As¨ª es la sesi¨®n de psicoan¨¢lisis que nos ayuda a elegir perfume
Penhaligon¡¯s, la firma brit¨¢nica de perfumer¨ªa, inventa un m¨¦todo para que sepamos qu¨¦ fragancia somos
En Burlington Arcade est¨¢ prohibido silbar. Esta galer¨ªa comercial londinense, construida a principios del siglo XIX en Piccadilly, mantiene una serie de normas de la ¨¦poca. Y esta es una de ellas. No se pod¨ªa silbar porque era la forma en la que los rateros se comunicaban. Hoy, a¨²n no puede silbar nadie, excepto dos personas. Una es un ni?o que gan¨® una apuesta a uno de los bedeles que la patrullan. La otra es Sir Paul McCartney, quien la cruzaba cada d¨ªa camino de las oficinas de Apple Records, que estaban aqu¨ª al lado.
Un d¨ªa pas¨® silbando y fue amonestado. El beatle adujo que estaba componiendo y se le dio un permiso especial del silbido. Hay pocas cosas m¨¢s inglesas que la naturaleza y la historia de esta galer¨ªa comercial y no existe ninguna casa cosm¨¦tica m¨¢s brit¨¢nica que Penhaligon¡¯s.
Como no pod¨ªa ser de otra forma, la marca tiene una tienda en Burlington Arcade. En su planta superior, adem¨¢s, se hace psicoan¨¢lisis. ¡°?Cu¨¢l es tu sue?o recurrente¡±, nos pregunta all¨ª una bella mujer con un ligero acento eslavo. ¡°Cuando piensas en tu infancia, ?en qu¨¦ material piensas?¡±, contin¨²a. Tras unos 15 minutos respondiendo preguntas entre lo sorprendente y lo indiscreto, la mujer nos da a elegir entre dos perfumes de Penhaligon¡¯s. De la ampl¨ªsima gama de fragancias creadas por la firma que fund¨® en 1860 William Henry Penhaligon en una barber¨ªa en Jermyn Street ¨Cs¨®lo para hombre suman 26¨C, ella nos da a elegir entre dos.
En la mu?eca izquierda, Blasted Bloom, la primera vez en nuestra vida que nos topamos con un perfume que huele a mar. En la derecha, Lothair, que es ginebra y t¨¦. ¡°Ahora te gusta Blasted Bloom, pero en cinco minutos elegir¨¢s Lothair¡±, nos dice. Al cabo de cinco minutos, le damos la raz¨®n. Lo que hemos vivido es la escenificaci¨®n de una de las nuevas opciones para seleccionar perfumes de la casa inglesa fundada por el perfumista oficial de la Reina Victoria.
Una familia inglesa
Se ha concebido como una especie de follet¨ªn que podr¨ªa durar d¨¦cadas. El equipo creativo de Penhaligon¡¯s ha creado una serie de personajes, arquetipo algo revoltoso de una familia de la nobleza victoriana. Lord George, un padre de familia leal al rey¡ y a su amante. Lady Blanche, su esposa, figura de la vida social del West End¡ y guarda un secreto. Duchess Rose, la hija, casada¡ y desdichada. The Duke, el yerno exc¨¦ntrico¡ y ferviente creyente de la religi¨®n del amor libre. Pronto habr¨¢ m¨¢s personajes. M¨¢s fragancias.
En su web y en unas pantallas instaladas en su remozada tienda de Regent Street se puede ir respondiendo a todas las preguntas que nos ha hecho esta mujer eslava y, al final, el sistema ofrece opciones de perfume. Si se hace en la tienda, uno puede acercarse al tester. Si se hace por la web, la marca env¨ªa muestras para que uno se decida. ¡°Eres muy impulsivo y crees que eres m¨¢s valiente de lo que realmente eres. Por eso sab¨ªa que no podr¨ªas con Blasted Bloom¡±, nos comenta la mujer antes de salir de la tienda.
Una hora m¨¢s tarde, en el Mark¡¯s Club, un actor ataviado de mayordomo nos presenta la historia de los cuatro personajes ficticios que inspiran la nueva colecci¨®n de la firma: Portraits. Antes del ¨¢gape, se me acerca y me susurra: ¡°El personaje que eres t¨² a¨²n no lo hemos lanzado¡±. Y desaparece.
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