?Se puede correr el marat¨®n en menos de dos horas?
EL APACIBLE suburbio de Beaverton, a un cuarto de hora en coche desde Portland, est¨¢ salpicado de casas de madera con tejado a dos aguas y rancheras aparcadas a la puerta del garaje que destilan el m¨¢s puro estilo de vida americano. En este enclave de Oreg¨®n, al noroeste de Estados Unidos, un desv¨ªo conduce a los cuarteles generales de Nike. El campus del gigante de material deportivo ocupa 160 hect¨¢reas pobladas por ¨¢rboles frondosos, canchas para la pr¨¢ctica de diversas disciplinas, una pista de atletismo donde corredores legendarios han puesto a prueba los m¨¢s insospechados artefactos y un gran lago central rodeado de edificios de piedra blanca y cristales tintados que impiden vislumbrar lo que se cuece en el interior.
A media ma?ana, bajo un cielo plomizo, resulta f¨¢cil cruzarse por estas inmediaciones con el presidente de la compa?¨ªa, Mark Parker, departiendo con un par de empleados durante un receso. La informalidad con la que miles de trabajadores visten y act¨²an aqu¨ª dentro esconde una vigilancia monitorizada en cada rinc¨®n del complejo. De todas las instalaciones, la de acceso m¨¢s restringido se llama Mia Hamm, en honor a la futbolista estadounidense. Este edificio bunkerizado esconde la joya de la casa: el Nike Sports Research Lab (NSRL), laboratorio del que surgen innovaciones para su aplicaci¨®n en el deporte profesional. Un espacio futurista donde se conciben escenarios cercanos a la ciencia-ficci¨®n. Aqu¨ª dentro, un grupo de investigadores intenta encontrar respuesta a una pregunta: ?es posible correr el marat¨®n en menos de dos horas?
Matthew Nurse tiene 46 a?os y es el jefe de todo esto. Con formaci¨®n en ingenier¨ªa mec¨¢nica y silueta de jugador de baloncesto, lidera a los 60 biomec¨¢nicos, fisi¨®logos, expertos en ingenier¨ªa biom¨¦dica y mec¨¢nica, f¨ªsicos, matem¨¢ticos, quinesi¨®logos y analistas de datos que trabajan en el NSRL. Sus reflexiones viajan desde el inquietante futuro transhumano planteado por la pel¨ªcula Gattaca hasta la forma de caminar de las cucarachas ahorrando energ¨ªa, la robustez de la parte trasera de las pezu?as de los caballos o el modo en que la piel de los canguros regula su temperatura corporal. Asuntos que pueden inspirar un prototipo destinado a los pies de un deportista de ¨¦lite. ¡°Los humanos tambi¨¦n somos animales al fin y al cabo¡±, dice Nurse. De verbo claro y esp¨ªdico, a cada paso esboza una nueva pregunta. ¡°Correr el marat¨®n en menos de dos horas ya no es la cuesti¨®n. Creemos que es posible si se dan unas condiciones concretas y se emplea la tecnolog¨ªa adecuada. ?Qu¨¦ ser¨¢ lo pr¨®ximo? Nuestro objetivo es la disrupci¨®n del negocio del deporte global¡±.
¡°bajar el marat¨®n de dos horas permitir¨¢ testar el umbral del l¨ªmite del cuerpo humano¡±.
Para detonar ese cambio, Nurse y su equipo se han lanzado a una odisea en busca del sue?o profetizado en 1991 por Michael Joyner, investigador de la Cl¨ªnica Mayo estadounidense. Joyner calcul¨® que el l¨ªmite fisiol¨®gico del hombre para completar los 42 kil¨®metros y 195 metros del marat¨®n podr¨ªa llegar a 1 hora 57 minutos 58 segundos. Pocos cre¨ªan que ser¨ªa posible lograrlo antes de 2030. Pero la evoluci¨®n del r¨¦cord mundial, batido en ocho ocasiones desde finales del pasado milenio hasta recortarse en 3 min y 8 s, ha convencido a los cient¨ªficos del NSRL de la posibilidad de bajar de las dos horas. La mejor marca vigente es la del keniano Dennis Kimetto en el marat¨®n de Berl¨ªn de 2014: 2 h 2 min 57 s. Pulverizarla por debajo de los 120 minutos ha dado forma al proyecto Breaking2. El a?o elegido para intentarlo es 2017. La fecha, el primer fin de semana de mayo. ¡°Conseguirlo permitir¨¢ testar el umbral del l¨ªmite del cuerpo humano¡±, dice Matthew Nurse. ¡°E implicar¨¢ cambios en la esencia del marat¨®n: en su preparaci¨®n, la nutrici¨®n e hidrataci¨®n asociadas y las estrategias de carrera. Si no lo logramos quedaremos devastados. No por no tener ¨¦xito, sino porque sabemos que es posible¡±.
