Nadie puede con Kurt Wagner
Super¨® un trabajo en la construcci¨®n, un c¨¢ncer y los actos pol¨ªticos a los que le lleva su mujer. Tiene 57 a?os y lidera el grupo Lambchop
Cincuenta y siete a?os. No es una edad que en el rock se asocie al riesgo y la reinvenci¨®n. Con 57, Bob Dylan estaba tocando para Juan Pablo II. Pero la de Kurt Wagner no es una carrera habitual. Lambchop, que hoy es ¨¦l y tres colaboradores, empez¨® en los ochenta como un colectivo de m¨²sicos amateurs de Nashville que hac¨ªan country alternativo y que lleg¨® a tener 18 miembros. Quiz¨¢s a ese origen muy poco pr¨¢ctico se deba que en sus discos, y ya lleva 12, siempre haya una querencia a experimentar. Lambchop tiende a comportarse como si el dinero no fuera el objetivo.
En realidad, Wagner ni siquiera quer¨ªa ser m¨²sico profesional. ¡°Mi vocaci¨®n es la pintura. Quer¨ªa dedicarme a pintar y ense?ar pintura. Pero de joven me fue imposible. Pens¨¦ que podr¨ªa trabajar en la construcci¨®n de ocho a tres, y dedicar las tardes y las noches a pintar. Tocar era una cosa social, algo que hac¨ªa con amigos¡±, recuerda en un caf¨¦ de Madrid, cerca de la sala donde Lambchop actuar¨¢ esa noche.
¡°El c¨¢ncer me hizo darme cuenta de que la vida pasa muy deprisa y me hizo apreciar cada d¨ªa. S¨¦ que suena a clich¨¦, pero es as¨ª. Fue como: ¡®?Eh, hijoputa, llegas demasiado pronto!"
Sigue pintando y exponiendo. La portada de su nuevo disco, Flotus, es obra suya. La ha realizado a partir de una fotograf¨ªa de su mujer, Mary Mancini, hoy pol¨ªtica local. ¡°Es gracioso. A mi mujer la conoc¨ª porque llevaba un club de punk rock en Nashville en los primeros noventa y hoy soy el marido de la presidenta del Partido Dem¨®crata de Tennessee. Algunas veces me toca ir a actos oficiales, o de partido. Ese tipo de cosas. No est¨¢n mal, generalmente la comida es buena¡±.
Mary y ¨¦l se conocieron en 1991. ?l trabajaba colocando suelos de madera. Por la tarde, pintaba y ensayaba. En 1994, Lambchop publica su primer disco. No hac¨ªan giras, pero en los siguientes a?os, el runr¨²n de su nombre empez¨® a trascender. ¡°Sobre todo ¨¦ramos conocidos en Europa. Nos llamaban para tocar cada vez con m¨¢s frecuencia. Dej¨¦ mi trabajo diurno en 2001, pero fue una casualidad. No estaba intentado dedicarme profesionalmente a la m¨²sica. S¨®lo que no pod¨ªa trabajar m¨¢s en lo m¨ªo. Hab¨ªa cumplido 40. La construcci¨®n es un trabajo para j¨®venes, y tocar fue la alternativa¡±.
Ten¨ªa, dice, las rodillas machacadas de poner suelos. Pocos a?os despu¨¦s le diagnosticaron un c¨¢ncer de pr¨®stata. ¡°El c¨¢ncer me hizo darme cuenta de que la vida pasa muy deprisa y me hizo apreciar cada d¨ªa. S¨¦ que suena a clich¨¦, pero es as¨ª. Ten¨ªa cuarenta y tantos, y fue como, ¡®?eh, hijoputa, llegas demasiado pronto!¡¯. La verdad, fue muy duro, pero se pas¨®. Lo realmente jodido ha sido cumplir 50. Fue como si tuviera un cron¨®metro en mi interior y en ese momento sonara un ¡®?ding!¡¯ y empezara a desmontarme pieza a pieza¡±.
No es para tanto. Est¨¢ tan en forma que en este momento realiza una gira con m¨¢s de 40 fechas por toda Europa, con apenas tres o cuatro d¨ªas libres. Una paliza. ¡°Lo es, s¨ª. Estoy haciendo algo que deber¨ªa haber hecho antes. Pero estoy muy contento con el disco y quer¨ªa ense?arlo¡±. El ¨¢lbum es fruto de su indagaci¨®n en el mundo de la electr¨®nica y el uso de sintetizadores de voz. ¡°Todo se lo debo a este h¨¢bito asqueroso¡±, explica jugando con un cigarrillo sin encender, antes de soltar de un tir¨®n la historia.
¡°Entre mis vecinos hab¨ªa un chaval que se mud¨® desde Atlanta. Ten¨ªa un coche, un Firebird rojo, que no arrancaba. Lo dej¨® en su patio, al otro lado de la calle, justo frente al porche donde salgo a fumar. Se met¨ªa dentro a escuchar m¨²sica. Ten¨ªa un gusto incre¨ªble. Yo no sab¨ªa qu¨¦ estaba sonando, pero era buen¨ªsimo. Luego descubr¨ª que era hip hop de Atlanta. Cuando empec¨¦ a hacer Flotus pens¨¦ en que era un sonido que hab¨ªa estado en mi vida a?os y que deber¨ªa incluirlo en mi m¨²sica. Si lo piensas, el country y el rap son m¨²sicas de base folk. Lo que pasa es que el salto creativo que han dado Kanye West o Kendrick Lamar no se ve¨ªa desde hace mucho tiempo. Son producciones creativas y sofisticadas¡±.
Hoy, dice, casi todo lo que escucha es electr¨®nica. ¡°Me interesa gente como Twit One, Caribou o Four Tet. Ir a verlos en directo es una experiencia muy profunda. Hacen casi sinfon¨ªas. Son artistas con una excepcional capacidad para crear colores y gamas¡±. Por cierto, ?aquel vecino escuch¨® Flotus? ¡°No. Hace tiempo que se mud¨®. Mi mujer y yo compramos nuestra casa hace 20 a?os. Entonces era un vecindario afroamericano, pero hoy se ha gentrificado. Ni siquiera s¨¦ cu¨¢nto duraremos nosotros¡±.
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