Trata de personas
El rescate de miles de mujeres muestra el auge de la explotaci¨®n en Espa?a
En apenas cinco a?os, las fuerzas de seguridad han rescatado a 5.675 v¨ªctimas de trata de personas que estaban siendo sometidas a explotaci¨®n sexual o laboral por la fuerza. La inmensa mayor¨ªa eran mujeres que hab¨ªan sido arrancadas de su pa¨ªs de origen con enga?os o violencia y, una vez en Espa?a, obligadas a prostituirse en condiciones de cruel esclavitud. El informe policial que da cuenta de estas cifras revela que est¨¢n empezando a dar frutos las pol¨ªticas de persecuci¨®n de la trata de personas, pero tambi¨¦n demuestra la magnitud de una actividad criminal trasnacional que ya alcanza casi el mismo volumen por el dinero que mueve que el tr¨¢fico de drogas o de armas.
Si las 4.500 mujeres rescatadas y las 3.000 detenciones practicadas en este tiempo constituyen solo la punta del iceberg, como sostienen los expertos, podemos colegir la magnitud del desaf¨ªo si queremos erradicar este tipo de esclavitud y las mafias que se lucran con ella. El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, dependiente del Ministerio de Interior, estimaba el a?o pasado en 23.000 las mujeres es riesgo de esclavitud sexual. Estos datos revelan la necesidad de revisar tanto los medios destinados a la persecuci¨®n de las mafias como el marco legislativo en el que se desarrolla la prostituci¨®n. Los escasos medios disponibles para proteger tanto a las v¨ªctimas como a los denunciantes son un factor de impunidad. Teniendo en cuenta la brutalidad con la que operan estas mafias, solo la garant¨ªa de protecci¨®n puede estimular que haya denuncias.
No es casualidad que Espa?a ocupe el primer lugar de Europa y el tercero del mundo, despu¨¦s de Tailandia y Puerto Rico, seg¨²n Naciones Unidas, en demanda relativa de prostituci¨®n. La existencia de una demanda creciente estimula la actividad de las mafias en nuestro pa¨ªs y se convierte en un factor de criminalidad con un gran poder de corrupci¨®n vinculada al blanqueo de dinero.
Diferentes estudios han demostrado la creciente banalizaci¨®n de la prostituci¨®n en Espa?a. Sorprende que muchos j¨®venes recurran con frecuencia a ella como un elemento m¨¢s de diversi¨®n. Algunos pa¨ªses penalizan a los clientes de la prostituci¨®n. Desde que Suecia lo hizo por primera vez, hace 18 a?os, otros siete pa¨ªses en Europa, los ¨²ltimos Francia e Irlanda, han adoptado distintas f¨®rmulas de penalizaci¨®n. Esto es especialmente importante en el caso de la prostituci¨®n forzosa. Quienes han pagado para tener sexo con una mujer que ejerce como esclava sexual son tambi¨¦n responsables, porque sin clientes no habr¨ªa negocio. Es preciso abrir un debate sobre esta cuesti¨®n. En la reciente reforma del art¨ªculo 187 del C¨®digo Penal el PP introdujo a su paso por el Senado una modificaci¨®n que favorece el proxenetismo. Adem¨¢s de lucrarse explotando la prostituci¨®n de otra persona, para que haya delito se requiere ahora que sea en ¡°condiciones gravosas, desproporcionadas o abusivas¡± o ¡°una situaci¨®n de vulnerabilidad personal o econ¨®mica¡±, condiciones ambas dif¨ªciles de demostrar.
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