Justicia para Liberia
Una sentencia hist¨®rica condena al primer empresario acusado de beneficiarse de una guerra
El comerciante maderero Guus Kouwenhoven utiliz¨® su negocio como tapadera para el contrabando de armas en ?frica Occidental, desafiando el embargo y las medidas impuestos por Naciones Unidas (ONU) durante la guerra civil liberiana (1986-2003). Ahora ha sido condenado a 19 a?os de prisi¨®n por un Tribunal de Apelaciones de Holanda por cometer cr¨ªmenes de guerra y contrabando de armas en una sentencia que supone un hito hist¨®rico en la b¨²squeda de justicia por parte de Liberia y las v¨ªctimas de la contienda.
El empresario holand¨¦s, nacido en 1943, fue persona de confianza del expresidente de Liberia, Charles Taylor, condenado a 50 a?os de prisi¨®n por el Tribunal Especial para Sierra Leona en 2012. En su posici¨®n como director de operaciones de Oriental Timber Company (OTC) y de Royal Timber Company (RTC), Kouwenhoven manej¨® las operaciones de madera m¨¢s importantes de Liberia, con cuyos beneficios se financi¨® el conflicto y facilit¨® la importaci¨®n de armas para Taylor infringiendo as¨ª resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Esto llev¨® al organismo internacional a dictar en 2001 una orden que le prohib¨ªa viajar y que lo calific¨® de ¡°traficante de armas en violaci¨®n de la Resoluci¨®n 1343 del Consejo de Seguridad¡±, adem¨¢s de concluir que apoyaba Taylor a "desestabilizar la vecina Sierra Leona para obtener acceso ilegal a sus diamantes¡± en resoluci¨®n que se volvi¨® a ratificar en 2003.
Kouwenhoven?fue persona de confianza del ex presidente de Liberia, Charles Taylor
Las milicias contratadas por las antiguas empresas madereras de Kouwenhoven ¡°est¨¢n acusadas de participar en masacres de civiles, ni siquiera ahorrando la vida a los beb¨¦s¡±, seg¨²n la fiscal¨ªa holandesa, que le acusa de haber suministrado las armas a las milicias "para que llevaran cabo estos cr¨ªmenes¡±. Ha sido la tenacidad de las autoridades holandesas la que han permitido que Kouwenhoven, al igual que su amigo Taylor, termine entre rejas.
El empresario fue arrestado en Holanda el 18 de marzo de 2005 y su juicio comenz¨® el 24 de abril de 2006 en La Haya. El 7 de junio de ese mismo a?o, el tribunal absolvi¨® a Kouwenhoven de los cargos de cr¨ªmenes de guerra por falta de pruebas. Sin embargo, fue condenado a ocho a?os de prisi¨®n por romper el embargo de armas que la ONU impuso a Liberia. Tanto el condenado como la fiscal¨ªa apelaron. El ministerio p¨²blico exig¨ªa una condena por cr¨ªmenes de guerra de 20 a?os y una multa de 450.000 euros. El 19 de marzo de 2007, Kouwenhoven fue puesto en libertad condicional en espera de que se celebrase el juicio donde se ver¨ªa la apelaci¨®n.
Gracias a la tenacidad de las autoridades holandesas,?Kouwenhoven ha terminado entre rejas
La nueva vista comenz¨® en 2008 y en ella, el 1 de febrero, Charles Taylor testific¨® como testigo. El 10 de marzo, el Tribunal de Apelaciones anulaba la condena a Kouwenhoven y lo absolv¨ªa alegando pruebas insuficientes y contradicci¨®n en los testimonios de algunos testigos. A mediados de marzo, los fiscales holandeses anunciaron su intenci¨®n de apelar de nuevo, pero esta vez al Tribunal Supremo holand¨¦s sobre la base de que el Tribunal de Apelaci¨®n rechaz¨® indebidamente la solicitud de declaraci¨®n de dos nuevos testigos, que ellos consideraban claves para probar sus tesis.
Nuevo juicio
Un informe prueba las conexiones entre?Kouwenhoven y Taylor
El 20 de abril de 2010, el Tribunal Supremo de los Pa¨ªses Bajos revoc¨® la decisi¨®n del Tribunal de Apelaciones tomando en consideraci¨®n los argumentos de la fiscal¨ªa y afirmando que los jueces se hab¨ªan equivocado al rechazar la petici¨®n de escuchar la evidencia de los dos nuevos testigos. Se impon¨ªa un nuevo juicio. Este comenz¨® finalmente el 6 de febrero de 2017 ante el Tribunal de Apelaciones de Den Bosch. El tiempo transcurrido desde que el Tribunal Supremo orden¨® que se repitiese el juicio y su celebraci¨®n se debe a un retraso significativo en las investigaciones y entrevistas de testigos originado por el brote de ¨¦bola producido en Liberia y Sierra Leona, en 2014. De hecho, tras este, los dos testigos que la fiscal¨ªa quer¨ªa hacer declarar no fueron encontrados y por tanto no pudieron ser escuchados en la vista. Durante este nuevo juicio, la fiscal¨ªa reiter¨® su demanda de 20 a?os de prisi¨®n para el acusado. Las sesiones se prolongaron hasta el 17 de marzo y, finalmente, el 21 de abril conocimos la condena a 19 a?os impuesta al empresario holand¨¦s. Kouwenhoven, que ya hab¨ªa sido expulsado de Estados Unidos en la d¨¦cada de los setenta, por intentar vender cuadros de Rembrandt robados.
Los fiscales holandeses tuvieron informaci¨®n de la conexi¨®n entre Kouwenhoven y Taylor y sus actividades ilegales tanto madereras como de tr¨¢fico de armas, gracias al informe Taylor Made, elaborado por la ONG Global Witness y presentado en 2001. En ¨¦l se detalla como los env¨ªos para las operaciones madereras de OTC y RTC en Liberia transportaron armas entre 2000 y 2003. Global Witness est¨¢ convencida de que este condena servir¨¢ como un ejemplo a otras personas que quieran hacer negocios con gobiernos similares al de Taylor, al lanzar una clara advertencia de que pueden terminar condenados por serios cr¨ªmenes de guerra. Su director, Patrick Alley, ha declarado que este veredicto env¨ªa un claro mensaje a aquellos que se benefician de la guerra. "Pueden y ser¨¢n condenados. Si compras recursos naturales como la madera sabiendo que est¨¢s ayudando a financiar un conflicto o traficar armas, solo un libro de cheques separa a tu compa?¨ªa del asesinato de miles de personas¡±.
Es la primera vez que se produce la condena de un empresario por beneficiarse de un conflicto desde la Segunda Guerra Mundial. La muerte en la c¨¢rcel, el 28 de septiembre de 2016, del belga Michel Desaedeleer (tambi¨¦n buen amigo de Charles Taylor y del jefe de la guerrilla sierraleonesa, Foday Sankoh), detenido en M¨¢laga el 28 de agosto de 2015 y extraditado a su pa¨ªs cuatro d¨ªas despu¨¦s, frustr¨® el que podr¨ªa haber sido el primer juicio por crimen de guerra por saqueo. Este empresario estaba acusado del saqueo de diamantes de sangre en Sierra Leona durante el conflicto de este pa¨ªs y de esclavizar a civiles para su obtenci¨®n.
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