L¨ªderes en d¨¦ficit

A pesar de los complacientes anuncios del Gobierno, la estabilidad presupuestaria sigue siendo un problema grave para la econom¨ªa espa?ola. El d¨¦ficit p¨²blico se ha situado en el 4,5% del PIB. Desde Econom¨ªa y Hacienda se han lanzado a felicitarse por el logro de que, por primera vez desde el estallido de la crisis, se ha conseguido cumplir con el objetivo pactado; cuando es p¨²blico que la Comisi¨®n Europea ha bajado varias veces el list¨®n del d¨¦ficit para que Espa?a se libre de sanciones. Estar¨ªamos pues ante un cumplimiento a la medida que es mera ficci¨®n. Espa?a es el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con mayor d¨¦ficit p¨²blico, por delante de Francia, Rumania y Reino Unido. Si no media un intenso maquillaje presupuestario o nuevas concesiones de Bruselas, volver¨¢ a incumplir con el d¨¦ficit en 2017.

La ficci¨®n del d¨¦ficit espa?ol cobra su verdadera dimensi¨®n cuando se comprueba que pa¨ªses que han sufrido las consecuencias deprimentes de un rescate tienen super¨¢vit primario (antes de pagar intereses de la deuda). Algo que no pueden decir Crist¨®bal Montoro y Luis de Guindos. Grecia tiene un super¨¢vit primario de 2.400 millones y el de Portugal asciende al 2,2% del PIB. Los logros de la econom¨ªa espa?ola en lo que se refiere a estabilidad ¡ªdejando a un lado el descenso de la prima de riesgo, atribuible en primera y casi ¨²nica instancia a la firme posici¨®n del BCE¡ª son decepcionantes. Los organismos internacionales insisten en que la estabilidad financiera es decisiva para proteger a la econom¨ªa en caso de convulsiones de deuda. En caso de una nueva crisis, la econom¨ªa espa?ola, con un endeudamiento del 98,4% del PIB, estar¨ªa entre los primeros y m¨¢s dolorosamente afectados.

El Gobierno parece no ver m¨¢s all¨¢ del Presupuesto inmediato; solo pone parches de urgencia a las cuentas de cada ejercicio con el ¨²nico prop¨®sito de salvar la cara ante Bruselas. Que el secretario de Estado de Hacienda diga ahora que el equilibrio presupuestario se alcanzar¨¢ en 2020 parece una profec¨ªa gratuita; ni es demostrable, ni se conocen los supuestos en que se basa ni compromete a nada. Las finanzas p¨²blicas no llegar¨¢n al equilibrio mientras no exista una pol¨ªtica racional de reducci¨®n del gasto ¡ªla aplicada hasta ahora son simples hachazos al presupuesto aplicados al buen tunt¨²n¡ª y una reforma fiscal que eleve la recaudaci¨®n tributaria. Por razones pol¨ªticas y t¨¦cnicas, este Gobierno no est¨¢ capacitado para hacer ni lo uno ni lo otro.