes adem¨¢s de 12.000 litros de agua semanales pero no hay luz
La falta de efectividad de algunas medidas de la nueva ley se une a propuestas anteriores; tambi¨¦n carentes de operatividad. Al tiempo que se cre¨® una web para que los ciudadanos informasen de las barreras f¨ªsicas en espacios p¨²blicos y gubernamentales, tambi¨¦n se habilit¨® una p¨¢gina para la promoci¨®n del Braille. En ella, supuestamente, cualquiera podr¨ªa aprender a comunicarse mediante signos gracias a los v¨ªdeos de la propia web. Hoy por hoy, sin embargo, la p¨¢gina sigue inoperativa.
Lo mismo ocurre en otros ¨¢mbitos. ¡°Las corporaciones municipales son responsables de destinar un m¨ªnimo de un 3% de sus fondos para las personas con discapacidad¡±, explica Nitin Kashinath Patil, de 50 a?os y comisario del estado de Maharashtra para Personas con Discapacidad. Aunque ¨¦l mismo confirma que ¡°muchas veces no se usa este presupuesto¡±. Si bien Maharashtra es uno de los estados indios que mayor cobertura ofrece, con m¨¢s de mil hu¨¦rfanos acogidos en una veintena de albergues para menores con discapacidad intelectual, las lagunas afectan incluso a los habitantes de Bombay, la capital del estado y una de las ciudades m¨¢s grandes del pa¨ªs.
Los discapacitados del suburbio de Bombay siguen a la espera de recibir m¨¢s ayuda por parte de la corporaci¨®n municipal de Mira Road, mientras que las autoridades justifican que destinaron parte de los fondos a seminarios y cursos especiales. ¡°Solo nos han instalado un par de retretes adem¨¢s de 12.000 litros de agua semanales... Hace a?os, nos conectarnos al suministro el¨¦ctrico pero lo cortaron y desde entonces no tenemos luz¡±, explica la mujer de Raju Harijan, de 35 a?os. Ciego de nacimiento y padre de dos ni?os, Raju se dedica a pedir limosna en la estaci¨®n de tren mientras su mujer limpia casas de la zona. Ambos insisten en que es imposible pagar la electricidad cuando sus menos de 140 euros mensuales apenas cubren comida, transporte y educaci¨®n de sus hijos.
¡°Hace a?os que el Gobierno nos dio esta tienda de tel¨¦fonos¡±, cuenta Nanda Prakash Djuti, de 72 a?os, se?alando el peque?o entoldado junto a la barriada, que hace de comercio adem¨¢s de casa para ella y su nieto. ¡°Pero necesitamos electricidad para poner en funcionamiento el negocio... Solo nos queda pedir limosna¡±. Nanda cuenta que vendi¨® todas sus joyas y abalorios para pagar dos operaciones fallidas a Santanush, de 17 a?os y abandonado por sus padres debido a su par¨¢lisis cerebral. Nanda viste, peina y pone sobre la silla de ruedas a Santanush. Cada d¨ªa, nieto y abuela recorren las calles del barrio de Mira Road en busca de caridad en forma de monedas y billetes que ella acumula entre los pliegues de su sari. ¡°?Qu¨¦ m¨¢s puedo hacer siendo una mujer tan mayor? ?Qui¨¦n cuidar¨¢ de este ni?o cuando yo le falte?¡±, pregunta; entre disculpa y protesta.
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