La misi¨®n espacial arranc¨® en junio de 2014, cuando Nurse someti¨® la idea a los gerifaltes de Nike. Le acompa?aban el doctor Brad Wilkins, responsable cient¨ªfico del NSRL, y Brett Kirby, director del departamento de fisiolog¨ªa del laboratorio. Recibida la luz verde, comenz¨® un desaf¨ªo que abarca desde la optimizaci¨®n del entrenamiento hasta el estudio de las condiciones medioambientales y el perfeccionamiento del calzado. Todo lo necesario para lograr que el corredor mantenga unas 160-170 pulsaciones por minuto y el 90% de su capacidad aer¨®bica a lo largo de dos horas. Ese mismo a?o, el profesor de la Universidad de Brighton (Reino Unido) Yannis Pitsiladis tambi¨¦n lanzaba su propio Sub2 Project con el reclutamiento del et¨ªope Kenenisa Bekele, tres veces campe¨®n ol¨ªmpico en carreras de larga distancia, como conejillo de Indias. ¡°En 2014 fuimos conscientes de que o nos adelant¨¢bamos u otros har¨ªan lo mismo¡±, dice hoy el doctor Brad Wilkins.
El doctor Wilkins tiene 46 a?os y lidera la estrategia cient¨ªfica del reto de Nike para bajar de dos horas el marat¨®n. Fue pupilo del profeta Michael Joyner y colabor¨® en el desarrollo de materiales para la regulaci¨®n de la temperatura corporal empleados en el Mundial de F¨²tbol celebrado en Sud¨¢frica en 2010. La hoja de ruta que el doctor Wilkins traz¨® para dar forma al proyecto Breaking2 con su colega Brett Kirby, 10 a?os m¨¢s joven y responsable de la parte fisiol¨®gica, parti¨® de elegir a los candidatos a batir el r¨¦cord, decidir d¨®nde podr¨ªan darse las condiciones ambientales propicias para llevarlo a t¨¦rmino, esbozar la estrategia de carrera y desarrollar la tecnolog¨ªa necesaria para lograrlo. As¨ª fue como esta extra?a pareja puso en marcha los recursos del laboratorio del NSRL y del departamento de desarrollo de producto de Nike bajo un presupuesto que nadie desvela, pero que cabe imaginar como un cheque en blanco. El ¨®rdago ha puesto en juego el prestigio de esta compa?¨ªa fundada en 1964 que cuenta con 70.000 empleados en todo el mundo y factur¨® m¨¢s de 28.000 millones de euros el a?o pasado. ¡°Hoy estamos m¨¢s cerca que nunca de romper la barrera de las dos horas en el marat¨®n¡±, dice el doctor Wilkins. ¡°El conocimiento fisiol¨®gico y de las condiciones medioambientales que afectan a dicha fisiolog¨ªa dista mucho de la informaci¨®n existente en 1991, cuando Michael Joyner calcul¨® aquel l¨ªmite. La combinaci¨®n con la tecnolog¨ªa que desarrollamos a partir de los estudios del NSRL forman el c¨®ctel perfecto para lograr ese objetivo¡±.
Las instalaciones del NSRL se extienden por ambas orillas de una pista de atletismo de 100 metros lisos enclavada en la planta baja del edificio Mia Hamm de la sede de Nike en Beaverton. A lo largo de la recta, decenas de pantallas y mecanismos propios de una estaci¨®n espacial pueblan el laboratorio. Esta pista anaranjada con cuatro calles es el eje principal de los an¨¢lisis. El mismo escenario donde Wilkins y Kirby escrutaron a una veintena de especialistas mundiales en el marat¨®n hasta escoger a los tres hombres que asumir¨¢n el desaf¨ªo. Los elegidos para la gloria o el fracaso son el keniano Eliud Kipchoge, campe¨®n ol¨ªmpico en R¨ªo 2016; el et¨ªope Lelisa Desisa, dos veces ganador de la cita anual de Boston, y el eritreo Zersenay Tadese, r¨¦cord mundial de medio marat¨®n. ¡°La selecci¨®n se llev¨® a cabo bas¨¢ndose en la m¨¢xima capacidad de consumo de ox¨ªgeno en sangre, la eficiencia energ¨¦tica y la velocidad sostenible¡±, dice el fisi¨®logo Brett Kirby. ¡°Y por el compromiso de compartir con nosotros toda la informaci¨®n sobre sus entrenamientos y seguir las pautas que les marcamos desde aqu¨ª¡±.
