Melania Trump hace equilibrios como primera dama

Melania Trump es cada vez m¨¢s una primera dama. Durante la campa?a electoral y en los primeros d¨ªas de Donald Trump en la Casa Blanca, mantuvo un perfil discreto, pero en las ¨²ltimas semanas ha aumentado su participaci¨®n en actos p¨²blicos y ha comenzado a establecer un programa del que se ocupar¨¢ durante los pr¨®ximos cuatro a?os de mandato, algo com¨²n en la faceta p¨²blica de las esposas de los presidentes estadounidenses.

Michelle Obama impuls¨® la defensa de las dietas saludables y la escolarizaci¨®n de las ni?as; Laura Bush defendi¨® la alfabetizaci¨®n de los j¨®venes y la innovaci¨®n en las aulas y Hillary Clinton se centr¨® en la cobertura sanitaria universal en EE UU. Cada primera dama, seg¨²n marca la tradici¨®n, ha asumido una causa. Se trata de dejar una marca a su paso por la Casa Blanca y suelen ser asuntos de ¨¢mbito social.

Hasta ahora, la tercera esposa de Trump hab¨ªa preferido acompa?arle en la sombra. Durante la campa?a electoral, que dur¨® m¨¢s de 15 meses, ella realiz¨® solo dos discursos en apoyo a su marido. Su escaso protagonismo contrast¨® con el de Ivanka Trump, la hija del presidente y ahora tambi¨¦n su asistente en la Casa Blanca, que fue una figura clave y visible en el auge pol¨ªtico del republicano.

Una vez Trump lleg¨® a la presidencia, Melania ha tardado en asumir, en la pr¨¢ctica, el rol de primera dama. La raz¨®n fundamental es su deseo de vivir en Nueva York, junto al hijo de la pareja, Barron, hasta que este acabe el curso escolar en junio. Ser¨¢ entonces cuando ambos se muden a la capital.

Pero poco a poco la exmodelo, de 46 a?os, ejercer cada vez m¨¢s su papel de primera dama de la Casa Blanca. En las ¨²ltimas semanas, ha organizado encuentros en la residencia oficial, acompa?ado al presidente en cenas y galas y participado en las visitas oficiales de dignatarios extranjeros. Tambi¨¦n ha visitado hospitales y colegios y promovido el papel de las mujeres en el ¨¢mbito laboral, fijando as¨ª cu¨¢les ser¨¢n sus prioridades en el puesto.

Hace una semana, Melania particip¨® en su primer acto p¨²blico oficial al conceder premios a 12 mujeres v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica o de discriminaci¨®n de g¨¦nero. En su discurso, resalt¨® el liderazgo de la mujer en la sociedad e hizo un llamamiento contra las injusticias hacia las mujeres en el mundo. ¡°All¨¢ donde se las empeque?ece, el mundo entero se empeque?ece¡±, afirm¨®.

El 8 de marzo, con motivo de la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer, Melania Trump organiz¨® en la Casa Blanca una comida con 50 personalidades femeninas del ¨¢mbito pol¨ªtico y empresarial.

Otra de sus prioridades ha sido la atenci¨®n escolar y sanitaria para los m¨¢s peque?os. El pasado mi¨¦rcoles, aprovechando la visita de los reyes de Jordania a la residencia presidencial, Melania y la reina Rania visitaron un colegio de ni?as en un barrio modesto de Washington. D¨ªas antes, estuvo en un hospital infantil en la capital y en otro en Nueva York, en el que ley¨® cuentos y charl¨® con los pacientes. En su nuevo papel, tambi¨¦n ha prometido combatir el ciberbullying.

Lo que no ha cambiado en estos casi 100 d¨ªas de presidencia de Trump ha sido su postura al margen de las pol¨¦micas de su marido y sus primeras medidas pol¨ªticas ¡ªun veto migratorio contra seis pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana, ordenar la construcci¨®n de un muro en la frontera con M¨¦xico o un plan de reforma sanitaria que dejar¨ªa a millones de personas sin cobertura m¨¦dica¡ª, que han generado mucha oposici¨®n en el pa¨ªs. Decisiones, algunas de ellas, que contrastan con el discurso de inclusi¨®n y antidiscriminaci¨®n de su mujer. Ella misma una inmigrante eslovena. Mientras la primera dama ha defendido el papel de la mujer en el ¨¢mbito laboral, el presidente defendi¨® el mi¨¦rcoles a un presentador de televisi¨®n al que cinco mujeres acusan de acoso sexual.? ?l tambi¨¦n sufri¨® la misma situaci¨®n.