?A qui¨¦n deja atr¨¢s el zika?

El compromiso de ¡°no dejar a nadie atr¨¢s¡± es el lema m¨¢s conocido de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dibujan una visi¨®n inspiradora y compartida de c¨®mo nos gustar¨ªa que el planeta y la humanidad progresaran entre 2015 a 2030. Esta agenda enfatiza la necesidad de poner el foco en las desigualdades que existen entre pa¨ªses y al interior de estos para ¡°no dejar a nadie detr¨¢s¡±.

La epidemia de zika, un virus capaz de causar defectos cong¨¦nitos en beb¨¦s de mujeres infectadas durante el embarazo, ilustra perfectamente este peligro. Al igual que otras emergencias de salud p¨²blica (por ejemplo, la reciente epidemia del ¨¦bola en ?frica Occidental), el zika constituye una carga directa e inmediata sobre los sistemas de salud y ralentiza los avances en la salud y desarrollo social que algunos pa¨ªses tardaron varias d¨¦cadas en alcanzar.

Esta es la idea central del informe Impacto socioecon¨®mico del virus del Zika en Am¨¦rica Latina y el Caribe: Brasil, Colombia y Surinam como estudios de caso , publicado esta semana por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en alianza con la Federaci¨®n Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), y con la contribuci¨®n del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y la Universidad Johns Hopkins. Realizado entre julio y agosto de 2016, tras la oleada de casos de microcefalia en Am¨¦rica Latina y el Caribe, el estudio tiene como objetivo medir el impacto socioecon¨®mico del virus del Zika en la regi¨®n, as¨ª como analizar la respuesta de las instituciones en pa¨ªses como Brasil, Colombia y Surinam.

El coste que la epidemia ha supuesto a corto plazo, nacional y regionalmente, quedar¨¢ entre 7.000 y 18.000 millones de d¨®lares en tan solo tres a?os. Pero los pa¨ªses m¨¢s pobres sentir¨¢n los impactos m¨¢s severamente, perdiendo 1,13% (Hait¨ª) y 1,19% (Belice) del PIB anualmente en el escenario de alta tasa de infecci¨®n.

La mayor¨ªa de las brasile?as que han dado a luz a beb¨¦s con microcefalia u otros trastornos debido al zika son mujeres j¨®venes, solteras, pobres y de ascendencia africana que viven en peque?as ciudades

Pero m¨¢s all¨¢ del coste econ¨®mico, la evaluaci¨®n destaca el impacto del virus sobre las poblaciones m¨¢s vulnerables y marginadas. En este sentido, el informe es revelador. Su an¨¢lisis incorpora factores que hacen a una persona o a un colectivo vulnerables. Por ejemplo, la mayor¨ªa de las mujeres brasile?as que han dado a luz a beb¨¦s con microcefalia u otros trastornos englobados en el s¨ªndrome cong¨¦nito de zika tienden a ser mujeres j¨®venes, solteras, pobres y de ascendencia africana quienes viven en peque?as ciudades o en zonas periurbanas. Estas son las personas que el zika est¨¢ dejando atr¨¢s.

Esto puede deberse a que las comunidades y los hogares m¨¢s pobres sufren de un acceso desigual a los servicios de salud, agua potable y buenas condiciones sanitarias, aumentando de forma notable el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el agua o las transmitidas por vectores (por ejemplo, al tener que almacenar agua potable para usos dom¨¦sticos en recipientes que acaban siendo criaderos de mosquitos).

El informe va un paso m¨¢s all¨¢, mostrando que estos colectivos no solo presentan m¨¢s probabilidades de exposici¨®n al virus del Zika, sino que pagan un coste m¨¢s elevado en el caso de sufrir la enfermedad, puesto que a menudo carecen de los recursos para disponer de una asistencia y apoyo adecuados. Adem¨¢s, es muy frecuente que los padres, especialmente las madres, dejen sus trabajos para brindarle cuidado a los ni?os afectados.

Asimismo, el informe estima que la mayor parte del coste proyectado, incluyendo los costes m¨¦dicos, no m¨¦dicos y la probable exclusi¨®n laboral de alguno de los progenitores y del propio ni?o afectado, oscila seg¨²n los escenarios entre los 3.000 y los 29.000 millones de d¨®lares para la regi¨®n. Este costo es asumido principalmente por las familias afectadas, empuj¨¢ndolas a una situaci¨®n de mayor pobreza.

En Brasil, por ejemplo, el coste indirecto ¡ªincluso por perdida de ingreso de los padres, que dejan sus trabajos externos para quedar en la casa cuidando al hijo con microcefalia¡ª es de 1.707 d¨®lares al mes para cada ni?o, seg¨²n el nuevo informe. Esta cifra es seis veces superior al aporte extra que concede el programa Bolsa Familia a los hogares con ni?os afectados. Son adem¨¢s las madres las que en la mayor¨ªa de los casos se ven obligadas a convertirse en cuidadoras, lo cual les obliga a salir del mercado laboral. Esto, junto con el limitado acceso a derechos y servicios de salud sexual y reproductiva en la regi¨®n, explica el impacto desproporcionado de la epidemia sobre las mujeres.

Por eso, el informe recomienda proporcionar mecanismos de protecci¨®n social adecuados para todas las personas afectadas; y es necesario implementar pol¨ªticas p¨²blicas que favorezcan la igualdad de g¨¦nero y promuevan la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

La epidemia del zika demanda preparaci¨®n y respuesta r¨¢pida ante las dolencias infecciosas emergentes: la salud y otros objetivos de desarrollo deben ser abordados juntos. Si no mejoramos las condiciones diarias de las familias en situaci¨®n de pobreza, si no abordamos la desigualdad de g¨¦nero y no reconocemos el impacto que los entornos urbanos pobres tienen en la propagaci¨®n de la enfermedad, entonces la salud p¨²blica estar¨¢ cada vez m¨¢s en riesgo. Y con esto tambi¨¦n se pone en riesgo el progreso social y econ¨®mico; que sea verdaderamente sostenible, sin dejar a nadie atr¨¢s.

Jessica Faieta es Subsecretaria General de la ONU y Directora del Bureau Regional del PNUD para Am¨¦rica Latina y el Caribe. Y Antoni Plas¨¨ncia es director del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Obra Social la Caixa.