Para dar forma a ese protocolo de rutinas, los tres maratonianos se han sometido a cientos de test de todo tipo. En paralelo a los estudios para optimizar el entrenamiento y sus h¨¢bitos alimentarios y de hidrataci¨®n, las pruebas biomec¨¢nicas sobre su manera de correr han moldeado el material que emplear¨¢n en la competici¨®n. An¨¢lisis con c¨¢maras ultrarr¨¢pidas de infrarrojos que captan a trav¨¦s de 80 puntos adheridos al cuerpo el movimiento en tres dimensiones a lo largo de la pista del laboratorio. Mediciones del consumo de ox¨ªgeno en sangre en la cinta est¨¢tica que determina la eficiencia de cada nueva modificaci¨®n del prototipo destinado a los pies de los atletas. Pruebas de rendimiento en el interior de las dos c¨¢maras estancas que replican climas de cualquier enclave desde los 20 grados bajo cero hasta los 50 grados, as¨ª como las condiciones de viento y humedad. Escaneado de los pies para su reproducci¨®n en moldes de gomaespuma que adaptan el modelo de la zapatilla a cada corredor. Incluso Hal, el robot de la casa ¨Cllamado as¨ª en homenaje al inquietante Hal 9000 de 2001: una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick¨C, habitante de otra c¨¢mara estanca con temperatura regulable y t¨²nel del viento, ha prestado su cuerpo artificial para las pruebas aerodin¨¢micas del material textil. Aceler¨®metros, mediciones antropom¨¦tricas, diferentes test de fuerza muscular, electrocardiogramas, sensores de temperatura, de humedad en la piel¡ ¡°Los datos son la nueva voz del deportista de ¨¦lite¡±, repiten como un mantra los cient¨ªficos del NSRL. ¡°Pero estos hombres no son m¨¢quinas¡±, tercia el doctor Wilkins. ¡°La tecnolog¨ªa es ya tan ubicua que hoy contamos con consistencia cient¨ªfica para medir par¨¢metros a trav¨¦s de la informaci¨®n que ellos nos brindan y perseguir objetivos impensables hace un par de decenios. Pero estamos hablando del marat¨®n. En dos horas puede pasar cualquier cosa. Estos tres deportistas est¨¢n en una forma f¨ªsica extrema. Muchos de los riesgos que determinar¨¢n el ¨¦xito o el fracaso tienen m¨¢s que ver con la manera y las condiciones en que puedan llevar a cabo la prueba¡±.
El fisi¨®logo Brett Kirby monitoriza desde el NSRL los entrenamientos de los atletas en sus pa¨ªses de origen, donde potencian su rendimiento a miles de metros de altitud por encima del nivel del mar. ¡°Tanto ellos, que llevan siempre un reloj con GPS conectado con este laboratorio, como sus preparadores f¨ªsicos nos mandan cada d¨ªa la informaci¨®n sobre su estado en activo y en reposo¡±, dice Kirby. ¡°En cuanto a la nutrici¨®n, hemos hecho hincapi¨¦ en la ingesta de az¨²cares durante la carrera a trav¨¦s de l¨ªquidos espec¨ªficos. Les brindamos entrenamiento personalizado hasta el extremo. Y hemos insistido en el control del sobreesfuerzo, las lesiones y el estr¨¦s mental que puede suponer afrontar algo as¨ª¡±.
El enclave elegido para intentar el reto es el Autodromo Nazionale di Monza. Tras meses de estudio de las condiciones meteorol¨®gicas del planeta, los cient¨ªficos del NSRL han se?alado en el mapa este circuito de f¨®rmu?la 1 a una veintena de kil¨®metros de Mil¨¢n. Entre las razones: el asfalto de un trazado que proporciona consistencia bajo los pies, temperaturas constantes por debajo de los 15 grados, bajas velocidades de viento cortado por la vegetaci¨®n circundante que minimiza el rozamiento aerodin¨¢mico y una altitud a poco m¨¢s de 150 metros por encima del nivel del mar que favorece la concentraci¨®n de ox¨ªgeno en sangre y el consiguiente rendimiento de unos corredores habituados al entrenamiento en altura. Hasta este rinc¨®n del norte de Italia, una delegaci¨®n de los investigadores del NSRL, encabezada por el fisi¨®logo Brett Kirby y el doctor Wilkins, trajo el pasado 7 de marzo a los tres participantes para ponerlos por primera vez a prueba sobre el terreno con el material dise?ado a partir del prototipo de 2014 que dio origen al proyecto. El arma secreta, como no pod¨ªa ser de otra manera, tiene forma de zapatilla.
