Residencias
Hace unos d¨ªas, volvimos a escuchar c¨®mo un anciano fue encontrado muerto en una residencia de Alcorc¨®n. Los responsables del centro no se percataron de su ausencia, y fue un compa?ero del fallecido quien dio aviso a la hora de la cena. Su falta hab¨ªa pasado inadvertida. Dos turnos que trabajaban en la residencia, los de d¨ªa y los de la noche, no se movilizaron ante la falta de uno de los ancianos. Sin ninguna duda, es un caso m¨¢s de la falta de personal en los centros. Y una vez m¨¢s, son nuestros mayores los que sufren estos recortes. No es l¨®gico que no hubiera ning¨²n mecanismo de alerta ante esta situaci¨®n. ?D¨®nde dejamos a nuestros mayores? Se supone que en manos expertas que van a cuidar de ellos y, cada cierto tiempo, escuchamos una noticia como esta. ?Cu¨¢ndo acabar¨¢ esto?¡ª Roc¨ªo Bordona Nic¨¢s. Alcorc¨®n (Madrid).
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