¡°?Por qu¨¦ no bailas reguet¨®n t¨², Pablito, guapo?¡±

Las invitadas eran Blanca Su¨¢rez, Maggie Civantos, Nadia de Santiago y Ana Fern¨¢ndez, protagonistas de Las chicas del cable, de Netflix, que se estrena este viernes. Y Pablo Motos volv¨ªa a lo que empieza a convertirse en una costumbre: preguntas y comentarios machistas, la mayor¨ªa fuera de lugar y, sobre todo, menospreciando el trabajo de quienes se sientan en ese plat¨® precisamente por su carrera profesional.

En esos breves y gloriosos minutos, el presentador comenzaba as¨ª la conversaci¨®n: "Enseguida hablamos de Las chicas del cable, pero tengo que comentar un tema porque si no reviento. Est¨¢bamos discutiendo en el pasillo una cosa y os la quiero preguntar, as¨ª de sopet¨®n. Es una pregunta que todo el mundo se hace ahora mismo sobre las chicas, ?vosotras sab¨¦is bailar reguet¨®n?".

M¨¢s all¨¢ de que el mundo no se est¨¢ preguntando si las mujeres saben bailar reguet¨®n, est¨¢ el peque?o detalle de que en esa mesa estaban sentadas cuatro actrices espa?olas ¡ªtodas con varios a?os de profesi¨®n en sus mochilas¡ª, que el pr¨®ximo 28 de abril estrenan una serie que saldr¨¢ en 190 pa¨ªses de forma simult¨¢nea, en una plataforma que ronda los 100 millones de usuarios, y con una tem¨¢tica que no solo cuenta la parte laboral de aquellas trabajadoras que entraron en una empresa de telecomunicaciones a principios del siglo XX, sino que se adentra en la nueva forma de mujer, en una peque?a revoluci¨®n que consigui¨® cierta independencia durante unos a?os y que so?aba con derrumbar los prejuicios machistas que asolaban (y est¨¢ visto que siguen asolando) este pa¨ªs.

El tr¨¢iler de la serie empieza as¨ª: "En 1928 hab¨ªa 2.000 millones de personas en el mundo, con sus propios sue?os, sus ilusiones, y, sobre todo, sus problemas. La vida no era f¨¢cil para nadie. Y mucho menos si eras mujer. No ¨¦ramos libres, pero so?¨¢bamos con serlo". Pero s¨ª, lo mejor tras presentarlas y hacerles su acostumbrado pase torero como quien muestra unos cuantos trofeos, es preguntarles si bailan reguet¨®n.

Maggie Civantos fue la m¨¢s r¨¢pida en responder y, aunque lo hizo entre alguna risa, la sorpresa y la incomodidad ya estaban ah¨ª. "Todo el mundo deber¨ªa bailar reguet¨®n, es bueno para la salud", le espet¨®. Y ante la insistencia del presentador sobre si ellas perreaban o no perreaban, (tuvo a bien comentar que "las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear"), Civantos volvi¨® a su r¨¦plica: "Eso no es una cuesti¨®n de g¨¦nero, los hombres tambi¨¦n pueden aprender".

Ellas, que en la serie brindan por su inminente independencia y que aluden a la libertad como sue?o inalcanzable por el que estaban dispuestas a luchar, son recibidas en un programa en horario de m¨¢xima audiencia ¡ªpara promocionar una ficci¨®n como nunca hab¨ªa producido Espa?a¡ª con mucho de di¨¢logo absurdo que no chirriar¨ªa en el programa de Bert¨ªn Osborne, y que, tristemente, empieza tambi¨¦n a no chirriar en el de Antena 3. Mientras Blanca Su¨¢rez explicaba la importancia de un proyecto como este para el sector audiovisual espa?ol, Motos se embobaba en su perfil: "?Cu¨¢ntos pendientes calculas que te caben en la oreja?". Despu¨¦s los cuenta y sigue: "Tienes una oreja muy bonita, te lo tengo que decir".

No termin¨® ah¨ª. Aprovech¨® que la serie se va a ver en todo el mundo para preguntarles con qu¨¦ actor de Hollywood querr¨ªan hacer una pel¨ªcula si incluyese escenas de cama; y sigui¨® dejando caer que "la gente dice que las mujeres no pueden ser amigas". Civantos volvi¨® a contestarle: "Eso es mentira, son clich¨¦s". Pero ¨¦l volvi¨® a la carga: "Ya, ya... pero si hay una habitaci¨®n y entra una chica muy guapa, ?qu¨¦ posibilidades hay de que la critiquen despu¨¦s? ?De decir que tiene los tobillos gordos, por ejemplo?". En esa ocasi¨®n fue Blanca Su¨¢rez quien, tras reconocer que en alguna ocasi¨®n cualquiera puede hacerlo, dej¨® claro que no iban a entrar en ese juego: "Yo lo que pienso es 'qu¨¦ guapa, la jod¨ªa', mira qu¨¦ bien...".

Llegados a ese punto, la verg¨¹enza ajena rozaba el rid¨ªculo. Aunque no ha sido de los peores comentarios que Pablo Motos ha hecho ¡ªse puede recordar la entrevista a M¨®nica Carrillo¡ª, la continuidad del machismo y de la sexualizaci¨®n de las mujeres que hace en sus programas es, para cualquier feminista, sangrante, machacona e indignante. Las actrices intentaron incidir en la importancia de la tem¨¢tica feminista y de lucha de la serie, aludiendo a lo dif¨ªcil que la sociedad se lo pon¨ªa a las mujeres de aquella ¨¦poca. Marga, Carlota, ?ngeles y Lidia son los personajes que representan esa batalla por el avance de la libertad, la toma de decisiones propia, el final del rol de madre-ama de casa-amante obediente, y la independencia.

Entonces, ?por qu¨¦ uno de los presentadores con m¨¢s cuota de audiencia de la televisi¨®n espa?ola aprovecha esta entrevista para perpetuar t¨®picos y minusvalorar el trabajo de cuatro mujeres que est¨¢n ah¨ª, precisamente, con un discurso contra esa eterna herida que se reabre? Es un consuelo saber que, al final, las que ser¨¢n vistas por millones de espectadores ser¨¢n ellas.