El peque?o gigante del Sistema Solar
La presencia de hidr¨®geno, CO2, metano y fumarolas hidrotermales en Enc¨¦lado, una modesta luna de Saturno, configura un ambiente similar al que vio nacer la vida en la Tierra
Las fumarolas hidrotermales de los fondos oce¨¢nicos son uno de los entornos favoritos de los cient¨ªficos interesados en el origen de la vida. Por esos g¨¦iseres submarinos emerge H2 (hidr¨®geno) y CO2 (di¨®xido de carbono), y algunos de los seres vivos m¨¢s simples y antiguos conocidos, las bacterias metan¨®genas, se apa?an con eso para obtener su energ¨ªa. Combinan el CO2 con el H2 y obtienen energ¨ªa y CH4 (metano), que liberan al medio. No hace falta ox¨ªgeno ni un complicado sistema de fotos¨ªntesis que obtenga energ¨ªa de la luz solar. Es un escenario posible para el origen de la vida en la Tierra. Y ahora sabemos que Enc¨¦lado contiene tambi¨¦n todos esos componentes: hidr¨®geno, CO2, metano y fumarolas hidrotermales, como puedes leer en Materia. No es encontrar vida, pero se trata sin duda de un hallazgo muy estimulante.
La sonda Cassini se jubilar¨¢ pronto, mediante un suicidio programado contra la superficie gaseosa de Saturno
Enc¨¦lado no se lo puso f¨¢cil a los viejos astr¨®nomos. Se le escap¨® a Huygens, que descubri¨® la mayor luna de Saturno, Tit¨¢n, y a Cassini, que hall¨® otros cuatro: Tetis, Dione, Rea y J¨¢peto. No podr¨ªan haberlo observado con los telescopios de poco m¨¢s de medio metro que usaron. Hizo falta esperar a que, en agosto de 1789, le regalaran a Herschel un impresionante telescopio de 1,2 metros. Pero no hubo que esperar mucho m¨¢s: justo lo estaba estrenando cuando apareci¨® el nuevo sat¨¦lite. Su apariencia tenue y su gran proximidad a Saturno y su anillo lo hab¨ªan impedido antes. De hecho, uno de los anillos de Saturno (el anillo E) est¨¢ formado sobre todo por las emanaciones de los g¨¦iseres de Enc¨¦lado. Pero ha sido el otro Cassini (la sonda espacial) quien ha obtenido los asombrosos datos actuales sobre las fumarolas.
La sonda Cassini se jubilar¨¢ pronto, mediante un suicidio programado contra la superficie gaseosa de Saturno, precisamente para eliminar cualquier posible contaminaci¨®n de Enc¨¦lado con bacterias terrestres. Pero es obvio que habr¨¢ que volver a all¨ª con nuevos aparatos e ideas para buscar evidencias de alg¨²n tipo de vida. Si apareciera algo parecido a una bacteria, ser¨ªa la noticia del milenio, y abrir¨ªa una de las investigaciones m¨¢s profundas de la historia de la ciencia. ?Se basar¨¢ esa vida en ADN, como la nuestra? ?Tendr¨¢ un c¨®digo gen¨¦tico similar o muy diferente al terr¨¢queo? ?Cu¨¢n parecido al nuestro ser¨¢ su metabolismo central, la l¨®gica profunda de la vida? ?Hay uno o muchos tipos de vida posibles?
Tal vez all¨ª no haya nada y nos tengamos que volver a casa de nuevo con las orejas gachas. Pero ?qui¨¦n en su sano juicio renunciar¨ªa a plantearse esas preguntas?
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