Se llama Nike Zoom Vaporfly Elite. Pesa menos de 200 gramos, resulta m¨¢s f¨¢cil de alzar a mano que una peque?a libreta y es el resultado de miles de variables analizadas en el t¨²nel del viento con los pies de cada uno de los tres atletas para los que ha sido creada. La clave de su potencial se esconde en una media suela compuesta de una l¨¢mina de fibra de carbono con forma de cuchara hacia la parte delantera, que reposa entre dos gruesas capas de gomaespuma concebidas para combinar amortiguaci¨®n y propulsi¨®n con cada nueva zancada. Si para bajar de las dos horas el r¨¦cord actual del marat¨®n hay que robar 178 segundos al crono, que equivale al 3% de ganancia energ¨¦tica, los creadores del modelo Zoom Vaporfly Elite aseguran que con este calzado es posible reducir en un 4% el gasto energ¨¦tico en carrera. La suela curva apenas toca el suelo y cuenta con una elevaci¨®n hacia el tal¨®n en ¨¢ngulo de 45?. Antes de que los corredores se calcen el prototipo, el responsable de dise?o del Nike Explore Team Running, Stefan Guest, dice en el circuito de Monza: ¡°La forma final elevada pretende minimizar da?os cuando hay que dar m¨¢s de 20.000 zancadas para terminar un marat¨®n. Tras las pruebas en el laboratorio, con esta zapatilla se gana el 4% de energ¨ªa en t¨¦rminos de consumo de ox¨ªgeno en sangre¡±.
A las cinco en punto de la tarde del pasado 7 de marzo, bajo un cielo soleado, 12 grados de temperatura y un g¨¦lido viento soplando por encima de los 25 kil¨®metros por hora, los tres purasangres se lanzaron sobre la pista de Monza con varios colegas de oficio que actuaban de liebres marcando el paso. Adem¨¢s del calzado de marras, los protagonistas luc¨ªan el resto de material gal¨¢ctico ideado para sus fibrosas anatom¨ªas de piel negra: una camiseta sin costuras con aberturas de ventilaci¨®n y puntos aerodin¨¢micos en las zonas dorsales; mallas por debajo de las rodillas con los mismos puntos laterales para reducir la resistencia al viento; protectores para los brazos que regulan la sensaci¨®n t¨¦rmica y calcetines que se adaptan a la zapatilla favoreciendo la ventilaci¨®n. El peso total del material para cada individuo apenas supera los 400 gramos. Los astronautas de este preludio de la misi¨®n a Marte avanzaban tras un coche que iba marcando el tiempo restante para completar un tramo de medio marat¨®n. Aferrado a un walkie-talkie, el doctor Brad Wilkins soltaba ¨®rdenes a decenas de hombres que revisaban datos y controlaban la entrada y salida de las liebres a la carrera, de origen africano como los tres protagonistas. Eliud Kipchoge, de 32 a?os y 57 kilos, ostenta una marca personal de 2 h 3 min y 5 s anotada en el marat¨®n de Londres; el et¨ªope Lelisa Desisa, de 27 a?os, pesa 55 kilos y su mejor tiempo est¨¢ en 2 h 4 min 45 s. El eritreo Zersenay Tadese tiene 35 a?os, ronda los 54 kilos y es plusmarquista mundial de medio marat¨®n (58 min 23 s). Los tres registraron sus pasos en los chips instalados sobre el asfalto a lo largo de un recorrido circular que marca una vuelta cada 2.400 metros. Datos frescos para los analistas del NSRL con vistas a la tentativa final.
