Hillary Clinton: liberaci¨®n bajo control
La excandidata dem¨®crata regresa con un vestuario m¨¢s relajado y moderno, pero todo forma parte de un discurso bien planeado
El primer post de Hillary Clinton en Instagram ¡ªabri¨® su cuenta en plena campa?a como candidata presidencial en 2015¡ª era una foto de un perchero con nueve opciones de diferentes trajes de chaqueta en rojo, blanco y azul, y en el pie de foto escribi¨®: ¡°Elecciones dif¨ªciles¡±. La frase era un gui?o a su libro, pero tambi¨¦n era un indicio claro de que quer¨ªa ser parte de este momento y llamar la atenci¨®n de una generaci¨®n, la millennial, que se rige por c¨®digos visuales m¨¢s que nunca.
Sabiendo que las mujeres, hasta en posiciones de poder como la suya, son m¨¢s criticadas por su vestimenta que los hombres, Hillary Clinton hizo del traje de pantal¨®n su arma visual y de moda principales, y que copiaron celebridades e influencers como muestra de apoyo a la candidata dem¨®crata. Clinton empez¨® jugando con esos tres colores de la bandera de Estados Unidos, rojo, blanco y azul; continu¨® con sus chaquetas y abrigos por la rodilla, que ya eran su se?a de identidad mientras fue secretaria de Estado, pero pas¨® a colores m¨¢s apagados y neutros para que su aspecto dejara de ser lo importante y se prestara atenci¨®n solo a su discurso frente a su rival, Donald Trump.
Su control (y el de su equipo) de los c¨®digos visuales y de estilo se volvi¨® a demostrar en la elecci¨®n de su traje para el discurso de su derrota: negro, de luto, pero tambi¨¦n el morado, la uni¨®n del rojo y el azul, o el morado sufragista. Meses despu¨¦s, de nuevo les hizo un gui?o a las sufragistas vistiendo el blanco ¡ªcon el que ellas fueron a votar¡ª para acudir a la investidura de Trump como presidente de Estados Unidos.
Despu¨¦s de un retiro temporal tras la derrota, ahora Clinton est¨¢ volviendo a aparecer y en cada una de estas apariciones p¨²blicas ha dado un paso en la evoluci¨®n de su estilo que muestra mayor libertad, pero siempre controlada. Vuelve a enviar un mensaje con cada una de sus elecciones de ropa. Primero fue el traje rojo al recoger un premio por su trabajo con ni?as de la fundaci¨®n Girls Inc. No era el rojo de la bandera americana, que tambi¨¦n, sino el rojo oficial de esta iniciativa y el del movimiento feminista que al d¨ªa siguiente, el 8 de marzo, se manifestaba mundialmente. Lo combin¨® con una camisa colorida, un toque m¨¢s personal, menos estricto.
Despu¨¦s, en una conferencia en San Francisco, eligi¨® una chaqueta de cuero para acompa?ar su primera cr¨ªtica contra Trump desde su nombramiento. Un look m¨¢s agresivo para una Hillary Clinton que sale ¡°del bosque¡± recuperando su papel como una oposici¨®n m¨¢s directa. No tuvo que nombrarlo, sus palabras y su vestuario ya eran muy claros. Por ¨²ltimo, ha vuelto a Instagram para llamar a la generaci¨®n millennial a seguir activa, aunque no lo ha hecho desde su cuenta sino desde la de Katy Perry, haciendo de modelo para ella con los zapatos que la cantante bautiz¨® en honor a su candidata, The Hillary.
Al liberarse de las restricciones como candidata, Hillary Clinton ha recuperado libertad en su estilo con elecciones m¨¢s atrevidas, no tan reducidas como cuando optaba a la Casa Blanca e inaugur¨® su Instagram. Detr¨¢s de esa libertad sigue escondiendo mensajes cifrados dedicados a todos aquellos a los que se dirige. Y desea que los averig¨¹en.?
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