BeGun nos cuenta su detenci¨®n en EE UU: "nos pusieron un pijama como los de Guant¨¢namo pero azul"

¡°Este es mi recuerdo de Estados Unidos, el pa¨ªs de la libertad¡±, apunta con iron¨ªa el artista BeGun, -Gunsal Moreno- mientras muestra su ficha de detenci¨®n. El m¨²sico de Barcelona, que iba a tocar el pasado s¨¢bado en Ponce, Puerto Rico, fue detenido al llegar al pa¨ªs en aduanas junto a su partner Marcel Bago por un problema con su visado. As¨ª lo cuenta en el v¨ªdeo que ha colgado en Facebook tras pasar tres d¨ªas incomunicado en una prisi¨®n estadounidense.

¡°Fuimos declarados autom¨¢ticamente poco m¨¢s que terroristas. Nos metieron en una sala sin comunicaci¨®n alguna con el exterior. Estuvimos 24 horas en un zulo en el suelo como si fu¨¦ramos ratas¡±, contin¨²a el productor. Explica, adem¨¢s, que fueron maniatados y trasladados a una prisi¨®n federal en la que solo tuvieron derecho a "una sola llamada" (que utiliz¨® para contactar a una amiga pidi¨¦ndole que grabara la conversaci¨®n) y que la embajada no les hizo "ni caso", al tiempo que asegura que "pasar¨¢ mucho tiempo antes de que vuelva a pisar ese pa¨ªs".

Gunsal Moreno est¨¢ ya de vuelta en Barcelona y atiende nuestra llamada mientras evita que un agente le multe por estacionar mal su moto. "?Ves? Es que ya hasta me sorprende la amabilidad de Espa?a". Insiste en que asume su parte de culpa por confiar en la gesti¨®n de su manager que le envi¨® "a pelo" para actuar en un museo puertorrique?o sin visado de trabajo. "Pero es que, por otro lado, es la manera en la que viaja cualquier artista que no sea Shakira o Julio Iglesias porque el sistema es perverso y te obliga a pagar 5.000 euros por un visado para actuar 45 minutos y cobrar 1.000 euros".

Su mosqueo no es ni por una supuesta irregularidad cometida ni porque el propio promotor del evento en el que iba a participar admitiese ante los agentes que pretend¨ªa pagar 'en negro' y eso les haya costado a ¨¦l y su compa?ero estar casi cuatro d¨ªas encerrados. Su denuncia es por "el mal trato constante y la desproporci¨®n de los acontecimientos, acus¨¢ndonos a m¨ª y a Marcel de haber ido a robarles el trabajo, sin permitirnos ni hablar con un abogado -que nos lo negaron tal cual porque dec¨ªan que no nos iba a servir de nada- ni dejarnos hacer valer nuestros derechos". Encadenados de pies y manos, vivieron lo que califica de "sobreactuaci¨®n patriota para demostrar que son m¨¢s norteamericanos que en cualquier gran ciudad norteamericana".

Seg¨²n su relato, apenas comi¨® un trozo de pollo durante toda su detenci¨®n porque "el resto que nos ofrecieron eran potajes guarros, vasos de pl¨¢stico con garbanzos raros y zumos como de jarabe" y a?ade que tuvo que defecar a la vista del resto de presos de su celda. "Son muy peliculeros y cu¨¢ndo te duchas entran despu¨¦s para asegurarse de que no has hecho nada raro, tiraron nuestra ropa interior a la basura, nos quitaron los cordones para que no nos ahorcaramos con ellos y nos pusieron un pijama como los de Guant¨¢namo pero azul". En su opini¨®n, "daba la sensaci¨®n de que pensaban que pretend¨ªamos robarles el arma...". El momento en el que m¨¢s miedo pas¨® fue cuando una funcionaria le dijo que no les iban a hacer da?o. "No imagin¨¦ que existiera esa posibilidad hasta que ella la mencion¨®".

La ansiedad de estar aislado, sin ver el sol ni poder hablar con sus familiares y "no saber si hab¨ªan pasado tres minutos o tres horas" estuvo acompa?ado, subraya beGun, por el desgaste que le provocaba el cambio de personal constante y que hac¨ªa que "cuando por fin consegu¨ªas que el poli malo se conviertiera en poli bueno aparec¨ªa otro nuevo y ten¨ªas que empezar otra vez de cero". Por eso fue "tan duro psicol¨®gicamente", especialmente "cuando liberan a Marcel pero a m¨ª me dejan all¨ª alegando que lo hacen por m¨ª seguridad porque no podemos viajar ambos en ese vuelo, de verdad que era tiodo como estar en Prison Break". Recuerda como, en un momento, le indicaron que iban a facturar su mochila de mano con el ordenador y los discos duros dentro y tuvo que "suplicar" que no lo hicieran o arruinar¨ªan todo el trabajo que conten¨ªan esos dispositivos.

Gunsal cree que todo responde a un castigo de los agentes por el hecho de haber denunciado ante ellos abiertamente las condiciones en las que le custodiaron, "ya que, incluso en el momento en que recibo la noticia de que me liberan, sigo siendo tratado en todo momento como alguien peligroso, maniatado, trasladado solo de espaldas en un furg¨®n blindado y retenido hasta 20 minutos antes de embarcar que fue cu¨¢ndo me escoltaron ya no hasta el finger sino ?hasta el propio avi¨®n! ?Ni siquiera pude entregar yo mi pasaporte a la azafata!"

M¨¢s tranquilo y recuperado de la experiencia, el cantante se concentra ahora en valorar acciones legales contra el promotor, en este momento desaparecido ("se podr¨¢ esconder de m¨ª pero no de la Agencia Tributaria"), y asumir que "ya no puedo volver a EEUU y mi nombre va a saltar en la pantallita cada vez pise un aeropuerto fuera de Espa?a". Se alegra de haber escondido algunos de los papeles que le hicieron firmar "en los test¨ªculos" porque a Marcel se los destruyeron en el momento de abandonar la c¨¢rcel.? "Es la ¨²nica prueba de que he pasado por lo que he pasado, sin eso a lo mejor voy a la Embajada y me dicen que me lo estoy inventando".

La aportaci¨®n del Ministerio de Asuntos Exteriores a este asunto es que "el consulado general en Puerto Rico ha estado pendiente del caso", al tiempo que "sab¨ªan que se hab¨ªa negado la entrada por informaci¨®n por parte de la aerol¨ªnea y la polic¨ªa federal". Seg¨²n el organismo, "el consulado mantuvo contacto con el interesado y con la familia pero finalmente las autoridades le negaron la entrada al pa¨ªs".