Apostado al borde del circuito de Monza, el espa?ol Jer¨®nimo Bravo, entrenador de Zersenay Tadese, aguardaba resultados cron¨®metro en mano. ¡°Bajar de dos horas se parece a poner la vela a la Virgen correcta¡±, dijo medio en broma, medio en serio. ¡°Zersenay lleva desde noviembre dedicado exclusivamente a este reto. Uno de los principales ajustes en su rutina ha sido la hidrataci¨®n y la nutrici¨®n. Seg¨²n su sudor, hemos ajustado la composici¨®n de sales minerales que tomar¨¢ en cada nueva vuelta. No s¨¦ a¨²n si el d¨ªa definitivo usar¨¢n como hoy liebres frescas que entran y salen de la carrera, pero hacia el final ir¨¢n tan destrozados que no creo que algo as¨ª te ayude cuando est¨¢s al l¨ªmite¡±.
Al terminar la jornada, el ¨²nico de los tres que manten¨ªa la voz firme era Eliud Kipchoge. ¡°Puedo romper la barrera de dos horas en el marat¨®n porque creo en m¨ª mismo. Habr¨¢ recompensa econ¨®mica si lo consigo, no dir¨¦ cu¨¢l, pero mi objetivo es hacer historia¡±. Lelisa Desisa sali¨® del circuito de Monza cojeando, resentido de una reciente lesi¨®n. Y asegur¨®: ¡°Iba como volando con las zapatillas. Vamos a intentar algo muy dif¨ªcil, pero gracias a la tecnolog¨ªa ser¨¢ posible¡±. Los tres atletas tienen como horizonte el pr¨®ximo mes de mayo para consumar el desaf¨ªo.
Respecto al pol¨¦mico uso de liebres durante la carrera, lo ¨²nico que el doctor Wilkins aclar¨® en Monza es que mantienen conversaciones con la Federaci¨®n Internacional de Atletismo (IAAF, en sus siglas en ingl¨¦s) para la posible homologaci¨®n de la prueba. ¡°Hoy solo puedo decir que este proyecto se llama Breaking2: nuestro objetivo es bajar el marat¨®n de dos horas¡±. Y aunque todos los responsables de la firma insisten en que el modelo Zoom Vaporfly Elite, que tendr¨¢ una versi¨®n en el mercado en junio, se ajusta a las normas de la IAAF, dicho organismo ha anunciado que estudiar¨¢ el caso de este nuevo artefacto, as¨ª como la redacci¨®n de las regulaciones, para prohibir ¡°cualquier tecnolog¨ªa¡± en zapatillas que aporte ¡°ayuda adicional injusta¡± en competici¨®n.
¡°la irrupci¨®n de la tecnolog¨ªa en el deporte es imparable y generar¨¢ controversias legales¡±.
El marat¨®n se ha convertido en el campo de batalla de la guerra mundial del calzado deportivo. Mientras que otro gigante como Adidas cuenta con su modelo sub2, que asegura reducir el consumo de ox¨ªgeno a igual velocidad en un 1%, hay quienes ponen en duda que el nuevo ariete de Nike pueda llegar al 4%. Y sospechas de que pueda incurrir en dopaje tecnol¨®gico. ¡°Este tipo de inventos nos acercan a la figura del c¨ªborg¡±, dice Jos¨¦ Luis P¨¦rez Trivi?o, profesor de Filosof¨ªa del Derecho en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y autor, entre otros libros, de ?tica y deporte (Descl¨¦e) y el reciente El dopaje y las nuevas tecnolog¨ªas (Editorial UOC). ¡°Como en otras facetas de nuestra vida, la irrupci¨®n de la tecnolog¨ªa en el deporte es imparable. Inevitablemente, generar¨¢ controversias legales¡±.
?Acabar¨¢ todo reducido a superatletas teledirigidos? En el suburbio de Beaverton, a las afueras de Portland, donde los integrantes del laboratorio de Nike conciben escenarios cercanos a la ciencia-ficci¨®n, su responsable, Matthew Nurse, dice no tener la respuesta. ¡°Pero todo sucede hoy m¨¢s deprisa, y lo mismo pasa en el deporte. El primer Ronaldo no podr¨ªa competir con el nuevo Ronaldo. Ni siquiera Pel¨¦ podr¨ªa hacerlo hoy. Si miras los cambios gen¨¦ticos que pueden llevarse a cabo, a las variables en la nutrici¨®n e hidrataci¨®n, en el desarrollo de la ciencia, la medicina y la tecnolog¨ªa, somos m¨¢s grandes que nuestros abuelos. Cambiamos como especie. Aqu¨ª dentro, nosotros promovemos una revoluci¨®n en este negocio y contamos con asistentes legales para que los avances se ajusten a los reglamentos. Pero nunca dejaremos que los equipos legales paren nuestra innovaci¨®n¡±.
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